lunes, 3 de mayo de 2010

CUADERNILLO Nº 39 – Parte 3

MÉTODOS DE DEFENSA CONTRA EL ATAQUE PSÍQUICO

ASPECTO FÍSICO DEL ATAQUE Y LA DEFENSA PSÍQUICA

Debemos tener en cuenta que se necesita mucha precaución antes de suponer la existencia de un ataque psíquico. Estos ataques son comparativamente raros. No debemos asumir que estamos ante uno de ellos hasta que hayamos excluido previamente todas las demás causas posibles. No hace mucho tiempo conocí un caso de supuesta obsesión que resultó ser un estreñimiento que no había tenido en cuenta y que se exorcizó eficazmente con aceite de ricino. Si hay síntomas físicos, aunque sólo sean mal color o mal aliento, hay que buscar la diagnosis de un médico cualificado, pues aunque el problema tenga un elemento psíquico predominante su origen podría ser físico.

Los focos sépticos son centros de descomposición y como tales abren la puerta a formas inferiores de vida elemental cuya función es ayudar a que el polvo vuelva al polvo. Las impurezas de la sangre pueden envenenar el cerebro. Los abscesos o crecimientos nuevos pueden estropear sus funciones. Estas cosas sólo las podría reconocer aquel que entienda el cuerpo; el hombre formado es el mejor hombre, y el hombre con la mejor formación es el mejor de todos, y el único lugar en donde se puede obtener una formación adecuada para la diagnosis es un hospital general. Además, si las cosas se ponen mal, la única persona que puede sacar las castañas del fuego es aquella cuya firma sea aceptada como certificado por las autoridades.

Supongamos que el paciente resulta ser un lunático, ¿qué podrá hacer por él el practicante no cualificado? Una gran proporción de casos de supuesto ataque psíquico resultan ser simplemente historias de lunáticos e histéricos. La lunacidad incipiente es realmente difícil de detectar; la histeria es muy astuta y plausible; un doctor que se enfrenta a la naturaleza humana todos los días de su vida detectará cualquiera de estas dos condiciones con mucha más rapidez que un profano que nunca antes las hubiera visto.

Podrá objetarse que es muy difícil encontrar un doctor que tenga una aptitud simpática hacia el ocultismo. Argumentar así la cuestión es no entenderla. No hay que pedirle al doctor que coopere con una operación oculta, sino examinar si existe alguna enfermedad física, y tratarla si el médico la encuentra. Las medidas ocultas que se ponen en beneficio del paciente le interesan tanto como lo que el paciente hace en la iglesia.

Si el doctor no encuentra evidencias de enfermedad orgánica, o encuentra alguna dolencia como venas varicosas, que evidentemente no tienen relación con la condición mental, podrá decirse que el caso ha pasado la primera prueba y sentiremos que merece la pena realizar la investigación psíquica. Si el caso es malo, o el problema muy constante, probablemente el doctor encontrará que el paciente está debilitado, aunque no vea nada concreto, y procederá a tratar esa condición. Eso es bueno, pues cuando mejor sea la condición física del paciente más resistencia y control mental tendrá. Sin embargo, si es posible se deben evitar los somníferos, y si hay que administrárselos alguien deberá vigilar al paciente mientras duerme, y alguien que sepa mantener una guardia oculta, y la habitación en la que duerma deberá ser purificada y sellada.

En una situación ordinaria, la persona que sale a lo astral y se encuentra con un ataque oculto regresa a su cuerpo como lo hace el conejo a su madriguera y despierta como si lo hiciera de una pesadilla; pero si el sueño se ha producido innaturalmente mediante somníferos no podrá despertar y, por así decirlo, se encontrará encerrado en lo astral, y eso es lo último que se desea en el caso de un ataque psíquico. Si se considera esencial el sueño artificialmente inducido, pues es imposible pasarse sin dormir indefinidamente, la persona que vigila al durmiente observará cuidadosamente cualquier signo de que esté siendo perturbado por sueños, y si observa que murmura o se agita realizará inmediatamente los destierros necesarios y susurrará al oído del durmiente sugerencias tranquilizadoras como las que recomienda Coué que se haga en el caso de niños pequeños.

Uno de los rasgos más terribles de un ataque psíquico es que la victima tiene miedo a dormirse, pues siente que en el sueño está indefensa.

Se pueden hacer muchas cosas en el plano físico para ayudar a la persona que sufre un ataque oculto, y debemos considerar también esos métodos físicos mientras tratamos el papel que puede jugar un doctor en el caso. La luz solar es muy valiosa porque refuerza el aura y la vuelve mucho más resistente. Por eso se suele aconsejar a los pacientes que vayan al campo, aunque para la víctima de un ataque oculto el irse a la profundidad del campo puede no ser deseable, pues allí las fuerzas elementales son mucho más potentes que en la ciudad, y si el paciente se ve amenazado por un ataque de fuerzas atávicas es más conveniente para él estar cerca de las moradas de los hombres.

El mar es también una fuerza elemental que es mejor evitar, pues el agua es un elemento íntimamente relacionado con el psiquismo. Cuando se trata de elegir un refugio saludable para una persona aquejada de problemas psíquicos deben evitarse las grandes masas de agua y las altas montañas. El mejor lugar es un balneario tierra adentro. Deportes, entrenamiento físico, masajes, todo lo que mejore la condición del cuerpo es valioso, pero evitando los largos paseos solitarios, porque suele darse un riesgo de suicidio. La persona que sea víctima de un ataque oculto debe evitar a toda costa la soledad,

Hay otra medida muy simple que produce un alivio inmenso en los casos de interferencia psíquica. Es evidente que el ataque se realiza por medio de los centros psíquicos, por tanto, todo lo que cierre esos centros volverá a la víctima comparativamente inmune. Es bien conocido que la persona materialista e impasible puede vivir con impunidad en casas encantadas que llevan a la locura y al suicidio a las personas sensibles. También es conocido el hecho que no puede realizarse un trabajo psíquico con alimento en el estómago; los mejores resultados se obtienen siempre en ayunas. La consecuencia evidente de estos hechos es que si queremos mantener cerrados los centros psíquicos no debemos permitir que el estómago esté vacío. La persona que se enfrenta a un ataque psíquico no debe pasar más de dos horas sin tomar alimento.

En la cabeza hay algunos centros psíquicos importantes. Uno de los métodos más simples de comprobar su actividad consiste en alejar la sangre de la cabeza. Esto se puede conseguir eficazmente con un baño caliente o poniendo los pies en agua caliente con mostaza.. Otro centro importante es el plexo solar; durante un ataque psíquico suele sentirse tenso y molesto. Una botella grande de agua caliente, bien llena para que sea pesada además de dar calor, se debe poner en el plexo solar, el cual se encuentra a la anchura de una mano entre la boca del estómago y las costillas, aliviando así eficazmente la tensión producida en ese punto. La presión dará alivio incluso sin calor, y he conocido casos en los que una almohadilla firmemente sujeta allí por un cinturón o corsé ha producido un gran alivio.

Por encima de todo, hay que mantener los intestinos en buen funcionamiento cuando el paciente se enfrenta a un ataque psíquico, pues nada le coloca en una desventaja tan grande como la acumulación de materia fecal en el cuerpo.

Todos estos remedios físicos son simples y pueden realizarse fácilmente. No constituyen una curación de las patologías psíquicas, ni una defensa completa frente a un ataque de este tipo, pero alivian mucho las incomodidades; permiten a la víctima crear una resistencia más eficaz y al aliviar la tensión aumentan su capacidad. En muchos casos de ataque psíquico el que resiste más tiempo es el que gana; los ataques psíquicos debidos a seres humanos no pueden mantenerse indefinidamente, porque exigen demasiada energía.

Hay un antiguo refrán que dice “no utilices una gran espada si basta una pequeña”. Los métodos físicos de defensa implican un gasto de energía mucho menor que los psíquicos, y por tanto es psíquicamente económico utilizarlos lo más posible. ¿Por qué molestarse en exorcizar a los elementos terrestres con un ritual cuando puede conseguirse lo mismo con una píldora?

