sábado, 28 de noviembre de 2009

Clase II-31 - CÁNCER (TUMORACIÓN MALIGNA)

Para comprender el cáncer hay que dominar el pensamiento analógico. Tenemos que tomar conciencia de la circunstancia de que todo lo que nosotros percibimos o definimos como unidad (como unidad entre unidades) es, por un lado, parte de una unidad mayor, y por otro lado, está compuesta por otras muchas unidades. Por ejemplo, un bosque (como unidad definida) es, por un lado, parte de una unidad mayor, "paisaje" y, por otro, está compuesto de muchos "árboles" (unidades menores). Lo mismo puede decirse de "un árbol". Es parte del bosque y, a su vez, se compone de troncos, raíces y copas. El tronco es al árbol lo que el árbol es al bosque, o el bosque al paisaje.

Un ser humano es parte de la Humanidad y está compuesto de órganos que, a su vez, se componen de muchas células. La Humanidad espera del individuo que se comporte de la manera más adecuada para el desarrollo y supervivencia de la especie. El ser humano espera de sus órganos que funcionen de la manera mejor para asegurar su supervivencia. El órgano espera de sus células que cumplan con su cometido tal como exige la supervivencia del órgano.

En esa jerarquía que aún podría prolongarse hacia uno y otro lado, cada unidad individual (célula, órgano, individuo) está siempre en conflicto entre la vida propia personal y la supeditación a los intereses de la unidad superior. Cada organización compleja (humanidad, estado, órgano) se basa para su funcionamiento que la mayoría de las partes se sometan a la idea común y la sirvan. Normalmente, todo sistema soporta la separación de algunos de sus miembros sin peligro para la totalidad. Pero existe un límite y, si éste es superado, el conjunto corre peligro.

Un estado puede apartar a unos cuantos ciudadanos que no trabajen, que tengan un comportamiento antisocial o que combatan al Estado. Pero, cuando este grupo que no se identifica con los objetivos del Estado crece y alcanza una magnitud determinada, constituye un peligro para el todo, y si llega a conseguir la superioridad, puede poner en peligro la existencia del todo. Desde luego, el Estado tratará durante mucho tiempo de protegerse contra este crecimiento y de defender su propia existencia, pero cuando estos intentos fracasen su caída es segura. La mejor política consiste en atraer a los grupitos de ciudadanos disidentes a los objetivos del bien común, proporcionándoles buenos incentivos. A la larga, la represión violeta o la expulsión casi nunca tienen éxito sino que favorece el caos. Desde el punto de vista del Estado, las fuerzas opositoras son enemigos peligrosos que no tienen más objetivo que destruir el orden y propagar el caos.

Esta visión es correcta - pero sólo desde este punto de vista. Si preguntáramos a los insurgentes oiríamos otros argumentos no menos correctos - desde su punto de vista. Lo cierto es que ellos no se identifican con los objetivos y conceptos de su Estado sino que propugnan sus propias ideas e intereses que quieren ver realizados. El Estado quiere obediencia y los grupos quieren libertad para realizar sus propias ideas. Se puede comprender a unos y otros, pero no es fácil dar gusto a ambos al mismo tiempo sin hacer sacrificios.

No se trata aquí de desarrollar teorías ni de exponer creencias sociopolíticas, sino de describir el proceso del cáncer en otro plano, a fin de ensanchar un poco el ángulo desde el que suele contemplarse. El cáncer no es un hecho aislado que se presenta únicamente bajo las formas así denominadas, sino un proceso muy diferenciado e inteligente que debería ocupar a los seres humanos en todos los planos. En casi todas las demás enfermedades sentimos cómo el cuerpo combate, con las medidas adecuadas, una anomalía que amenaza una función. Si lo consigue, hablamos de curación (que puede ser completa o no). Si no lo consigue y sucumbe en el intento, es la muerte.

Pero con el cáncer experimentamos algo totalmente distinto: el cuerpo ve cómo sus células, cada vez en mayor número, alteran su comportamiento y, mediante una activa división, inician un proceso que en sí conduce a ningún fin y que únicamente encuentra sus límites en el agotamiento del huésped (terreno nutricio)

La célula cancerosa no es, como por ejemplo los bacilos, los virus o las toxinas, algo que viene de fuera a atacar el organismo, sino que es una célula que hasta ahora realizaba su actividad al servicio de su órgano y, por consiguiente, al servicio del organismo en su conjunto, a fin de que éste tuviera las mejores posibilidades de supervivencia.

