sábado, 28 de noviembre de 2009

CLASE II-30 - PRÁCTICA ALQUIMISTA

¿Cómo practicar la Alquimia de manera consciente? La primera respuesta que se nos ocurre es: a través del ritual. A todos nos gusta hacer algo de una cierta manera: lo más estético, expresivo, espontáneo posible.

Nuestros gustos, nuestra sensibilidad y al calidad de nuestra capacidad de amar se reflejan en la forma que realizamos nuestros rituales. Empezamos nuestro viaje alquimista preparando el escenario, designando un lugar específico y escogiendo una hora exacta para realizarlo. En otras palabras creamos un lugar sagrado anticipando nuestra directa comunicación con Dios. Al preparar la atmósfera externa demostramos nuestro anhelo interno de realización.

La continuidad y la regularidad en el ejercicio cimentan y propician el ímpetu y la fuerza para construir y fortificar la verdadera red de circuitos que utilizamos en este estudio. El siguiente paso sería centrar nuestra atención en lo que vamos a realizar, asegurándonos la privacidad necesaria para no ser interrumpidos. Después, cómodamente sentados, y en silencio nos sintonizamos con nuestros mecanismos de percepción más sutiles (Diversos procesos espirituales y sicológicos nos ayudan a descubrir el talento y el discernimiento para detectar lo real de lo ilusorio y construir el poder que nos permitirá prolongar la percepción y acelerar las energía). Sabemos que estamos conectados con nuestro centro cuando el bullicio exterior no nos domina, logrando una profunda paz interior y una relajación plena.

Una vez aquietados nuestros sentidos externos (algunas personas necesitarán cierto tipo de actividad física para poder liberar y genera la energía biofísica que permite percibir los circuitos del sentimiento) empezamos el verdadero ritual con la INVOCACIÓN: nuestro llamado a Dios o a nuestro Dios Interior. Este llamado genera alcances vibratorios en las frecuencias más elevadas de nuestro ser, en el punto de origen que nos proyectó a la materia y continúa nutriéndonos de vida. La diferencia entre una invocación y un rezo radica en que en ella ordenamos la llamada en nombre y autoridad de nuestro Dios Interior y de nuestra herencia divina. Lo hacemos como emperadores o emperatrices en sociedad con Dios. Pedimos que la Ley de la Luz baje y ejerza su dominio sobre la materia. Aunque es mejor hacerlo verbalmente, si esto no fuese posible, la sola intención sirve para enviar hacia arriba la energía requerida. Comprendan que es el impulso del amor o la adoración lo que nos da el poder de alcanzar la conexión con esa frecuencia que en un mapa lineal estaría "Allá Arriba". Cuando a Dios lo llamamos arriba, Él responde. Tiene que hacerlo: ¡Es el SER! Este conocimiento nos permite enraizar en nuestro cuerpo el poder de Dios convirtiéndonos en conductores de las fuerzas cósmicas.

La invocación se completa cuando sentimos que un fluido invade nuestro cuerpo. Algunos le llaman gracia, otros éxtasis o bienaventuranza. La alquimia extrae esa energía y la expresa. En el momento del éxtasis creamos un circuito alquímico que es la corriente electrónica que permite el descenso de la Luz y el ascenso de la materia. En términos alquimistas, éstos serían los procesos de magnetización y de eterización que tienen lugar durante la transmutación y la manifestación. El circuito alquímico se establece cuando las energías canalizadas a través del cuerpo físico nos enlazan a los niveles cósmicos de vibración, con nuestro Dios Interior. La Invocación provee no sólo la red de circuitos sino también la esencia: el motor generador; son las fuerzas cósmicas que actúan dentro de nosotros.

Somos simples vehículos co-creando con Dios, prestando, embelleciendo; colaborando y bendiciendo la Vida con nuestra Voluntad de Amor que es nuestro servicio. Cuanto más utilicemos la Innovación y apliquemos las Leyes de Luz, mayores serán nuestras intensidades de energía. El uso de la Llama Violeta transmutadora o llama sanadora es esencial en la práctica de la alquimia interior. El fuego violeta junto con el color y la sustancia de oro simbolizan y corporizan el proceso alquimista de la transmutación que transforma lo denso en etéreo o viceversa; atrae la luz cósmica hacia los más recónditos rincones de la materia.