En relación con esto hay que considerar también la cuestión de la dieta. La extensa propaganda de la Sociedad Teosófica ha hecho que el vegetarianismo se considere como condición imprescindible de la formación oculta. Sin embargo, no es así. El vegetarianismo no forma parte de la tradición occidental, sino que enseña que un hombre debe utilizar con templanza el alimento de la tierra en la que se encuentra. Personalmente me siento inclinada a pensar que ocultismo y vegetarianismo puede ser una mezcla perniciosa para un europeo, pues el resultado es una hipersensibilidad que hace que la vida sea muy difícil en nuestra dura civilización.

El vegetarianismo ha de ser completamente entendido y muy bien conducido para que tenga éxito, y aún así hay una buena proporción de personas incapaces de ingerir las proteínas vegetales, las cuales no son tan fáciles de tratar como las sustancias animales. Sólo la experiencia y la experimentación podrán demostrar si una dieta vegetariana conviene a una determinada persona. La indigestión no es la única señal de que las cosas no van bien. La pérdida de apetito, de energía, de peso o la escasa robustez son señales de peligro que si no se tienen en cuenta serán causa de una mala salud crónica.

El vegetarianismo puede irle bien a una persona al principio, pero tras un período considerable, posiblemente de años, quizá se vea sometido a una neuritis, neuralgia, ciática o cualquier otro tipo de dolor nervioso. Esa es una indicación segura de que una dieta vegetariana no está proporcionando nutrición suficiente, y no porque no contenga las unidades alimenticias necesarias, sino porque la digestión es incapaz de asimilarlas y salen del cuerpo inalteradas. Siempre que hay un historial de dolor neurálgico complicando un caso de perturbación psíquica, me veo inclinada a sospechar de la malnutrición crónica como causa de un psiquismo hipertrofiado. En tales casos suele descubrirse que un retorno gradual a una dieta mixta produce una reducción de la hipersensibilidad, desaparecen los contactos indeseables que se habían formado y la condición vuelve a la normalidad. Sin embargo, el cambio de la dieta debe hacerse siempre gradualmente para no estropear la digestión.

Todo el que tenga problemas con perturbaciones psíquicas debe abandonar inmediatamente todas las prácticas ocultas y cambiar todas las medicaciones habituales por las oraciones de su niñez o por métodos del Nuevo Pensamiento. Cuando hay problemas astrales no es buen momento para abrir los centros psíquicos. Lo que hay que hacer en tales casos es volver al plano físico y quedarse allí con resolución. En un viejo número de Punch había un dibujo que a mi modo de pensar expresa exactamente la actitud correcta para la persona afligida por un problema psíquico: “Frente a una cama con dosel al viejo estilo hay una feroz hembra armada con un rodillo, y bajo el dosel sale la cabeza de su esposo que dice:”podrás pegarme una y otra vez, pero no romperás mi espíritu varonil porque no pienso salir”.

Si la víctima de un ataque oculto se concentra en las cosas mundanas, se lo pondrá difícil a cualquier brujo. ¿Qué puede hacer un brujo si en el momento en que está actuando con la magia negra su víctima se encuentra en el cine partiéndose de risa ante la actuación de Charlie Chaplin? Hay un viejo refrán que dice que un clavo saca a otro clavo. Si se tiene miedo a los peligros invisibles, se debe practicar un deporte que tenga un elemento de riesgo.

DIAGNOSIS DE LA NATURALEZA DE UN ATAQUE

Tras haber analizado los factores puramente físicos de una perturbación psíquica, llegamos ahora a la consideración de sus factores genuinamente psíquicos. Sin embargo, debemos tener siempre en cuenta que el hecho que se encuentre una enfermedad física no elimina necesariamente el factor psíquico. Una condición física, como un estado anormal de la sangre, puede causar una baja forma de psiquismo y poner a la víctima en contacto con condiciones astrales malignas. La ciencia le dará el nombre de delirio o alucinación, pero el ocultista lo llama psiquismo patológico y puede hacer mucho para aliviarlo, bien cerrando los centros psíquicos o bien excluyendo las influencias psíquicas malignas del entorno del paciente, para que los espíritus que vea sean angélicos en lugar de demoníacos, y le causen felicidad en lugar de tristeza.

Los centros psíquicos abiertos forzadamente por una enfermedad de la sangre perciben todo lo que se pone al alcance de su visión. Por tanto, asegurémonos que nada que no sea agradable se acerque a ellos. No podemos privarle totalmente del contacto con el astral, pero al menos podemos asegurarnos de qué vagabundeos se realicen en una parte agradable y segura de lo astral. La gente no suele entender en qué medida los vagabundeos del delirio pueden ser dirigidos y contrapolados por las sugestiones susurradas al oído del enfermo. Podemos acompañar al enfermo en sus vagabundeos astrales y conseguir que nuestra voz se oiga entre sus visiones, librándole por nuestro conocimiento de las presencias malignas que le amenazan y guiando sus sueños por un camino de paz.

Al comienzo de nuestra diagnosis hemos de distinguir entre tres clases amplias de perturbación psíquica: las que son una consecuencia de la enfermedad física, las que se deben a una acción humana maliciosa y las que se deben a interferencia no humana. Las del primer tipo serán rápidamente captadas por el médico si, tal como se ha aconsejado, se recurre a él como preliminar esencial. Además, el médico tiene gran eficacia para eliminar los fraudes, pues las personas que se mueven en círculos psíquicos y están familiarizadas con su terminología pueden simular un ataque psíquico para conseguir dinero u obtener hospitalidad, o por puro afán de notoriedad, o con motivo de aberraciones humanas más comunes de lo que generalmente se piensa. Los fraudes suelen desaparecer o recuperarse rápidamente cuando se les amenaza con un examen físico. Y las personas fraudulentas que se arriesgan son rápidamente cogidas por un profesional que ha pasado el tiempo necesario en un departamento de externos de un hospital general.

La diagnosis que ha de hacer el ocultista estriba en distinguir entre el ataque de una mente encarnada y el ataque de una mente desencarnada. Hay dos modos de hacerlo y debe utilizar ambos, para que se contrarresten el uno al otro. Debe conseguir al menos dos psíquicos independientes para que realicen la psicometría del caso, y él mismo ha de realizar su propia diagnosis a partir del historial interpretado a la luz de los primeros principios. Es un gran error combinar lo psíquico y lo científico. Se pueden neutralizar el uno al otro. Que una persona realice las operaciones psíquicas y otras las observaciones, tomando las precauciones apropiadas para impedir que los resultados de la investigación clarividente estén viciadas por la sugestión, o por la lectura de pensamiento de las opiniones previamente concebidas en la mente de cualquiera de las personas implicadas. Por tanto, es útil enviar muestras para la psicometría al inicio de la investigación oculta, antes de que se hayan formado opiniones.

Tomar muestras psicométricas adecuadamente no es nada simple. He visto a un hombre sacar un mechón de cabello de otra persona de su bolsillo, donde lo había llevado un par de días y enviarlo a psicometría. Lógicamente, estaba tan impregnado por sus propias emanaciones que era inútil. Una muestra psicométrica debe ser un objeto totalmente impregnado con las vibraciones de una persona. Una prenda que llevara habitual o recientemente, un mechón de cabellos, una joya, todo esto puede servir siempre que se conserve apropiadamente.

Las sustancias cristalinas, como las piedras preciosas, preservan el magnetismo mejor que lo demás; los metales también son buenos, sean o no preciosos. Una navaja de bolsillo, por ejemplo, mantiene bien el magnetismo. La madera los retiene mal, lo mismo que el papel, lana, algodón y seda artificial, especialmente esta última. La seda y el lino son buenos. La goma es inútil. El cristal depende de su forma por lo que respecta a su capacidad de retención. Si está cortado de forma que refracte la luz, puede ser muy bueno; si es plano y totalmente transparente, como un cristal de ventana, es casi inútil. La piedra es buena. La arcilla es mala. Un artículo elaborado no es tan bueno como un artículo simple. Por ejemplo, un anillo de marquesa no es tan bueno como un anillo de sello. Las cartas pueden ser equívocas porque a menudo contienen tanto magnetismo del receptor como del escritor. Algunos psíquicos pueden trabajar a partir de una fotografía, pero estrictamente hablando este método no es psicométrico, pues la imagen mental evocada por la fotografía es utilizada para recoger la imagen correspondiente del éter reflectante.