Pero, de pronto, la célula cambia de opinión y deja de identificarse con la comunidad. Empieza a desarrollar objetivos propios y a perseguirlos con ahínco. Da por terminada la actividad al servicio de un órgano determinado y pone por encima de todo la propia multiplicación. Ya no se comporta como miembro de un ser multicelular sino que retrocede a una etapa anterior de vida unicelular. Se da de baja de su asociación celular y con una multiplicación caótica, se extiende rápida e implacablemente, cruzando todas las fronteras morfológicas (infiltración) y estableciendo puestos estratégicos (metástasis). Utiliza la comunidad celular, de la que se ha desprendido, para su propia alimentación. El crecimiento y multiplicación de las células cancerosas es tan rápido que a veces los pasos sanguíneos no dan abasto para alimentarlas. En tal caso, las células cancerosas prescinden de la oxigenación y pasan a la forma de vida más primitiva de la fermentación. La respiración depende de la comunidad (intercambio) mientras que la fermentación puede realizarla cada célula por sí sola.

Esta triunfal proliferación de las células cancerosas termina cuando ha consumido literalmente a la persona a la que ha convertido en su suelo nutricio. Llega el momento en que la célula cancerosa sucumbe a los problemas de abastecimiento. Hasta este momento, prospera.

Queda la pregunta de por qué la que fuera excelente célula hace todas estas cosas. Su motivación debería ser fácil de explicar. En su calidad de miembro obediente del individuo multicelular sólo tenía que realizar una actividad prescrita que era útil al multicelular para su supervivencia. Era una de tantas células que tenía que realizar un trabajo poco atractivo "por cuenta ajena". Y lo hizo durante mucho tiempo. Pero, en un momento dado, el organismo perdió su atractivo como marco para el propio desarrollo de la célula. Un unicelular es libre e independiente, puede hacer lo que quiera, y con su facultad de multiplicación, puede hacerse inmortal. En su calidad de miembro de un organismo multicelular, la célula es mortal y esclava. ¿Tan raro es que la célula recuerde su libertad de antaño y regrese a la existencia unicelular, a fin de conquistar por sí misma la inmortalidad? Somete a la comunidad a sus propios intereses y, con implacable perseverancia, empieza a labrarse un futuro de libertad.

Es un proceso próspero cuyo defecto no se descubre hasta que ya es tarde, es decir, cuando uno se da cuenta de que el sacrificio del otro y su utilización como tierra nutricia acarrea también la propia muerte. El comportamiento de la célula cancerosa es satisfactorio únicamente mientras vive el casero - su final significa también el fin del desarrollo del cáncer.

Aquí reside el pequeño pero trascendental error en el concepto de la realización de la libertad y la inmortalidad. Uno se retira de la antigua comunidad y no se da cuenta de que la necesita hasta que ya es tarde. Al ser humano no le hace gracia dar su vida por la vida de la célula cancerosa, pero la célula del cuerpo tampoco daba su vida con gusto por el ser humano. La célula cancerosa tiene argumentos tan buenos como los del ser humano, sólo que su punto de vista es otro. Ambos quieren vivir y hacer realidad sus ansias de libertad. Ambos están dispuestos a sacrificar al otro para conseguirlo.

En el "ejemplo del Estado" ocurría algo parecido. El estado quiere vivir y hacer realidad su ideología, un par de disidentes también quieren vivir y hacer realidad sus ideas. En un principio, el Estado trata de eliminar a los disidentes. Si no lo consigue, los revolucionarios sacrifican al Estado. Ninguna de las partes tiene piedad. El individuo extirpa, irradia y envenena la célula cancerosas mientras puede - pero si ganan ellos aniquilan al cuerpo.

Es el eterno conflicto de la Naturaleza: comer o ser comido. Sí, el ser humano se da cuenta de la implacabilidad y la miopía de las células cancerosas, pero ¿ve también que Él se comporta del mismo modo, que nosotros, los humanos tratamos de asegurar nuestra supervivencia por el mismo procedimiento que utiliza el cáncer?

Aquí está la clave del cáncer. No es casualidad que prolifere tanto en nuestra época ni que se le combata con tanto empeño y tan poco éxito.- (¡Las investigaciones del oncólogo norteamericano Hardin B. Jones indican que la esperanza de vida de los pacientes no tratados parece mayor que la de los pacientes tratados!) La enfermedad del cáncer es expresión de nuestra época y de nuestra ideología colectiva. Experimentamos en nosotros como cáncer sólo aquello que nosotros mismos vivimos. Nuestra época está caracterizada por la expansión implacable y la persecución de los propios intereses. En la vida política, económica, "religiosa" y privada, el ser humano trata de extender sus propios objetivos e intereses sin miramientos sobre las fronteras (morfología), establecer puestos estratégicos para favorecer sus intereses (metástasis) y hacer prevalecer exclusivamente sus ideas y objetivos utilizando a todos los demás en beneficio propio (parasitismo)

Todos argumentamos que la célula cancerosa. Nuestro crecimiento es tan rápido que también nosotros tenemos problemas de abastecimiento. Nuestros sistemas de comunicación se extienden por todo el mundo, pero a veces falla la comunicación con nuestro vecino o con nuestra pareja. El ser humano tiene tiempo libre, pero no sabe qué hacer con él. Producimos alimentos y luego los destruimos, para manipular los precios. Podemos dar la vuelta al mundo cómodamente, pero no nos conocemos a nosotros mismos. La filosofía de nuestro tiempo no conoce otro objetivo que el crecimiento y el progreso. El ser humano trabaja, experimenta, investiga, ¿para qué? ¡Por el progreso! ¿Qué objetivo tiene el progreso? ¡Más progreso! La humanidad va en un viaje sin destino. Constantemente se fija cada vez nuevos objetivos, para no desesperar. La ceguera del hombre de nuestro tiempo no tiene nada que envidiar a la ceguera de la célula del cáncer.