ELECCIÓN

El vacío creado por la sistemática disolución de la densidad tiene una fuerza tal que demanda el refinamiento de la consciencia y del discernimiento. Así como atraemos la Luz, también atraemos la No-Luz. La libertad, el conocimiento, el sentido de alerta y al responsabilidad vienen juntos. Nos abrimos a la luz y a la oscuridad. Somos los que abrimos, los que escogemos y los que ejecutamos. Desde el principio el Ser Interior no debe admitir mentiras ni secretos.

Tanto para la alquimia como para la evolución espiritual es importante comprender la naturaleza de la oscuridad. Existen dos tipos definidos de oscuridad: aquella que contiene la luz y aquella que la rechaza. La primera es un fenómeno de la naturaleza cósmica, la segunda es creada por el hombre. Las mentiras, secretos, engaños y manipulaciones pertenecen a este tipo de oscuridad. Esta negatividad no crea polaridad con la luz sino que es su antagonista.

Mucha gente tiene la idea errada de que la oscuridad es una parte necesaria de la vida. Para la creación de la materia lo es, para el espíritu no. La rabia, el miedo, la duda, la inseguridad, la enfermedad y la vejez no son necesarios para la vida. Son engendros del Ser aumentados por miles de años de ignorancia sicológica y espiritual.

Una vez que se escoge la senda del conocimiento superior hay que mantenerse firmes. Esto será necesario mientras permanezcamos en cuerpo físico y sujetos a leyes de la materia que obnubilan nuestra percepción. La práctica que mejor asegura nuestra adhesión a la luz es la GRATITUD, el reconocimiento de la sociedad divina. Por ello, toda la práctica termina con una Bendición, expresión de agradecimiento a Dios por la Vida, por la Luz y por el Amor. Esta Bendición debe ser una afirmación de lo que se ha pedido. En otras palabras, agradecemos a Dios por la curación que ha tenido lugar, por lo que nos ha dado, hoy como siempre, nunca ausente y nunca tarde. Esta aceptación sella la llamada y manifiesta nuestra petición creada anteriormente y que habíamos proyectado hacia el futuro, propalando los tres poderes antes mencionados hacia los éteres mediante el uso correcto de la voluntad alineada con la Ley de Dios. Este procedimiento provee la energía y la sustancia que darán forma a lo que estamos pidiendo. Dios ES LA ÚNICA PRESENCIA, LA ÚNICA INTELIGENCIA, LA ÚNICA ENERGÍA Y SUSTANCIA ACTUANDO EN TODO LUGAR.

Implicaciones

La anatomía humana energética es el perfecto campo de jugo para las fuerzas divinas. Está construida interna y externamente para expresar en forma óptima las modalidades tanto cósmicas como terrenales. Los cinco dedos de la mano, el par de ojos, las ventanas de la nariz, los pies, las manos, las cavidades dentro de los órganos, el cráneo, los resonadores del tronco, etc. ¡Damos tanto por descontado! Los mecanismos de respiración dentro de nuestros propios cuerpos encierran la llave a la santidad y la maestría.

En los últimos veinte años se ha escrito profusamente sobre el arte de respirar. Respirar es sinónimo de vida. El renacer, por ejemplo, es tan antiguo como la alquimia. El poder que genera la práctica de las filosofías orientales como la Taoísta y los sistemas yóguicos del Pranayama enseñan y recuerdan someramente el verdadero poder que la práctica de la respiración puede general. Estamos aprendiendo de nuevo que la respiración no es un simple fenómeno físico. Dentro de instrumento humano reverbera el aliento de Dios, el aliento Cósmico de Fuerzas electromagnéticas que danzan alrededor nuestro en un océano de pulsaciones.

La respiración activa las propiedades de nuestras facultades inferiores y provee así mismo la sustancia para la transmutación. De acuerdo al tipo de respiración que se utilice, los elementos agua, tierra, aire o fuego son activados y de ellos sacamos aquellos poderes que ser requieren tener, aplicar o modificar. La respiración es el gran catalizador del uso de los tres poderes con infinitas aplicaciones.

A través de ciertos tipos de respiración podremos también encontrar el balance necesario para el sendero espiritual. A menos que llevemos una vida balanceada y esto incluye una buena dosis de humor y de juego, las intensas prácticas del sendero espiritual pueden hacer mella en nuestro organismo físico. La dedicación y determinación no deben confundirse con el fanatismo y la angustia espiritual. En un sentido real hay mucho tiempo. Porque el tiempo es mente y la verdad está más allá de los reinos del tiempo y de la mente.