Hay que tener cuidado para tomar una muestra psicométrica, pues se contamina fácilmente por el magnetismo de cualquiera que la maneja, que esté próximo a ella o que incluso piense con concentración en ella. Por ejemplo, si al empaquetar esa muestra para enviarla Ud. está meditando sobre el problema que presenta y elaborando su propia teoría, el psicometrista puede captar su forma de pensamiento en lugar de leer las condiciones de la persona a quien pertenece el objeto. Los materiales utilizados para el empaquetamiento deben estar también libres de magnetismo. Conozco el caso de un psíquico que una baratija pertenecía a una enfermera o a alguien relacionado con hospitales. En realidad no era así, pero había sido empaquetado en algodón quirúrgico.

Al empaquetar una muestra psicométrica, hágalo rápidamente y tocándola lo menos posible. Tome un trozo de seda negra o blanca “virgen”, lo suficiente grande para envolver la pieza. Póngala sobre el artículo y envuélvelo rápidamente, manejándolo a través de la seda. En un sentido oculto, “virgen” significa algo que no ha sido utilizado nunca para otro propósito. P.e., no debe utilizar un trozo de un vestido o cojín viejo. Un artículo que no puede ser manejado con este método, se puede coger con unas tenacillas o las puntas de una tijeras y poner sobre el cuadrado de seda en que va a envolverse. Empaquete el artículo envuelto en una caja de madera, asegurándose de que cualquier relleno utilizado sea también virgen, No se debe confiar en el informe de un solo psicometrista. Hay que enviar muestras por lo menos a dos de ellos. También es útil al enviar muestras, y especialmente cuando se envía la hora del nacimiento para un horóscopo, no permitir que se conozca el nombre para que no se puedan extender murmuraciones. A los astrólogos les gusta mucho manejar las cartas y discutirlas.

El horóscopo de alguien que entiende la naturaleza del trabajo que está realizando es muy valioso, pues la posición de los planetas en las casa celestes no sólo sirve como ayuda a la diagnosis, sino que es una ayuda muy importante para el tratamiento. Por tanto, es mejor explicarle al astrólogo la naturaleza del caso y el tipo de información que se desea, para que se pueda examinar la carta de acuerdo con ello. Para el terapeuta de lo oculto, un horóscopo es como una placa de rayos X para un médico.

Estos comentarios son linealmente generales, no siendo la idea de este escrito entrar en detalles de la forma de trabajar el ocultista, solamente quiero recalcar que hay que realizar una investigación cuidadosa concerniente a los conocidos del paciente, saber si alguno de ellos es psíquico o estudiante del ocultismo. Procure, sin embargo, no arrojar sospechas sobre ninguna persona a menos que tenga evidencias concluyentes, y es esencial hacer esto a fin de salvar al paciente. Recuerde que siempre es posible equivocarse.

Una persona perturbada ya por un ataque psíquico estará en situación de saltar a la sombra. Ha de ser tratada con mucha discreción. No anuncie sus sospechas hasta que estén concluyentemente verificadas. Cuando todo se ha dicho y se ha hecho el principal objetivo es la curación, no una explicación. Al paciente le vale de poco conocer las culpas si no se aclara la situación. Se encontrará considerablemente peor si sus sospechas se dirigen hacia una persona de su entorno de la que no puede escapar que si le atribuye el problema a influencias psíquicas no identificadas. El que a veces la ignorancia es mejor que el conocimiento es más cierto en asuntos psíquicos que en cualquier otro. No abra nunca los ojos de su paciente a un peligro para el que no pueda darle una defensa eficaz. El cirujano que va a operar cubre los instrumentos con un paño para que el paciente no los vea. El ocultista prudente hace lo mismo. No olvide que lo invisible es sospechoso siempre para el no iniciado.

MÉTODOS DE DEFENSA

Estos apuntes son más como un manual de primeros auxilios que una modografía sobre el tratamiento.

Debemos tener en cuenta que lo mismo que una medicina potente es efectiva en las manos del experto, pero peligrosa en las del aficionado, las fórmulas ocultas más poderosas necesitan un equipamiento especial para su uso. Además, una fórmula utilizada indiscriminadamente por el que no está iniciado puede perder su potencia y volverse inútil.

No hay dos casos iguales, y el caso típico no es más que una rareza y un tesoro. El sentido común, la aptitud natural y la experiencia constituyen el mejor equipo del exorcista.

Lo primero que hay que hacer en el tratamiento de un ataque oculto es limpiar temporalmente la atmósfera y sanar así un espacio en el que respirar para reformar las filas sacudidas. Esto se consigue más fácilmente con un ritual organizado que con una fuerza de voluntad que no reciba ayuda alguna. Cualquier acto “realizado con intención” se convierte en un rito. Podemos tomar un baño sin tener otra cosa en la mente que la limpieza física; en ese caso, el baño limpiará nuestros cuerpos, y nada más. O podemos tomar un baño con la idea de una limpieza ritual, en cuyo caso su eficacia se extenderá más allá del plano físico. Podemos por tanto realizar ciertas acciones físicas no sólo como un medio de limpiar las condiciones etéricas, sino también como un medio de afectar concretamente a las astrales por medio de la imaginación, arma potentísima en todas las operaciones mágicas.

Los objetos físicos se impregnan de emanaciones etéricas y las mantienen durante períodos considerables, lo mismo que un cuchillo mantiene el olor de las cebollas y lo transmite a todo lo que toca. Estas emanaciones, llamadas magnetismo en la terminología de la ciencia oculta, afectan profundamente a cualquier persona sensible que esté en contacto con ellas. Hay algo de verdad en la vieja superstición de que trae mala suerte poner las botas sobre la mesa. Es igualmente poco aconsejable poner sobre una cama las prendas de ropa que se llevan en el exterior. No sabemos quién ha rozado nuestro hombro al ir en un autobús o en un tren, ¿por qué dar entonces a su magnetismo la posibilidad de que contamine el lugar donde dormimos?

Por suerte para nosotros, el magnetismo es una fuerza muy fugitiva, y aunque pueda ser poderosa cuando es nueva desaparece pronto, a menos que haya sido creada deliberadamente por medio de un ritual. No es difícil hacer desaparecer la atmósfera terrible que rodea a la víctima de un ataque oculto e invade todas sus pertenencias, pero volverá a formarse rápidamente a menos que se eliminen las condiciones que la produjeron.

El modo más eficaz de deshacerse del magnetismo es mudarse a un nuevo lugar, no llevando ninguna de las viejas pertenencias. Sin embargo, este consejo se acerca a la perfección en la mayoría de los casos. Por suerte hay otros modos que nos permiten alcanzar nuestros fines con la misma eficacia. Si hay alguna posibilidad, la víctima del ataque oculto debe mudarse temporalmente a otro entorno, llevando con él el menor número de pertenencias posibles, con ropas nuevas o recién traídas de la tintorería. Además, debe mantener su nuevo paradero como un secreto en la medida en que esa situación le resulte conveniente.

Hay una antigua superstición según la cual uno puede deshacerse de un brujo haciéndole perder el rastro cruzando agua corriente. En mi opinión, muchas de esas viejas creencias se basan en un hecho, aunque la superstición haya llegado a ocultarlo.

Tenemos escaso conocimiento exacto concerniente a esas fuerzas sutiles que son la base tanto del ataque oculto como de la curación espiritual, pero hay buenas razones para creer que en su naturaleza son bastante análogos a la electricidad. No son fuerzas inanimadas, sin embargo, sino que en su naturaleza tienen algo semejante a la vida, aunque de un tipo inferior. La experiencia me dice que si trabajamos sobre una analogía combinada de la electricidad y la bacteriología nos acercamos bastante a los hechos; al menos en la medida que nos lo permite nuestro estado actual de conocimiento. Dicho de otro modo, si actuamos como si creyéramos poseer las cualidades combinadas de la electricidad y las bacterias, tendremos un método bastante preciso de conducirnos por tanteo en ausencia de un conocimiento cierto y una visión real. Si consideramos los diversos métodos utilizados en la magia popular de todas las épocas y razas, observamos que están de acuerdo con esta hipótesis.

Sabemos que el agua corriente tiene cualidades eléctricas peculiares, como atestigua su efecto sobre la vara de adivinación en las manos de una persona sensible. Lo que afecta al adivinador es probablemente lo mismo que afecta al ataque oculto. Si recordamos además que el agua corriente hace que los sabuesos pierdan el rastro de su presa, pensaremos que con igual eficacia pueden hacérsela perder al supuesto brujo, y creemos que no se nos pueda acusar de supersticiones si damos una oportunidad a la vieja tradición y observamos los resultados.