A fin de favorecer la expansión económica, durante décadas el hombre utilizó el medio ambiente como suelo nutricio y hoy comprueba "consternado" que la muerte del huésped significa también la muerte propia. Los seres humanos consideran todo el mundo su suelo nutricio: plantas, animales, minerales. Todo está ahí únicamente para que nosotros podamos extendernos sobre toda la Tierra.

¿De dónde sacan los hombres que así se comportan el valor y la desfachatez para quejarse del cáncer? ¡Si no es más que nuestro espejo!. Él nos muestra nuestra conducta, nuestros argumentos y también el final del camino.

No hay que vencer el cáncer, sólo hay que comprenderlo, para poder comprendernos nosotros mismos. ¡Pero los seres humanos siempre tratan de romper el espejo cuando no les gusta su cara! Los seres humanos tienen cáncer porque son cáncer.

El cáncer es nuestra gran oportunidad para ver en él nuestros vicios mentales y equivocaciones. Por lo tanto, intentemos descubrir los puntos débiles de ese concepto que tanto el cáncer como nosotros utilizamos como ideología. En última instancia, el cáncer naufraga por la polarización "Yo o la comunidad. Él solo ve esta disyuntiva y se decide por la propia supervivencia, independiente del entorno para comprender demasiado tarde que Él depende del entorno. Le falta la conciencia de una unidad mayor y más completa. Él sólo ve la unidad en su propia limitación. Esta falta de comprensión de la unidad es algo que las personas tienen en común con el cáncer. También el individuo se limita en su propia mente, marcando ante toda la división entre Yo y Tú. Se piensa en "unidades" sin advertir que es un concepto aberrante. La unidad es la suma de todo lo que es y no conoce nada fuera de sí. Si se divide la unidad se forma la multiplicidad, pero esta multiplicidad sigue siendo, a fin de cuentas, parte integrante de la unidad.

Cuando más se aísla un ego más pierde la conciencia del todo del que él sólo es una parte. El ego concibe la ilusión de poder hacer algo "por sí solo". Pero el verdadero aislamiento del resto del universo no existe. Es algo que sólo puede imaginar nuestro YO. En la medida en que el Yo se aísla, el ser humano pierde la "religión", la trabazón con el principio del Ser. Después el ego trata de satisfacer sus necesidades y nos traza el camino a seguir. Al Yo le resulta grato todo aquello que favorece la separación, que sirve a la diferenciación, porque con cada acentuación de los límites se percibe más claramente a sí mismo. El Ego sólo tiene miedo de la unión con el todo, porque eso presupone su muerte. El Ego defiende su existencia con ahínco, con inteligencia y buenos argumentos, utilizando las teorías más sacrosanta y los propósitos más nobles, cualquier cosa con tal de sobrevivir.

Y así se crean objetivos que no son tales objetivos. El progreso como objetivo es absurdo, ya que no tiene punto final. Un objetivo auténtico sólo puede consistir en una transformación del estado anterior, pero no en la simple continuación de algo que ya existe. Nosotros, los humanos, estamos en la polaridad. Al individuo que está en la cárcel no se le motiva proponiéndole otra cárcel, aunque ésta sea un poco más cómoda; pero la libertad es un paso cualitativamente mucho más importante. Ahora bien, el objetivo de la "unidad" sólo puede alcanzarse sacrificando el Yo, porque mientras haya un Yo habrá un Tú y seguiremos en la polaridad. Para "renacer en espíritu" antes hay que morir y esta muerte afecta al Yo.

Rumi, el místico islámico, condensa graciosamente el tema en este cuento:

"Un hombre llamó a la puerta de la amada. Una voz preguntó: "¿Quién es?", "Soy YO", respondió él. Y la voz dijo "Aquí no hay sitio suficiente para mí y para ti". Y la puerta siguió cerrada. Al cabo de un año de soledad y añoranza, el hombre volvió a llamar a la puerta. Una voz preguntó desde dentro: "¿Quién es?" "Eres tú", respondió el hombre. Y la puerta se abrió".