La alquimia interior no tiene nada que ver con la Alquimia de la Edad Media revestida de miedos y mistificaciones lóbregas y obsesivas. En nuestro siglo, en este tiempo no hay más lugar para el miedo y la destrucción. Las fuerzas de la luz prevalecen e iluminan nuestro camino a las verdades internas que se tornan irrefutables e irreversibles una vez experimentadas.

Sin embargo, no existen pruebas externas que puedan mostrarse a los escépticos. Con sólo atreverse a ser, el Ser encuentra pruebas suficientes para darse cuenta de que no existe más que una sola energía, una sustancia, una luz, una misma fuente - dentro de Dios. Una vez tocado, todo se convierte en oro y estamos entrando en una Edad Dorada. El oro y el cristal son para la Alquimia lo que Dios es para la vida. Incólumes, incapaces de ser contaminados, contienen la pureza de la totalidad, la esencia y la integridad.

La alquimia interior es la corporización de la fuerza del Espíritu. Tanto el fuego como el hombre no pertenecen a la Tierra, aunque la Tierra sea parte de Él. La alquimia interior es un proceso que lleva al origen verdadero de todos los procesos: Dios MISMO.

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EXPANSIÓN O LIMITACIÓN

Una vez que el estudiante puede captar la Verdad Eterna que el estado de pensamiento y sentimiento que forma la conciencia del individuo representa su riqueza, su salud, si medio ambiente, y las experiencias a través de las cuales Él pasará hora tras hora, tal ser ha comenzado a cortar las cadenas y las ataduras de limitación, y entra al reino donde Él es maestro de las circunstancias.

Tomen como ejemplo el intercambio de dinero - un hombre mide su riqueza, su habilidad de servir, la belleza con la cual él mismo se rodea y sus actos de beneficencia para con el resto de la vida, en base al dinero físico (sea en sus posesiones, o por ley natural) que le llega en el proceso de pagos humanos, dotaciones, salarios y así sucesivamente, y con eso él faculta a un objeto inanimado para que le de un pequeño porcentaje de la sustancia del Universo a través de su habilidad para regular sus asuntos y su vida, y vive, día tras día, año tras año, bajo los dictados de este intercambio.

Saint Germain ha afirmado que el dinero es únicamente tan valioso como su presencia monetaria lo que requiere para un medio de cambio. Nosotros hemos visto el intercambio monetario de varias naciones convertirse en nada, y las fortunas del estado y los individuos reducidas a la nada; todavía el estudiante no puede percibir que es su conciencia, y no la cantidad de posesiones físicas en sus manos lo que representa o su saludo o su prosperidad.

Voy a tratar de mostrarles la forma y medios a través de los cuales pueden apartarse de sus dificultades aparentes, y con el uso del Fuego Sagrado, MOLDEAR dentro de su universo toda la Belleza, toda la Perfección, toda la Felicidad, Opulencia, Salud y Confort que ustedes deseen; y cuando hayan enriquecido su conciencia mediante la ACEPTACIÓN de la Opulencia siempre presente, pulsando a través de la Luz Universal, encontrarán que el dinero es un EFECTO que se manifestará desde esta Causa Interna, que será un servidor apareciendo como un genio antiguo a medida que los requerimientos del momento lo demanden.

El Dinero es un Servidor

El dinero como el intelecto, es un bello servidor, pero un cruel maestro. En sí mismo, éste no puede comprar ninguno de los Regalos Eternos de Dios. Este no puede mantener la vida excepto donde otra parte de la vida escoja aceptar el dinero en retorno por los gastos de la energía de la vida. Este no puede comprar la Paz, no puede comprar la Felicidad, no puede comprar la Belleza, la Iluminación, el Entendimiento o la Sabiduría. Un hombre que viva en una isla desierta con todas las posesiones físicas del planeta Tierra, pero sin la cooperación de la naturaleza, no sostendría la vida en su cuerpo durante largo tiempo, porque eso no se come, no se puede respirar como aire, no puede calentar como el Sol.

Es tan valioso sólo como el hombre lo ha hecho, porque Él sirve al dinero donde los Dioses sirven a la Vida, y cuando llegue la hora en que la humanidad despierte para dar Servicio para la Alegría de la expansión de la Perfección de la Vida, el intercambio monetario del planeta Tierra cesará de ser.

Para ustedes que están deseosos de tener su liberación financiera, les ruego meditar a menudo que sus riquezas no están en las finanzas, sino en la contemplación de la Presencia Universal de Todo Bien, y si el resto del Universo necesitó dinero para darles a ustedes los productos que ellos crearon mediante el uso de la Energía de la Vida, la Ley de su ser debería suplir ese intercambio monetario.