Además, el agua es un vehículo de purificación. Se utiliza en el rito del bautismo por la iglesia, y en la preparación del lugar por los ocultistas que van a celebrar una ceremonia. Hablando en términos estrictos, en el agua así empleado debe haber un rastro de sal, y tanto la sal como el agua son bendecidas con invocaciones poderosas cuando el sacerdote prepara el agua sagrada, ya sea para el bautismo o para colocar en la pila del agua bendita que utiliza la congregación.

Por lo que concierne al ocultista, la sal es el emblema del elemento tierra. Es también una sustancia cristalina, y estas sustancias, en sus diferentes formas, reciben y retienen el magnetismo etérico mejor que cualquier otra cosa. Por otra parte, el agua es el emblema de la esfera psíquica. Estas dos esferas contienen entre ellas una enorme parte del mal oculto. Es ciertamente raro que la perversidad espiritual de los lugares altos llegue hasta las esferas aéreas de la mente o a las esferas de fuego del espíritu. Si queremos entrar en contacto con una esfera particular, u operar sobre ella, utilizamos como base una sustancia apropiada. En consecuencia, una solución de sal y agua constituyen una base mejor que la sal y agua por separadas, pues nos permite cubrir toda la esfera de operaciones probables en una sola actividad. Es interesante anotar, en relación con las propiedades mágicas de las sustancias cristalinas, que se utilizan en los aparatos inalámbricos para recoger las vibraciones sutiles del éter. Otra vez nos acercamos al rastro de nuestra analogía electro-bacteriológica.

Es un plan excelente, cuando tratamos de romper un contacto psíquico indeseable, sumergirnos en un baño de agua que haya sido especialmente consagrada para ese fin; vístase con ropa nueva o por lo menos limpia, y si es posible múdese a una habitación diferente. Si no puede ser, ponga la cama en una posición distinta,`procurando que esté en un ángulo distinto; es decir, si tenía la costumbre de dormir en la dirección Norte-Sur, coloque la cama por ejemplo en la dirección Este-Oeste.

Puede utilizar las oraciones siguientes para la bendición de la sal y el agua:

“(Ponga los dedos índice y corazón en la sal). Te exorcizo, criatura de la tierra, por el Dios vivo (persignarse = P), por el Dios Santo (P), por el Dios Omnipotente(P), para que seas purificado de todas las influencias malignas en el nombre de Adonai, que es señor de los ángeles y los hombres.

(Extender la mano sobre la sal). Criatura de la tierra, adora a tu creador, en nombre del Dios Padre Todopoderoso, hacedor del cielo y de la tierra, y de Jesucristo su hijo, nuestro salvador, te consagro (P) al servicio de Dios, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Poner el dedo índice y corazón en el agua). Te exorcizo, criatura del agua, por el Dios vivo (P), por el Dios Santo (P), por el Dios Omnipotente (P), para que seas purificado de todas las influencias malignas, en el nombre de Elohim Sabaoth, señor de los ángeles y de los hombres.

(Extender la mano sobre el agua). Criatura del Agua, adora a tu creador. En el nombre del Dios Padre Todopoderoso, que hizo un firmamento en medio de las aguas, y de Jesucristo su hijo, nuestro salvador, yo te consagro (P) al servicio de Dios, en nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.

(Arrojar la sal en el agua). Te rogamos, OH Dios, señor del cielo y de la tierra, y de todos los que están en ella, visibles e invisibles, que extiendas la mano derecha de tu poder sobre estas criaturas de los elementos, las santifiques en tu santo nombre. Que esta sal sea para la salud del cuerpo y esta agua para la salud del alma, y que queden desterrados del lugar en donde se usen todo poder de la adversidad y toda ilusión y artificio del mal, en nombre de Jesucristo nuestro salvador. Amén.”

El agua así consagrada puede utilizarse como baño o para hacer el signo de la cruz sobre la frente, o para rociar un lugar. Cuando la utilice así, puede emplear la oración siguiente:

“En el nombre que está por encima de todos los otros nombres, y en el poder del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, exorcizo todas las influencias y semillas del mal, pongo sobre ellas el encanto de la Iglesia Sagrada de Cristo, para que sean encadenados y arrojados a la oscuridad exterior y no perturben a los siervos de Dios.”

Al hacer el signo de la cruz (P), los dedos índice y corazón se extienden y los dedos anular y meñique se doblan hacia la palma de la mano, cogiendo el pulgar. Cuando la mano está extendida en la bendición de la sal y el agua, se mantiene plana, con los dedos juntos y paralelos, y el pulgar estirado en ángulo con el índice.

Si hay suficiente fuerza oculta funcionando como para producir fenómenos físicos, es muy aconsejable tomar precauciones para impedir que se produzcan materializaciones. Los fenómenos físicos son de diversos tipos. Pueden tomar la forma de ruido, como crujidos, o más raramente notas de campana o sonidos gimientes. Si se escuchan palabras reales, cabe sospechar de alucinaciones auditivas, pues en la ausencia de un médium, los mensajes de los espíritus se pronuncian por el oído interior, no para el nervio auditivo. También pueden verse luces, tomando usualmente la forma de bolas de niebla luminosa viajando a la deriva como burbujas de jabón. Pueden tener cualquier tamaño, desde simples puntos de luz a ser de considerables dimensiones, de dos metros o más de diámetro.

En estas esferas de luminosidad los psíquicos generalmente pueden ver formas, a veces humanas y a veces del reino animal. También se puede ver en ocasiones nubes grises blanquecinas, elevándose en forma de columna del suelo como si fuera humo. Suelen estar fijas en un lugar y no moverse por la habitación, tal como hacen las esferas de luz, produciéndose el movimiento dentro de ellas mismas. Es más raro que se observe un color concreto, y todavía más raro que haya precipitaciones de sustancias de polvo o barro. Los objetos ligeros pueden caer o ser arrojados por la habitación.

La experiencia ha demostrado que hay ciertas sustancias efectivas para prevenir la condensación de la energía etérica. La sal consagrada disuelta en vinagre y colocada en platos por la habitación sirve para enfrentarse eficazmente a los grados de fuerza interior, pero para las potencias superiores lo mejor es utilizar ácido nítrico, poniendo una pequeña cantidad en un platillo y dejándola expuesta al aire. Es mejor utilizarlo bien diluido para impedir accidentes, pues no es la fuerza del ácido en el platillo lo eficaz, sino su evaporación en el aire, y se evaporará igualmente si está bien diluido como si no. No tengo la menor idea del modo en que funciona, pero su valor es bien conocido entre los experimentadores psíquicos.

Los métodos de ataque oculto empleados en la Europa moderna son exclusivamente mentales, al menos por la experiencia que he tenido de ellos. Es decir, trabajan de mente a mente, y sólo afectan incidentalmente a las condiciones físicas. Sin embargo, en Oriente y entre los pueblos primitivos hay que considerar otros aspectos, pues en las tierras vírgenes y donde hay condiciones de vida primitiva se utiliza más un tipo de magia etérica.

Para estas operaciones etéricas se necesitan sustancias materiales, a fin de utilizar el magnetismo unido a ellas. Contienen magnetismo los pelos que quedan en el peine, las uñas cortadas, las ropas desechadas, los objetos de uso familiar. En consecuencia, hay que procurar deshacerse eficazmente de todo ello cuando ya no se vaya a utilizar. Los pelos y uñas cortadas hay que quemarlos enseguida. Nunca hay que abandonar las prendas de desecho hasta que hayan estado por lo menos tres días expuestos al sol y al aire. El magnetismo se deshará más eficazmente si se ponen las prendas sobre la tierra, especialmente sobre una tierra recién volteada, que si se cuelgan de una cuerda. Lo mismo se aplica a los muebles. La silla que ha sido la habitual, y sobre todo la cama, deben airearse y solearse completamente antes de tirarlas. Las mismas precauciones son útiles si se compra algún artículo de segunda mano.