Mientras nuestro YO luche por la vida eterna, seguiremos fracasando como la célula del cáncer. La célula del cáncer se diferencia de la célula corporal por la sobrevaloración de su Ego. En la célula, el núcleo hace las veces de cerebro. En la célula cancerosa, el núcleo adquiere más y más importancia y, por lo tanto, aumenta de tamaño (el cáncer se diagnostica también por la alteración morfológica del núcleo de la célula). Esta alteración del núcleo equivale a la hiperacentuación del pensamiento cerebral egocéntrico que marca nuestra época. La célula cancerosa busca su vida eterna en la proliferación y expansión material. Ni el cáncer ni el ser humano han comprendido todavía que buscan en la materia algo que no está ahí, la vida. Se confunde el contenido con la forma y con la multiplicación de la forma, se trata de conseguir el codiciado contenido. Pero ya Jesús advirtió "El que quiere conservar la vida la perderá".

Por lo tanto, todas las escuelas iniciáticas enseñan desde tiempo inmemorial el camino opuesto: sacrificar la forma para recibir el contenido o, en otras palabras: el YO debe morir para que podamos volver a nacer en el Ser. Desde luego el Ser no es mi ser, sino el Ser. Es el punto central que está en todo. El Ser no posee un ser diferenciado, puesto que abarca todo lo que es. Y por fin aquí huelga la pregunta: "¿Yo o los otros?" el Ser no reconocer a otro, porque todo es uno. Este objetivo, naturalmente, resulta peligroso para el Ego y poco atractivo. Por ello no debemos admirarnos que el Ego haga todo lo que puede por cambiar este objetivo de la unión con el todo por el objetivo de un Ego grande, fuerte, sabio e iluminado. La mayoría de los peregrinos, tanto los que siguen el camino esotérico como los que eligen el religioso, fracasan porque tratan de alcanzar con su YO el objetivo de la salvación o la iluminación. Muy pocos son los que comprenden que su Yo, con el que aún se identifican, nunca puede ser iluminado ni redimido.

El objetivo supremo exige el Sacrificio del YO, la Muerte del Ego. Nosotros no podemos redimir nuestro Yo, sólo podemos desprendernos de él y entonces estamos salvados. El miedo que en este momento suele sentirse a no ser en adelante, sólo confirma lo mucho que nos identificamos con nuestro YO y lo poco que sabemos de nuestro Ser. Y precisamente aquí está la posibilidad de solución de nuestro problema con el cáncer. Cuando al fin, lenta y gradualmente, aprendemos a cuestionarnos nuestra obsesión por el Yo y nuestro afán de diferenciarnos, y nos decidimos a abrirnos, empezamos a vivir como parte del todo y también a asumir responsabilidad por el todo. Entonces comprendemos que el bien del todo y nuestro bien son el mismo porque nosotros somos uno con todo. También cada célula recibe toda la información genética del organismo. ¡Ella sólo debe comprender que, en realidad, ella es el Todo! "Microcosmos = Macrocosmos", nos enseña la filosofía hermética.

El vicio mental reside en la diferenciación entre Yo y Tú. Así se crea una ilusión de que uno puede sobrevivir como Ya sacrificando al Tú y utilizándolo como suelo nutricio. En realidad, la suerte del Yo y del Tú, de la Parte y el Todo no puede separarse. La muerte que la célula cancerosa produce en el organismo es también su propia muerte, del mismo modo que, por ejemplo, la muerte del medio ambiente trae consigo nuestra propia muerte. Pero la célula del cáncer cree en un Exterior separado de ella, lo mismo que los seres humanos creen en un Exterior. Esta creencia es mortal. El remedio se llama amor. El amor cura porque suprime las barreras y deja entrar al otro para formar la unidad. El que ama no coloca su Yo en primer lugar sino que experimenta una unidad mayor. El que ama siente con el amado como si fuera él mismo. Esto no sólo vale para el amor humano. El que ama a un animal no puede contemplarlo desde el punto de vista del ganadero. No nos referimos a un seudo amor sentimental sino a ese estado que realmente hace sentir algo de la unión de todo lo que es y no esa actuación con la que con frecuencia uno trata de neutralizar sus inconscientes sentimientos de culpabilidad por las propias agresiones reprimidas, por medio de "buenas obras" o de un exagerado "amor a los animales". El cáncer no muestra amor vivido, el cáncer es amor pervertido:

Ø El amor salva todas las fronteras y barreras

Ø En el amor se unen y funden los opuestos.

Ø El amor es la unión con todo, se hace extensivo a todo y no se detiene ante nada.

Ø El amor le teme la muerte, porque el amor es vida.

Ø El que no vive este amor en su conciencia corre peligro de que su amor pase a lo corporal y trate de imponer ahí sus leyes en forma de cáncer.

Ø También la célula cancerosa salva todas las fronteras y barreras. El cáncer pasa por alto la individualidad de los órganos.

Ø También el cáncer se extiende por todas partes y no se detiene ante nada (metástasis)

Ø Tampoco las células cancerosas temen a la muerte.

El cáncer es amor en el plano equivocado. La perfección y la unión sólo pueden realizarse en el espíritu y no en la materia, porque la materia es la sombra del espíritu. Dentro del mundo transitorio de las formas, el ser humano no puede realizar lo que pertenece a un plano imperecedero. A pesar de todos los esfuerzos de los que aspiran a mejorar el mundo, nunca existirá un mundo perfectamente sano, sin conflictos ni problemas, sin fricciones ni disputas.