Ellos deberías recibir el dinero, y ustedes recibirían la Belleza, la Opulencia y la Perfección que es más de Dios. Luego ustedes estarían cumpliendo con la ley externa y adicionalmente llenando su universo con la plenitud de la Perfección del Universo total.

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LA LLAMA MAESTRA

Es necesario trabajar en nosotros mismos utilizando las energías divinas. En otras palabras, hay que trabajar en sí mismo, su aura, su ser mental, emocional y físico.

Necesitará confrontarse y cambiar, volviendo a calificar y transmutar tendencias, hábitos, impulsos, compulsiones, creencias, inclusive sustancia física, enfermedades, malformaciones, disfunciones y proyecciones. Todo esto se logra invocando la energía del séptimo rayo, el rayo violeta.

La actividad de este rayo sirve para transmutar toda energía y sustancia y es esencial para todo trabajo alquímico. Es la energía "misteriosa" de la transmutación y la gracia. También es la que caracteriza esta época en que los antiguos pensamientos se están disolviendo y donde parte de la humanidad y de la sustancia planetaria se está transmutando. En este sentido, la Llama Violeta simboliza la purificación y redención mediante la transmutación y la sublimación, la elevación de energías a frecuencias superiores.

La alquimia interior se suscita cuando se utiliza la Llama Violeta mediante el uso de los tres poderse para transformar cierta condición existente. Esto activa la inteligencia dentro de esa energía y la acelera a un punto tal que logra saltar a otro nivel vibratorio produciendo una sustancia totalmente distinta. Esta actividad necesita de un ser humano encarnado, de una conciencia que tenga acceso directo a la sustancia física, que por su propio compromiso con la evolución del planeta está en una posición de autoridad sobre la materia.

La Llama Violeta es invocada y dirigida a cada uno de los cuerpos inferiores. Su presencia servirá para hacer emerger toda impureza de formación para su revisión y recalificación. Esto quiere decir que debemos enfrentarnos a ella, mirarla, trabajarla física, mental y emocionalmente mientras la vamos observando desde la perspectiva del ser superior y el proceso de transmutación.

Todavía necesitamos utilizar nuestra voluntad y determinación para volver a canalizar esta energía. Y en caso de desorden físico, debemos confrontar las causad detrás de las enfermedades y aflicciones.

Una vez que las hemos confrontado, podemos liberar estas deformaciones. Ester proceso se llama eterización. La eterización es la liberación de los bloques de construcción, o electrones físicos y no físicos hacia lo informe. En otras palabras, es el proceso de desmaterialización. En este punto, se crea un centro magnético que provee el espacio para que descienda la Luz y recree la sustancia a su imagen y semejanza, es decir, perfecta. Esta parte del proceso se denomina magnetización. La Llama Violeta es responsable de la eterización y la magnetización en todo nivel de sustancia, sea de Luz o de materia. Quizás, ahora podrá entender mejor por qué se le dice la Llama del Perdón y la piedad. Vista desde la perspectiva del ser personal esto se experimenta como la gracia divina.

La Llama Violeta Transmutadora puede ser utilizada también en el proceso de transmutación de la siguiente manera:

1. Visualícela envolviendo su cuerpo. "Siéntala" fuera de su cuerpo, por su piel y dentro de su cuerpo, en el plexo solar, en sus órganos, etc. visualícela alrededor suyo, extendiéndose hasta proteger su aura.

2. Diríjala hacia donde más la necesite; física, mental y emocionalmente. Vea como actúa rompiendo pensamientos y disolviendo sustancia (Observe qué tipo de acciones ejecuta. A veces barre, inflama, hierve, gira, etc.)

3. Pida la energía transmutadora. Puede enviarla hacia fuera como una parte suya llena de amor y perdón, con bendiciones y deseos de buena voluntad, o simplemente reconocerla dentro de su propia sanación.

4. Examine sus efectos reconociendo que los pensamientos detonantes, las enfermedades o las emociones ya no están ahí.

5. Ejecute acciones en el plano físico para asentar y sellar esta operación.

Es imperativo que todo trabajo sea asentado físicamente. El rezar no es suficiente. No es suficiente imaginarse. No es suficiente convencerse a sí mismo que se ha perdonado o ha perdonado a alguien que lo dañó. Es necesario corporizar la transacción mediante una actividad física. Tendrá que actuar el perdón y ver o escribir o telefonear a la persona involucrada.

Necesitará examinar sus pensamientos habituales de carencias o limitaciones para asegurarse que esa condición no volverá a recrearse en su cuerpo, mente o sentimiento.