Hay que poner mucho cuidado para deshacerse de los excrementos nocturnos, entregando esa función a siervos de confianza, abundantes desinfectantes y desodorantes. Hay que tomar precauciones para que ningún nativo tenga acceso a los excrementos recientes. Cuando el calor animal ha desaparecido de ellos, su valor mágico se reduce mucho. También un pañuelo sucio es un vínculo magnético eficaz, igual que los vendajes de una herida. En realidad todo lo que tenga rastros de alguno de los subproductos del cuerpo.

Pero aparte de cualquier cuestión de ataque psíquico, hay dos sustancias especialmente valiosas para fines mágicos, y son el líquido seminal y la sangre menstrual. El primero se utiliza en ritos de fertilidad y el último en ciertas formas de evocación. Esas sustancias son extremadamente difíciles de conseguir en las tierras primitivas, pues los nativos, que conocen su significado, las guardan escrupulosamente; pero el hombre blanco no tiene sospecha de ello y permite que las prendas manchadas y la ropa de cama vaya a las manos de las lavanderas para que dispongan de ellas a su discreción, considerándose satisfechos siempre que las prendas se las devuelvan al final de la semana, no pensando nunca lo que sucede con el agua en que han sido lavadas. Hay partes del mundo en donde la venta de esas sustancias mágicas es un negocio provechoso de las lavanderías.

En Europa, la sangre menstrual y las heces forman parte de las sustancias mágicas de la misa negra, convirtiéndose en patenas con harina de trigo.

Un método conocido desde hace tiempo de limpiar una mala atmósfera psíquica de una casa, y que por propia experiencia sé que es eficaz, consiste en derramar ajo por el lugar, dejarle durante la noche y luego acogerlo y quemarlo. Entre los campesinos, se coloca a veces una cebolla en un jarro sobre la repisa de la chimenea como si fuera un bulbo de jacinto cuando se espera a visitantes desagradables, y se quema solemnemente en la cocina en cuanto se han marchado,`por lo que parece ser que la familia de la cebolla tiene la propiedad de absorber las emanaciones nocivas. Es curioso a este respecto el que en una mina de carbón que conozco los mineros no pueden bajar cebollas como parte de su comida, pues las cebollas absorben los gases subterráneos y se vuelven venenosas.

OTROS MÉTODOS DE DEFENSA

Hay dos tipos de trabajo psíquico práctico que pueden utilizarse separada o combinadamente, y en mi opinión el último es el mejor, pues da mejores resultados, aunque los exponentes de cada método siempre criticarán el contrario.

El método que llamamos meditativo consiste en meditar sobre cualidades abstractas, como paz, armonía, protección y amor divino. Es el método de la escuela Nuevo Pensamiento, y su valor está en el efecto armonizador que produce sobre el estado emocional, contrarrestándolas autosugestiones nocivas. El otro método, que llamaremos invocativo, consiste en la invocación de potencias externas, y en el empleo de métodos formales para centrar su fuerza. Este método tiene muchas graduaciones de complejidad y una infinita variedad de técnicas. Va desde la oración más simple que llama a Cristo con el signo de la cruz hasta los rituales más elaborados de exorcismo realizados con campana, libros y velas.

La esencia del sistema está en el intento de separar de la fuerza del bien general el aspecto particular de energía que se necesita, y el uso de algún símbolo que actúe como vehículo mágico de esa fuerza sobre el plano de la forma. Ese símbolo puede ser una imagen mental de la ropa azul de la Virgen; puede ser el acto de hacer el signo de la cruz; puede ser el agua consagrada rociada a modo de limpieza; o puede ser algún objeto especialmente magnetizado para que actúe como talismán. El objetivo del método invocativo es concentrar la fuerza, y por tanto ha de emplear algún símbolo de forma. En el método meditativo, el objetivo está en escapar más allá de los limites de la forma, hasta la atmósfera del espíritu puro, demasiado exaltado para que entre el mal, y por tanto el uso de cualquier forma o fórmula se evita, por cuanto que impide que el alma se eleve hasta ese aire puro.

En mi opinión, y con el debido respeto a los practicantes de este último método, se obtiene muchos mejores resultados con el método invocativo, con su utilización de la eficacia de las fórmulas utilizándolo también para ascender al aire puro de la conciencia espiritual en donde no existe el mal. Sólo los que están muy entrenados en la meditación pueden elevarse hacia esos planos sin ayuda. Es extremadamente difícil “despegar” del sentido consciente sin usar algún tipo de dispositivo psicológico que actúe como resorte. Parece tener poco objeto negarse por razones puramente académicas a disponer de un método de eficacia probada.

Si entendemos que la utilización de formas y símbolos es simplemente un dispositivo psicológico que permite a la mente captar lo intangible, no caeremos en el error de las observancias supersticiosas. Una superstición se ha definido como el uso ciego de una forma cuyo significado se ha olvidado.

Sería imprudente, por otra parte, confiar exclusivamente en los métodos formales o ceremoniales a menos que al mismo tiempo utilicemos métodos meditativos a fin de purificar y armonizar nuestra conciencia. Si despreciamos ese aspecto del trabajo, reinfectaremos con nuestras vibraciones el círculo mágico nada más haberlo limpiado. Es poco útil sellar un círculo con los nombres protectores si permitimos que una imaginación atemorizada se desmande representando todo mal concebible y dejando espacios en blanco a la posibilidad de tipos inconcebibles.

Sin embargo, encontraremos igualmente mucho más fácil realizar la meditación armonizadora si estamos trabajando dentro de la protección de un círculo mágico. Intentar realizar el trabajo de exorcismo sólo por medio de la meditación es como levantar un gran peso con las manos. El empleo del método mágico se asemeja al uso de una palanca o de una polea. Nuestros músculos siguen siendo la única fuente de energía, pero con la utilización de los principios mecánicos redoblamos su potencia. Por tanto, en la meditación utilizamos símbolos para concentrar nuestra atención; nos resultará mucho más sencillo que meditar en los términos del pensamiento abstracto. En tiempo de tensión y crisis el pensamiento abstracto puede sernos imposible, a menos que tengamos una gran experiencia en su utilización; pero raramente alcanzaremos un estado si no podemos imaginarnos la cruz e invocar el nombre de Cristo.

Los ataques ocultos pueden dividirse en dos tipos, los que tienen lugar por medio de las formas de pensamiento y los que operen por medio de una corriente de fuerza. Pero incluso en el último caso la corriente de fuerza pronto produce formas de pensamiento congénitas a su naturaleza. Por tanto, en toda perturbación psíquica la forma de pensamiento es un factor que ha de ser considerado y tratado, y que constituye en realidad el medio más rápido de diagnosis; pues por medio de la percepción de las formas de pensamiento asociadas el psíquico experimentado podrá detectar la naturaleza del ataque.

La fuerza del pensamiento es algo que no tiene relación con la posición geográfica, sino un asunto de conciencia pura y sintonía con su nota clave. Podemos recoger las fuerzas de fes desaparecidas hace mil años tras la muerte del último creyente, y en el lado del mundo opuesto a donde florecieron. Pero las formas de pensamiento son algo distinto. Ocupan una posición en el espacio y aunque pueden moverse con la velocidad del pensamiento y retirarse al nivel más sutil de lo astral y allí anclarse a una idea, impidiendo volver a los planos de la forma para fines prácticos, sin embargo, aunque no ocupen espacio pueden referirse a posiciones concretas en el espacio. Pueden relacionares, por ejemplo, con un objeto particular, y seguir a ese objeto permaneciendo en su campo magnético. El campo magnético inmediato ocupa entre 3 y 9 metros; el remoto entre cien y trescientos metros. Los centros sagrados poderosos, como p.e. Glastonbury o Lourdes, tienen un campo magnético superior y se extienden posiblemente hasta casi 4 kilómetros; además, se hallan interrelacionados entre ellos por medio de líneas de fuerza. Para realizar un trabajo oculto práctico hay que tener en cuenta estas cosas.

Cuando nos enfrentamos a una influencia perturbadora que emana de un foco de poder, como la sede de un antiguo templo, tenemos que tratar el campo magnético remoto por medio de un ceremonial. No consideramos aquí ese método pues sólo puede utilizarlo un iniciado de alto grado. Pero para fines prácticos, en un ataque psíquico lo que hay que considerar es el campo magnético inmediato.