Nunca existirá el ser humano completamente sano, sin enfermedad ni muerte, nunca existirá el amor que todo lo abarca, porque el mundo de las formas vive de las fronteras. Pero todos los objetivos pueden realizarse - por todos y en todo momento - por el que descubre la falsedad de las formas y en su conciencia es libre. En Edmundo polar, el amor conduce a la esclavitud - en la unidad es libertad. El cáncer es el síntoma de un amor mal entendido. El cáncer sólo respeta el símbolo del amor verdadero. El símbolo del amor verdadero es el corazón. ¡El Corazón es el único órgano que no es atacado por el cáncer!

La Enfermedad como Camino

Una interpretación distinta de la medicina

Thorwald Dethlefsen & Rüdiger Dahlke

EL MÁGICO PODER DE LA SONRISA

¿Qué tendrá la sonrisa para que su mera presencia produzca efectos mágicos en las relaciones humanas? La mirada, la expresión de la cara no son otra cosa que corrientes de energía dinámica que rápidamente alcanzan a los que nos rodean, y semejante misterio ya fue intuido por los sabios vedas de la India cuando, hace siglos, comenzaban cada nuevo día poniendo las manos sobre el corazón mientras mantenían una dulce expresión en sus rostros. La sonrisa es un magnífico medio para irradiar la potencialidad de Dios, un instrumento infalible con el poder de penetrar en los corazones de los hombres.

Hace unos años, coincidiendo con unas rebajas en unos grandes almacenes, a una amiga Paula, le pasaron unas cuantas cosas divertidas. Revolviendo bañadores de oferta en un enorme mostrador, se abrió camino, entre empujones y apreturas hasta la dependienta:

- Por favor, ¿no tendría el mismo modelo en rojo?

- Lo que hay aquí es todo lo que hay. ¡Y no revuelva más!

Ante tal respuesta, mi amiga, una impulsiva e impaciente Aries tiró el bañador al suelo, protestó airadamente por el mal trato recibido y se prometió a si misma ¡no volver a comprar en esos grandes almacenes en la vida!

Más calmada, unos días después pasó por casa y charlamos sobre el asunto. intenté indagar cómo le fue con sus compras en Galerías XX, ya que en Almacenes ZZ recibió un trato deplorable.

- Mira Pili, estoy encantada. Entré en el departamento de verano y expliqué a una de las señoritas el tipo de modelo y el color que deseaba.

- ¿Y enseguida te enseñó todo el muestrario de bañadores en rojo?

- Pues no. Simplemente me miró a los ojos y ¡me sonrió!

- ¿Te sonrió?

- Me sonrió y me trató con tanta dulzura que, a pesar de que no tenía nada en rojo, compré tres bañadores, en azul, violeta y amarillo.

¡Estos son los milagros que provoca una simple y dulce sonrisa! Una sonrisa es la diferencia entre una venta exitosa o un inamovible stock de artículos; es la frontera entre la amistad o el rechazo; y a veces, en un nivel político puede llegar a significar la guerra o la paz.

La Ciencia del Corazón

¿Qué tiene la sonrisa que la convierte en la varita mágica de las relaciones humanas? Pero antes de proseguir, aclaremos lo que implica y lo que es una relación. "Relacionarse" es poner en comunicación con otra persona el contenido psicológico de las propias actitudes. Según los sabios orientales, y a tenor también de lo que en el terreno científico se está descubriendo con la cámara Kirlian y su aplicación al estudio de los campos bio-energéticos del cuerpo humano, las diferentes actitudes mentales y emocionales, en el fondo, son corrientes de energía electromagnética que brotan de ciertos puntos locales de la cabeza, el pecho y abdomen, expresándose estas energías en una constante circulación por todo el organismo y su aura psíquica.

Al entrar en relación con otra u otras personas, estas energías de las propias actitudes psicológicas se irradian, a partir del corazón (de su vertiente etérica como Chackra o Centro de energía) hacia las manos, los ojos y la cara. Así la energía del corazón, sea de la calidad que sea, se pone en comunicación y entra en contacto con las energías anímicas del corazón de las personas con las cuales se establece la relación.

La mirada que manifiestan los ojos, la expresión de la cara, la utilización de las manos y la irradiación del corazón no son otra cosa que corrientes de dinámica energía anímica puesta en acción. A través del corazón es como expresamos a los demás la calidad de nuestras actitudes, pensamientos y estados anímicos. Y, a través del corazón, es como recibimos y sentimos lo que los otros nos transmite.

En una relación entre seres humanos, los corazones se ponen en contacto a través de la mirada, la expresión de la cara y los gestos corporales.

Y contacto es unión y unión es conocimiento, y de ese conocimiento surge una reacción emocional de apertura o de rechazo.