Su afirmación o decreto para utilizar la Llama Violeta puede ser como esta:

Amada Presencia de Dios YO SOY en mí. Enciende ahora dentro de mí y alrededor mío la Llama Violeta Transmutadora. Purifica y transmuta en mí y en mi mundo todo aquello que no venga de la Luz: toda impureza, sentimientos impíos, conceptos equivocados, registros etéricos destructivos (causa, efecto, registro y memoria) conocidos o desconocidos.

Que esta acción se mantenga poderosamente activa. Que todo sea RECALIFICADO y reemplazado por sustancia purificada, poder de realización y la ejecución del plan divino.

La mejor manera de prepararse para el más elevado trabajo mutidimensional es practicando constantemente la visualización de su tubo de Luz y de la Llama Violeta. Esta protección lo separa de la telaraña de deseos y pensamientos construidos por los humanos, permitiéndole transmutar sus propias creaciones y proseguir con su evolución, su servicio y su propósito de vida. Desarrollar este hábito ampliará la potencia del pensamiento, solidificándolo y fortaleciéndolo.

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PREGUNTAS PARA LA AUTO-OBSERVACIÓN

He aquí algunas preguntas para una autoexploración. Además puede formularse sus propias preguntas. Atrévase a ahondar más y más en cada respuesta. Estas no vienen a menos que se haga las preguntas necesarias. Es interesante revisar este proceso cada diez días más o menos para identificar y acelerar el aprendizaje que la vida esté proporcionando.

1. ¿Quién soy? Físicamente, emocionalmente, mentalmente (Describa cómo se siente y actúa en cada uno de estos estados)

2. ¿Cuál es mi relación con las diversas partes de mí mismo? Con mi cuerpo (conciencia, manejo del peso, etc.) Con mi mente (habilidad de concentrarme, enfocar, dirigir o vaciar la mente). Con mis emociones (notar las identificaciones, ataduras, pérdidas de poder, etc.)

3. ¿Me doy cuenta de mis diferentes personalidades? (Identifíquelas y déles nombres específicos)

4. ¿Cómo soy en relación con los otros? Estudie sus relaciones: los tipos, la duración, la capacidad de intimidad (Tendencias kármicas y cambios si hubieran)

5. ¿Cómo me ven los otros? (Proyéctese a través de los ojos de los demás)

6. ¿Cómo soy en relación con Dios, mi Ser Superior? ¿MI comprensión de causa y efecto? ¿Sobre estados de sueño?

7. ¿Cómo percibo la realidad? Distinguir cambios y sutilezas.

8. ¿Soy intuitivo? Con la gente. Con los hechos. Conmigo mismo.

9. ¿Cuáles son mis hábitos? (Esté alerta a patrones y cambios) ¿Cómo incremento mi capacidad de espontaneidad? ¿En qué áreas? Observe si hay comportamientos obsesivos: sexo, comida, determinados pensamientos, etc.

10. ¿Cuál es mi relación con el trabajo y los hechos externos? Describa cómo siente y funciona

11. ¿Qué parte de mi vida no controlo o encuentro difícil de manejar? ¿Con quien?

12. ¿Qué es lo que reprimo o suprimo en mi mismo, en mi medio ambiente?

13. ¿A qué le tengo miedo?

14. ¿Qué me disgusta en otros? (Estudie por lo menos tres características de tres personas. Observe si usted también la tiene, o alguien cercano a usted.

15. ¿Cómo puedo mejorar? (Sea específico. Encuentre alguna actividad u ocupación que pueda crear esa mejoría)

16. ¿Qué pasos he tomado para mejorar? (Observe sus progresos y permítase el sentimiento de satisfacción)

17. ¿Cuáles son mis ambiciones, mis deseos, mis planes para el futuro inmediato? ¿Para un futuro lejano? ¿Cómo manifiesto mis deseos?

18. ¿Qué tan sensible soy a los otros, y cómo me hace sentir eso?

Formule un plan claro y una película clara de sí mismo: feliz, saludable, rico, creativo, productivo, etc. Guarde esa película.

Permita que ella descienda y lo envuelva. Absórbala dentro de la estructura celular. Cree el sentimiento de poseerla. Permita ese sentimiento en toda su totalidad. Déjelo ir. Acepte que el sentimiento de acogida (como si lo hubiera tenido por mucho tiempo) lo rodee. Regrese al presente. No cuestione ni discuta esto con nadie. Agradezca a la Presencia Divina dentro suyo.

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