El mejor método de tratarlo consiste en hacer un círculo mágico. Un simple destierro no es en sí mismo tan eficaz como un destierro realizado dentro de un círculo, pues el círculo impedirá eficazmente a las fuerzas desterradas su regreso. Hay varios métodos de realizar esta operación, pero el principio de todos los válidos es el mismo. No podemos dar en estas páginas las conjuras más poderosas, pues su uso eficaz depende del grado de iniciación poseído por la persona que se propone utilizarlas, y poseer una fórmula sin el grado a que ésta pertenece es tan insatisfactorio como poseer una escopeta sin saber nada del modo de dispararla. La fórmula que daré es eficaz para todas las condiciones ordinarias. Las condiciones extraordinarias sólo las puede tratar una persona que tenga experiencia.

Para hacer el círculo mágico, el operador está de pie y de cara al Este. Se pone de cara al Este porque la corriente magnética con la que pretende operar va de Este a Oeste. Su primer procedimiento debe consistir en uniformar sus propias vibraciones y purificar su aura. Para ello hace la cruz cabalística en el pecho y el entrecejo. Tocándose la frente dice:” A ti, oh Dios (tocándose el plexo solar) sea el Reino (tocándose el hombro derecho) y el Poder (tocándose el hombro izquierdo) y la Gloria (cogiéndose las manos) hasta la Era de las eras. Amén”.

Mediante esta fórmula el operador afirma el poder de Dios como Único Creador y Ley Suprema del Universo ante la que tienen que inclinarse todas las cosas, y establece esta fórmula magnéticamente en su aura al hacer el signo de la cruz sobre sí mismo.

Este signo no es un símbolo exclusivamente cristiano y puede ser utilizado igualmente por el judío como por el hombre de Iglesia, pues es la cruz de miembros iguales de la Naturaleza, no la cruz del Calvario, en la que el palo vertical tiene una longitud doble al horizontal, y es el símbolo del sacrificio. La cruz de miembros iguales se refiere a las cuatro direcciones del globo y a los cuatro elementos, y la fórmula con ella relacionada proclama el dominio de Dios sobre las direcciones y los elementos, y de ese modo formula ocultamente su Reino dentro de la esfera del operador.

El operador se imagina luego cogiendo con la mano derecha una gran espada con mango en forma de cruz, como la que se representa en la imagen de los cruzados, la sostiene con la punta hacia arriba y dice:” En el nombre de Dios, tomo en la mano la espada del Poder como defensa contra el mal y la agresión”; y se imagina a sí mismo que mide el doble de su altura natural, es una figura armada tremenda, vibrante con la fuerza del poder de Dios con la que se ha recargado mediante su formulación de la espada del Poder.

Procede ahora a trazar en el suelo el círculo mágico con la punta de la espada de Poder, y debe ver en su imaginación una línea en llamas subiendo la punta de la espada, llamas pequeñas, como las que surgen cuando se divide y quema alcohol metilado, pero de un color dorado pálido. Se necesita un poco de práctica para formular eficazmente este círculo de luz. Siga formando el círculo hasta que esté formulado. El círculo debe ser trazado siempre de Este al Sur, al Oeste y al Norte, del mismo modo que se moverían las manecillas de un reloj si se pusiera éste boca arriba sobre el suelo.

La dirección contraria es “widdereshims”, aquella en la que danzan las brujas durante es Sabat. La dirección correcta, llamada “deosil”, afirma el gobierno de la ley de Dios sobre la naturaleza porque es el camino del Sol; el movimiento “widdereshims” repudia al gobierno de Dios sobre la naturaleza, moviéndose en dirección contraria al sol.

Al resistirse a un ataque oculto, toda la fórmula debe sintonizarse con la nota clave de la afirmación del dominio de Dios sobre toda la existencia, siendo el objetivo del operador el alinearse con la ley cósmica y conseguir que el poder de Dios trate la interferencia.

Una vez formulado el círculo, el operador deja de visualizar la espada, pero sigue haciéndolo con el círculo, cogidas las manos en posición de oración, y elevándolas por encima de la cabeza, hacia el Este, reza:”Que el poderoso Arcángel Rafael me proteja de todo el mal que se aproxima desde el Este”. Poniéndose de cara al Sur, repite la misma fórmula orando a Miguel. De cara al Oeste, invoca a Gabriel. De cara al Norte invoca a Uriel. Se vuelve a poner de cara al Este y así, completando el círculo, repite la fórmula de la cruz cabalística.

Esta formulación del círculo mágico es especialmente valioso para proteger el lugar donde se duerme, trazándose el círculo alrededor de la cama. No es necesario cambiar la habitación o mover los muebles para trazar el círculo, pues se formulará visualizándose donde se desea.

Es necesario reafirmar este círculo cada vez que cambien las mareas; es decir, un círculo hecho tras la puesta del sol actuará hasta el amanecer, y un círculo hecho tras el amanecer mantendrá su potencia hasta la puesta del sol. Tras haber afirmado el círculo varias veces en el mismo lugar, su influencia persistirá durante un período considerable, pero es aconsejable reformularlo por la mañana y por las noches durante la fase activa de un ataque.

Es de mucha utilidad quemar incienso dentro del círculo, pero teniendo cuidado en la elección del incienso. No se deben utilizar varitas de composición desconocida, pues usualmente son compuestos hechos con la idea de ayudar a la manifestación. El incienso de iglesia de buena calidad, que puede comprarse en muchas tiendas de suministros religiosos, es seguro y satisfactorio, pues se ha compuesto de acuerdo con las recetas tradicionales; los de cualidades inferiores, más baratos, pueden no cumplir esta condiciones.

Para tratar con elementos o entidades no humanos, el mejor arma es el pentagrama o pentalfa. Es una estrella de cinco puntas trazada de un modo particular. Estirando los dedos índice y corazón de la mano derecha, y plegando los otros hacia la palma y tocando con las puntas el pulgar, proceda a trazar el pentagrama en el aire, manteniendo el codo rígido y el brazo totalmente extendido y oscilante. Empiece con el brazo derecho a lo largo del cuerpo, la mano al nivel de la cadera izquierda, los dedos extendidos señalando hacia abajo y hacia fuera.

Elévalo hacia arriba, como si trazara una línea recta en el aire, hasta que los dedos señalen hacia arriba de la cabeza, con el brazo totalmente extendido. Bájelo de nuevo, manteniendo el codo rígido, hasta que la mano ocupe la posición correspondiente en el lado derecho y no en el izquierdo como al principio. Habrá trazado ahora una V gigantesca boca abajo. Oscile la mano a través del cuerpo, en un plano inclinado, hasta que esté estirada a nivel con el hombro izquierdo, señalando hacia la izquierda. Llévela horizontalmente hasta que esté en la misma posición a la derecha, con los dedos señalando hacia fuera del cuerpo. Bájela hasta que la mano vuelva junto a la cadera izquierda donde empezó.

Es un signo muy poderoso. El valor de la estrella de cinco puntas, símbolo de la humanidad, es muy conocido entre los ocultistas, pero su potencia depende del modo en que se ha trazado. El método que he dado es el correcto para el destierro.

Cuando no es posible sellar una habitación, resulta muy útil sellar el aura. Póngase de pie y haga una cruz tocándose la frente, el pecho, el hombro derecho y el izquierdo, diciendo: “Por el poder del Cristo de Dios dentro de mí, a quien sirvo con todo mi corazón, toda mi alma y toda mi fuerza (extienda las manos hacia delante todo lo que pueda a nivel del plexo solar, tocándose las puntas de los dedos de nuevo por detrás de Ud., diciendo), me rodeo con el círculo divino de su protección, en el que ningún error mortal se atreve a poner su pie”. Es una vieja fórmula de monjes, muy eficaz, aunque su potencia sólo dura unas cuatro horas.

Hay otros dispositivos que son útiles no sólo para tratar los ataques psíquicos sino para cualquier caso de dominación o influencia indebida.

Si tiene que entrevistarse con personas cuyas influencias le resulta abrumadora, imagine que están separadas de Ud. por una hoja de cristal. Puede verlas y oírlas pero su magnetismo no puede alcanzarle. Visualice esa hoja de cristal hasta que le parezca absolutamente tangible. Si tiene que relacionarse con personas que le molestan, pero sin entrevistarse con ellas, imagine que están separadas de Ud. por un muro de ladrillos y dígase a sí mismo:” Vosotros no estáis ahí. No puedo veros, ni oíros y simplemente no existís”.