La dependienta de Almacenes XX era incapaz de vender, tenía problemas en sus relaciones profesionales. ¿Por qué? Por la fría actitud de su corazón. Ella no amaba al público y, al no amar, la energía no fluye del corazón, la mirada es fría, la cara inexpresiva y la disposición poco acogedora.

Los antiguos sabios de la India Védica practicaban la Suryavidya, la Sabiduría del Sol. Todas las mañanas, al amanecer ponían las manos en el corazón, el sol del cuerpo, dejando que el amor fluyera hacia todas las personas, hacia todos los seres, hacia todas las cosas.. mientras mantenía una dulce expresión en sus rostros.

AMAR ES SONREÍR, SONREÍR ES DAR, Y DAR ES COOPERAR CON EL PROGRESO DE LA VIDA

La Energía del Dar

Al manifestar la energía del dar, y esto no es otra cosa que la más genuina expresión del ser a través del corazón, se reparten bendiciones al mundo.

Cada latido del corazón es sonrisa, lágrima y oro. SONRISA porque la cara es el espejo del alma, y lo profundo de nosotros mismos es "Vida, Energía y Felicidad"; y la sonrisa es el medio para transmitir la Belleza, la Alegría, la Paz y el Dinamismo Creador de nuestro ser al mundo. LAGRIMAS, porque al amar estamos irradiando la potencialidad de Dios, entendido Dios como el "Gran Misterio Creador" de cuya esencia está constituida la materia de nuestro ser, y si lo que irradiamos es la vida del Dios Creador, y si esa energía penetra en el corazón de las gentes, éstas sólo podrán decir: "me conmoviste". Al amar tocamos el interior de las personas que, conmovidas pueden llorar de emoción y de felicidad, porque de alguna forma sintieron y experimentaron a Dios. Y ORO porque al amar se precipitan (en el sentido químico del término) esas energías psico-afectivas de Luz y Amor en todo el orbe del corazón.

La energía psíquica del corazón deja un residuo de partículas materiales, que al ser precipitadas y materializadas por cada acto de amor y benevolencia, van conformando en la zona de la glándula timo, cuya esencia vibratoria es la del oro. ¿Sería este agregado de partículas Luz y Amor lo que los antiguos alquimistas denominaron la Piedra Filosofal? Paracelso intentó encontrar la fórmula para fabricar tal Piedra Filosofal, pero no lo consiguió.

La Sonrisa, Puerta del Corazón

Un día cierto ermitaño salió de su retiro en la montaña con un extraño mensaje diciendo a cada uno que encontraba: "¿Posees tú sonrisa?" cuando se le preguntaba por qué no hablaba de clemencia, compasión, amor, devoción y otros rasgos fundamentales de la vida virtuosa, respondía: "Tan sólo la sonrisa no debe ser olvidada: el resto vendrá".

El ermitaño tenía razón. ¿Cómo podremos volvernos hacia el amor si no existe morada para Él? La sonrisa es la puerta del santuario del corazón.

Si la actitud e irradiación de nuestra sonrisa está cargada de energía positiva, de amor, de amistad, de benevolencia y de belleza, del corazón sale disparada una ardiente saeta que traspasa la barreras psicológicas de las personas con las que entramos en relación, haciendo estallar en la intimidad de su ser cascadas de felicidad y agradecimiento. Entonces se puede esperar lo mejor de estas personas, recibiendo su parte, las bendiciones de la amistad, el apoyo, la colaboración, la comprensión y el afecto. Los corazones están unidos y colaboran juntos ahora.

Pero si lo que sale de nuestra sonrisa es un conjunto de emociones fingidas, y en la mente únicamente son mantenidas expectativas egocéntricas de un beneficio a corto plazo (la sonrisa del mentiroso, del estafador o del político),donde son se tiene la intención de dar nada y sí se espera recibirlo todo, la actitud es negativo, el corazón se bloquea y, entonces, nuestras palabras y actos no conmoverán el corazón del prójimo, surgiendo en éste un estado de rechazo y desconfianza, levantando en consecuencia una barrera psicológica ante lo que siente como engaño, amenaza o agresión. Los corazones están así bloqueados y desconectados, y de este tipo de relación sólo se puede esperar la incomprensión, el desastre y el dolor.

SONREÍR ES DAR UNA OPORTUNIDAD PARA LA COOPERACIÓN, Y COOPERAR ES DESPERTAR LO MEJOR DE CADA HOMBRE EN LO ÍNTIMO DE SU CORAZÓN.

Y este ejército reclutado de virtudes y cualidades constituye la mejor herramienta para cambiar y mejorar el mundo.

Desbloquear una Relación

Luisa, otra buena amiga mía, tenía problemas con su único hijo de quince años. Era tremendamente indolente, apático, desordenado. Aparentemente, todo le daba igual. No salía con amigos, no practicaba ningún deporte. No tenía aficiones, salvo la de ver la televisión, comer patatas fritas y beber Coca Cola. Nada le interesaba y el dialogo con él era imposible.