Cuando trata con una persona que drena su vitalidad, entrelace los dedos y ponga los brazos doblados sobre el plexo solar, manteniendo los codos presionando los costados. Los pies deben tocarse entre sí. Así habrá contactado con todas sus terminales y convertido el cuerpo en un circuito cerrado. Ningún magnetismo saldrá de Ud., mientras mantenga esa actitud. Probablemente su amigo se quejará de su falta de simpatía, aunque hable con mucha amabilidad.

Si alguien trata de dominarle mirando intensamente a los ojos, no trate de devolverle la mirada, pues eso sólo conduce a una agotadora lucha en la que podría llevar la peor parte; mire en cambio fijamente el punto que hay debajo de la base de su nariz, entre los extremos interiores de los párpados. Si está tratando con un valentón ordinario, inmediatamente ganará la partida. Sin embargo, si su antagonista conoce el poder de la mente, quizá no pueda dominarle, pero seguro que él no podrá dominarle a Ud. y el resultado será un empate. No intente dominarle, simplemente tenga sus ojos fijos en ese punto y espere a que él se canse de su intento de dominación. No tendrá que esperar mucho.

Utilizando los métodos descritos en las páginas anteriores, cualquier persona de mentalidad y valor normal, siempre que evite las drogas, el alcohol y largos períodos de ayuno, si no pierde los nervios podrá terminar con cualquier ataque psíquico ordinario; en el caso de que los ataques sean de potencia normal, al menos podrá asegurarse el tiempo suficiente para escapar y buscar ayuda.

Los sacramentos son también una potentísima fuente de poder espiritual, y una iglesia en donde se guarda el Bendito Sacramento, o que es lo bastante vieja para haber sido consagrada antes de la Reforma, es un santuario eficaz.

RELACIONES

No es infrecuente que el problema psíquico surja por la formación de una relación indeseable.

Ya hemos hablado con algún detalle de la sugestión telepática. La relación puede considerarse como el aspecto pasivo mientras la sugestión telepática es el activo. De hecho constituye la condición básica necesaria para que tenga lugar la sugestión telepática. Dos personas que se hallan en relación podrían describirse como gemelos siameses astrales. Aunque los cuerpos físicos son unidades independientes, los cuerpos astrales están vinculados de tal manera que hay una libre circulación de fuerza astral entre ellos, del mismo modo que el sistema de circulación de la madre está conectado por medio del cordón umbilical con el niño que aún no ha nacido, y la misma sangre circula libremente entre ambos.

Este hecho explica muchos fenómenos ocultos importantes. Es la clave astral del matrimonio y explica muchos hechos en la relación del padre y el hijo. También da cuenta de algunos aspectos importantes de la relación del alumno y el maestro.

Pero una relación no sólo se puede establecer entre dos individuos, sino entre un individuo y un grupo. Este hecho juega un papel importante en toda actividad fraternal. También es posible establecer una relación de un ser humano y otros reinos de la naturaleza, con entidades descarnadas, seres suprahumanos y, en realidad, con cualquier forma de vida con la que un ser humano pueda entenderse simpáticamente. Como base para la formación de una relación debe haber alguna simpatía, pero una vez formada se desarrolla casi indefinidamente. Es curioso que si una relación se continúa mucho tiempo las personas así unidas gradualmente se van pareciendo la una a la otra.

Cuando dos seres humanos se hallan en relación, el menos positivo de los dos tiende a perder su individualidad y se convierte en el pálido reflejo del otro. Por esta razón el ocultista occidental, que tanto valora la individualidad, no trata a los alumnos personales del mismo modo que el budú oriental, sino que prefiere trabajar por medio del ritual con un grupo, porque este método es más impersonal. Pero aún así, los miembros individuales de un grupo sufrirán ciertos cambios al sintonizarse al tono de grupo, por lo que habrá un determinado denominador común que todos poseerán. Cualquier sistema que incluya la meditación en grupo deja rápidamente su marca en los miembros.

En este hecho se basa una gran parte del valor de asociarse con un grupo digno. En él está también el problema de asociarse con un grupo indigno. Consideremos lo que sucede cuando una persona que ordinariamente tiene buen carácter se relaciona con un grupo de tono moral degenerado. O bien se encontrará en firme antagonismo con la mente del grupo y no tendrá más opción que retirarse, o rápida, pero inconscientemente, sintonizará con la nota clave de sus nuevos compañeros. Sin ser consciente del hecho, su sentido moral se abotargará y aceptará como algo normal lo que originalmente le hubiera producido disgusto.

Una vez establecida la relación se pueden compartir otras cosas además del sentimiento y tono generales. Las ideas pueden transmitirse de una mente a otra, como en telepatía; igualmente se puede transmitir la fuerza vital. Este hecho es la explicación de determinados tipos de curación espiritual. Cuando se está transmitiendo vitalidad etérica, es necesario que las personas involucradas estén dentro del campo magnético inmediato; pero por lo que respecta a la fuerza astral, eso no es necesario. La transmisión es independiente del espacio.

Estamos considerando ahora la utilización legítima de esta fuerza para la curación, o para la enseñanza y desarrollo de neófitos, por lo que no analizaremos con detalle el modo de operación. Ya se ha dicho lo suficiente para mostrar de qué modo funciona. Pasamos ahora a la consideración de los métodos prácticos de romper esa relación si por cualquier motivo se desea abandonarla.

Para la visión astral, el vínculo telepático se presenta como un rayo de luz, un cordón brillante o alguna forma de pensamiento similar, pues es en esta forma como usualmente es formulado por la persona que realiza el vínculo magnético. Sin embargo, sucede a veces, cuando el operador tiene un alto grado de iniciación, que en lugar de conectar el rayo directamente a la persona con quien desea estar en contacto, formulará un animal astral al final del cual transferirá una parte de su propia conciencia. Esta forma animal se llama observante o vigilante; no actúa por propia iniciativa a menos que sea atacada, en cuyo caso se defenderá de acuerdo con la naturaleza de la especie a la que se asemeja.

Se utiliza un vigilante para obtener datos de lo que está sucediendo sin necesidad de centrar allí la conciencia. Cuando la sustancia psíquica del vigilante es reabsorbido por el adepto, éste toma conciencia de lo que ha visto el vigilante. La desventaja de este método está en la vulnerabilidad del vigilante ante el ataque psíquico, y el hecho de que su proyector se vea afectado si aquél es lesionado o desintegrado.

En el trato con una forma de pensamiento, tenga siempre en cuenta que es el producto de la imaginación, y que por lo tanto en ningún sentido existe por sí mismo. Lo que la imaginación ha hecho, ella puede deshacerlo. Si el creador de una forma de pensamiento la ha traído a la existencia imaginándola vivamente, igualmente se puede pensar que desaparece de la existencia imaginando claramente que estalla en mil fragmentos, o es envuelto en llamas o se disuelve en el agua y es absorbida por el suelo. Lo que llega a existir por la imaginación puede dejar de hacerlo por la propia imaginación.

Si lo que se consideró como una forma de pensamiento resiste a la destrucción por este método, se tratará probablemente de un elemental artificial. Hay dos de esos elementales, uno de ellos está animado por la invocación de la esencia elemental en una forma de pensamiento, y el otro por la proyección de parte de la propia naturaleza del mago. Si está animado por la esencia elemental, la utilización del pentagrama servirá para desterrarlo; pero si está animado por la propia fuerza del mago habrá que utilizar otro método, conocido por el nombre de absorción.

Pero la absorción es un método para los altos iniciados y el éxito de su uso depende del estado de conciencia del usuario. Cada individuo ha de decidir por sí mismo si en un caso dado se encuentra en estado propicio para intentarlo. A menos que pueda dominar completamente sus propias vibraciones y llegar a un estado de libertad y serenidad perfectas, no debe intentarlo.

Sin embargo, describiremos el método en beneficio de los que puedan intentarlo.

Armonizándose por medio de la meditación sobre el Cristo, el adepto, cuando se da cuenta de que sus vibraciones son uniformes, procede a llamar ante su visión astral a la imagen de la forma que intenta destruir. La ve claramente en todos sus detalles y trata de adivinar su naturaleza, ya sea un vehículo para la malicia o el deseo o una acción vampírica; estos tres casos son los más comunes y casi con certeza se puede asignar siempre el caso presente a una u otra de estas clases. Una vez que ha discernido el tipo de fuerza con la que ha de enfrentarse, proceda a meditar sobre su opuesto, concentrándose en la pureza y la ausencia del egoísmo si la fuerza es el deseo; en la compasión y el amor si es la malicia; y en Dios como Creador y sustentador de toda vida si es vampírico.