Y el consejo que le di a Luisa fue muy simple:

- Una mañana cuando se vaya a levantar, acércate a él. Mírale a los ojos, sonríele con dulzura. Cógele de las manos y dile con amor y firmeza: creo en ti. Luego abrázale y exprésale todo tu amor con el corazón y ya verás como algo ocurre"

Y ocurrió. El muchacho se emocionó y lloró. Lloró desesperadamente y confesó su inseguridad y sus miedos de adolescente. La sonrisa y el amor de su madre conmovieron su corazón, lo desbloquearon y lo colmaron de fortaleza. Ahora, el hijo de Luisa es un verdadero líder entre sus compañeros de clase, además de ser un brillantísimo estudiante.

Efectos Clínicos de la Sonrisa

Se han hecho muchos experimentos clínicos sobre la influencia de la actitud del personal médico de los hospitales sobre los pacientes.

En hospitales de los Estados Unidos se hizo el experimento siguiente: A los pacientes con problemas de úlcera gástrica se los dividió en dos grupos. Con los enfermos del primer grupo, el cirujano habló distendidamente con cada uno de ellos, durante cerca de media hora, antes de hacerlas pasar por el quirófano. El médico y las enfermeras debían sonreír amigablemente y mostrarse positivos. A los integrantes del otro grupo se les dio el trato habitual; sin más explicaciones, se les dirigía directamente a la operación. Los resultados fueron sorprendentes.

Los ulcerosos del primer grupo necesitaron la mitad de días de permanencia en el hospital durante el período post-operativo para recuperarse de la intervención quirúrgica.

En el campo psicológico, se está viendo que los niños que son criados por madres alegres, comunicativas y sonrientes, crecen más fuertes y sanos, aprenden a hablar antes y, cosa muy interesante, son más dinámicos y creativos.

Los efectos terapéuticos de la sonrisa pueden reflejarse en la siguiente historia:

En cierta ocasión un sabio Yogui de los Himalayas cogió trozos de hoja de palma y de corteza de abedul y se presentó en un aldea. Vistió casa por casa y, allí donde había alguien necesitado y enfermo, entraba muy sonriente ofreciendo como obsequio sus trozos de palma o de corteza. Muchos de los que recibieron dichos presentes ridiculizaron el valor de tan insignificantes trozos y dijeron: "¿No es ridículo intentar curar las enfermedades con unas simples cortezas de árbol?". Ellos sólo creían en el valor de las pócimas y medicamentos.

Pero hubo otros aldeanos, que también recibieron los trozos de hoja de palma y de corteza de abedul, que se mostraron bastante más sensatos y los aplicaron sobre la parte afectada y enferma de sus cuerpos, notando enseguida alivio. Comprendieron éstos que el Yogui había colocado sus manos sobre los pedacitos enviados, impregnando su textura con la energía curativa del amor.

Sí, al sonreír, la energía del corazón fluye hacia las manos, cargándolas de energía y poder de curación. Y ENTONCES, MUCHAS COSAS SON POSIBLES

El Gran Desafío

Es cierto que la vida es dura y difícil. No nos sentimos valorados ni remunerados en el trabajo. Nos sentimos olvidados por los amigos y los hijos. Nos sentimos incomprendidos por la pareja. En definitiva, nos sentimos maltratados en toda clase de relaciones y por todo tipo de personas. Podemos cambiar de trabajo, podemos cambiar de pareja, podemos cambiar de amigos y, aún así, nos seguiremos sintiendo desgraciados.

No es escapando de las situaciones conflictivas o desagradables como se solucionan nuestros problemas. ¿Qué hacer entonces? Enfrentar esas situaciones con un cambio de actitud. Cambiemos nosotros, expresemos una mejor disposición anímica, sonriamos y provoquemos un cambio en la actitud de las personas hacia nosotros mismos. Amando y sonriendo, se transformarán nuestras relaciones, mejorando sustancialmente la calidad de las mismas.

Y éste es el poder y el secreto de la sonrisa.

QUIEN ES CAPAZ DE SONREÍR, DESPLIEGA LA FUERZA DEL AMOR, Y QUIEN AÚN AMA EL PODER DE TRANSFORMAR EL MUNDO

Y esto es

MAGIA, LA MAGIA DE LA SONRISA

* * * * *

MEDITACIÓN 16 - A

Duración: 2 Semanas. Leer por día por lo menos una vez cada afirmación

1) ABRO NUEVAS PUERTAS A LA VIDA

Estás de pie en el corredor de la Vida, y detrás de ti se han cerrado ya muchísimas puertas, cosas que ya no haces, ni dices, ni piensas; experiencias que ya no tienes. Delante de ti hay muchas puertas más, y cada una se abre a una experiencia nueva. Aléjate del pasad o. a mediad que avanzas, mira cómo vas abriendo diversas puertas que dan a experiencias maravillosas que te gustaría tener.

Confía en tu guía interior, que te conduce de las maneras que son mejores para ti, y piensa que tu crecimiento espiritual continúa sin detenerse ni un momento. No importa qué puertas abras ni qué puertas cierres; siempre estás a salvo. Eres eterno. Seguirás eternamente pasando de una experiencia a otra. Mira como abres las puertas que dan al júbilo, a la paz, a la curación a la prosperidad y al amor, al entendimiento, la compasión y el perdón, a la libertad, al reconocimiento de tu propio valor, a la autoestima y al amor hacia ti mismo.

Todo eso está ahí, ante ti. ¿Qué puertas quieres abrir primero? Recuerda que estas a salvo, no es más que cambio

2) TODAS MIS EXPERIENCIAS ESTÁN BIEN PARA MI

Desde el momento en que nacimos hasta hoy, no hemos dejado de abrir puertas, de traspasar umbrales. Nuestro nacimiento fue un gran portal, un gran cambio. llegamos a este planeta con el fin de experimentar la vida en este preciso momento. Escogimos a nuestros padres, y desde entonces hemos atravesado muchos umbrales.

Vinimos interiormente equipados con todo lo que necesitamos para vivir esta vida en plenitud y riqueza. Tenemos toda la sabiduría. Tenemos todo el conocimiento. Tenemos todas las capacidades y todos los talentos, todo el amor y todas las emociones que necesitamos. La vida está aquí y para apoyarnos y cuidar de nosotros, y es necesario que lo sepamos y que confiemos en ello.

Constantemente hay puertas que se cierran y otras que se abren, y si nos mantenemos centrados en nosotros mismos estaremos siempre a salvo, sea cual fuere el umbral que atravesamos. Ni siquiera cuando traspasemos el último umbral que hay en este planeta será eso al fin, sólo será el comienzo de una nueva aventura.

Sepamos pues, que estamos siempre a salvo. Está bien experimentar cambios. Hoy es un día nuevo. Tendremos muchas experiencias maravillosas y diferentes. Somos amados, y estamos a salvo. Y así es.

3) CADA DIA APRENDO ALGO NUEVO

Sería maravilloso que, en vez de tener que memorizar las fechas de todas esas batallas, a los niños se les enseñara a pensar, a amarse a si mismos, a establecer buenas relaciones, a ser buenos padres, a manejar el dinero y a mantenerse sanos.

A la mayoría no nos han enseñado qué hacer en esos diferentes aspectos de la vida. Si lo supiéramos, nos comportaríamos de otra manera.

4) TODOS MIS CAMBIOS SON FÁCILES DE HACER

Cuando empezamos a trabajar en nosotros mismos, a veces las cosas empeoran antes de mejorar. Está bien que así suceda, porque es el comienzo del proceso. Así deshacemos los viejos nudos. Déjate llevar por ello. Hace falta tiempo y esfuerzo para aprender lo que necesitamos aprender. No exijas un cambio instantáneo. La impaciencia no es más que resistencia al aprendizaje. Significa que quieres llegar al objetivo sin pasar por el proceso. Permítete recorrerlo paso a paso. A medida que avances se te hará más fácil.

5) ESTOY DISPUESTA A CAMBIAR

Cruza ambas manos entrelazando los dedos. ¿Qué pulgar te queda arriba? Ahora descruzadas y vuelve a cruzarlas de modo que el otro pulgar quede arriba. ¿Qué sensación tienes? ¿Diferente? Quizás sientas que algo está mal. Vuelve a descruzar las manos y a cruzarlas de la otra manera, después de la segunda y una vez más de la primera. ¿Cómo lo sientes ahora? ¿No tan mal?

Lo mismo pasa cuando aprendes cualquier pauta nueva. Necesitas un poco de práctica. Puedes hacer algo de nuevo y decir: "No, esto me va mal"; entonces no vuelves a hacerlo nunca más y continúas con tu antiguo comportamiento, que te resulta familiar. Si estás dispuesto a practicar un poco, te encontrarás con que puedes volver a hacer eso nuevo. Cuando lo que tienes en juego es alto tan importante como AMARTE, bien vale la pena practicar un poco más.

6) NO ES MÁS QUE UNA IDEA, Y LAS IDEAS SE PUEDEN CAMBIAR

¿Cuántas veces te has negado a pensar algo positivo sobre ti? Pues de la misma manera puedes negarte a pensar cosas negativas sobre ti. La gente dice: "Uno no puede dejar de pensar lo que piensa". Pues, sí que puede.

Tienes que decidir que so es lo que vas a hacer. No es necesario que te pelees con tus pensamientos para cambiar las cosas. Cuando oigas dentro de ti esa voz negativa, puedes decirles: "Gracias por la información". De este modo no estas cediendo tu poder al pensamiento negativo, pero tampoco estás negando su existencia. Le estás diciendo: "Sí, ya sé que estás ahí y te agradezco que me lo digas, pero prefiero hacer otra cosa. No quiero seguir insistiendo en eso, quiero crearme otra manera de pensar". No luches contra tus pensamientos. Reconócelos, y déjalos atrás.

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