Prosiga esta meditación hasta que se sienta invadido por la cualidad en la que está meditando; hasta que se sienta tan imbuido de pureza y falta de egoísmo que el deseo no le hace sentir otra cosa que piedad, la malicia otra cosa que compasión, y con respecto al vampirismo esté tan tranquilo de que su vida se halla junto a Cristo Dios que voluntariamente dejaría terminar su comida en paz al vampiro si con ello pudiera ayudarle.

En realidad, el adepto que se propone realizar la absorción mágica ha de llegar al punto en el que claramente entiende que el mal que se propone absorber no es nada, y ya no tiene hacia él otro sentimiento que la piedad, por pensar el mal que puede conseguir algo bueno de ese modo. Desea elevar, educar y liberar de su vínculo al alma descarriada. Pero hasta el momento en que no tenga hacia su perseguidor otro sentimiento que ese, no es seguro que intente la absorción.

Cuando esté seguro de que se halla dispuesto para el intento, proceda a atraer hacia él la forma de pensamiento tirando del cordón de plata que le conecte con su plexo solar si fuera una forma de pensamiento vampírica, o abriendo su aura y plagándola si fuera una forma de pensamiento de los otros dos tipos. Literalmente la succiona. Este proceso se debe realizar lenta y gradualmente, y se necesita varios minutos. Si lo hiciera repentinamente, al adepto no le sería posible mantener uniformes sus vibraciones y se encontraría en una situación realmente desagradable.

Cuando la forma de pensamiento sea absorbida, el adepto sentirá una reacción en su propia naturaleza correspondiente al tipo de la forma de pensamiento. Si es una fuerza del deseo, sentirá que el deseo crece dentro de él; si es una fuerza maliciosa se sentirá colérico; y si es vampírica, sentirá un deseo de sangre. Debe superar inmediatamente este sentimiento y revertir su meditación sobre la cualidad opuesta, manteniéndola hasta que sus vibraciones estén de nuevo armonizadas. Sabrá entonces que la fuerza del mal ha sido neutralizada y que hay menos mal en el mundo. Sentirá inmediatamente un gran acceso de vigor y una sensación de poder espiritual, como si pudiera decirle a la montaña “échate al mar” y ésta lo hiciera. Esta sensación de poder y exaltación espiritual es la que le indica que el trabajo se ha realizado con éxito. Sin embargo, es aconsejable repetir la meditación a intervalos de dos o tres días por si se formula otra forma de pensamiento y se envía después de la primera.

En cuanto al emisario de la forma de pensamiento, cuando tenga lugar la absorción tendrá la sensación de que la “virtud ha desaparecido de él”, e incluso puede verse reducido temporalmente a un estado de semicolapso. Revivirá, sin embargo, pero su poder de hacer este tipo de mal se verá considerablemente reducido durante algún tiempo; y si tiene la posibilidad de reforma en su naturaleza, quizá se vea incluso liberado permanentemente de ese tipo de mal.

La gran ventaja de este método es que destruye realmente el mal con raíces y ramas; mientras que la simple destrucción de una forma de pensamiento es como cortar la parte superior de una hierba. Por otra parte, sólo puede hacerlo un ocultista avanzado que se encuentre en las más altas posiciones. Si uno se siente perturbado, o ha perdido los nervios en alguna medida, no debe intentar realizar la absorción.

Si la relación se percibe como una línea de luz, un cordón o cualquier otra forma similar unida al plexo solar, la frente, o cualquier otra parte del cuerpo, el mejor modo de cortar la relación es forjar un arma mágica y destruirla con ella. En realidad, si se siente una relación lo primero que hay que hacer es visualizar el cordón y tratar de ver donde está unido: el plexo solar es el lugar más común.

Formule después la espada con mango de cruz que ya describimos e invoque sobre ella la bendición de Dios. Visualice luego una antorcha llameante e invoque el poder del Espíritu Santo. Golpee ahora con la espada el cordón o el rayo hasta que queden plenamente cortados. Cauterice luego el corte con el fuego consagrado de la antorcha hasta que caiga de su punto de unión con el cuerpo.

Tras el corte, hay que tomar las precauciones humanas ordinarias para impedir que el vínculo vuelva a formarse. Niéguese a encontrarse con la persona responsable de su formulación, y a leer o responder cartas suyas. De hecho, corte toda comunicación física tan completa y resueltamente como ha cortado la astral, al menos durante un período de varios meses.

Sin embargo, hay ocasiones en las que una persona está tan totalmente dominada que no puede realizar por sí misma esa operación. Puede ejecutarse entonces la operación mágica de la substitución si encuentra a un amigo dispuesto a realizar la tarea.

Para realizar esta operación, dos amigos se ponen de acuerdo, el que va a convertirse en sustituto no dice a la víctima original cuando se propone realizar la operación, a no ser que la víctima esté tan en las manos del dominador que deba abandonar el juego involuntariamente.

Eligiendo un momento en que esté seguro que su amigo está dormido, el sustituto se encuentra con él y visualiza el cordón o rayo de la relación estirando desde su amigo hasta el espacio. Si puede visualizar el otro punto de unión en el dominador, mucho mejor.

Formule entonces la espada y la antorcha como describimos antes y con estas en las manos se imagina cortando la línea de relación con su propio cuerpo. No debe utilizar la espada o la antorcha para este proceso, sino cortar el rayo con su propia carne, por así decirlo. Habiéndolo cortado así de su amigo, irá hacia él con la espada y la antorcha con toda su fuerza mientras el cordón trata de envolverle, y seguramente ocurrirá así, pues se parece ahora mucho al tentáculo de un pulpo. Buscará entonces un martillo y tenazas, compensando con su celo lo que le falta de conocimiento, hasta que el cordón empiece a rizarse y retirarse. Evidentemente, el combate tiene lugar en la imaginación, pero si es claro y vívido resultará eficaz.

ÁNGELES GUARDIANES

Hay tantas historias de apariciones de ángeles guardianes en los momentos de crisis, que hasta los más escépticos deben admitir que hay que dar una respuesta al hecho. La idea del ángel guardián que aparece en tiempo de crisis, está encerrado en el corazón de todas las naciones y nada la erradicará. Los hombres que han vuelto de las trincheras durante la guerra han contado innumerables ejemplos.

Volvamos a referirnos a la antigua sabiduría de la Cábala, ese almacén de conocimiento oculto. Aprendemos ahí acerca del Ángel del Bien y el Ángel del Mal del alma del hombre que están a su derecha y a su izquierda, el uno tocándole y el otro inspirándole. Traduzcamos el ángel oscuro en los términos del pensamiento moderno y tendremos el subconsciente freudiano.

Pero los freudianos no entienden que hay un ángel brillante que está al lado del hombro derecho de cada hombre. Es la supraconsciencia mística, o dicho de otro modo, el Ser Superior, el Santo Ángel Guardián que con tanto ardor y esfuerzo busca Abramelin.

Todos sabemos, cuando se nos coge con la guardia baja, que hay una tentación oscura que surge de las profundidades de nuestro ser inferior, que se mueve algo atávico y tenemos pensamientos o realizamos actos de los que nunca nos habíamos considerados capaces. Todos hemos escuchado la voz del ángel oscuro.

Igualmente, en tiempos problemáticos, cuando estamos con la espalda contra la pared y luchando por algo más que nuestra vida física, se deja oír otra voz, la voz del ángel brillante. Nunca he oído que se produjera esto cuando un hombre combate por su vida física. Los que han mirado más allá del velo encuentran que la muerte no es un mal tan grande; pero en tiempos de crisis espiritual, cuando el propio ser está siendo aplastado, se escucha el grito del alma y se manifiesta algo que surge de las nieblas de lo invisible, manifestándose de una forma comprensible para aquél que llama. No sé si es que la tensión intensa induce a una expansión temporal de conciencia, un psiquismo fugitivo, o si un ser de voluntad plena cruza el velo y se manifiesta; nunca hay detalles con respecto a esos incidentes. Sólo tienen lugar en tiempos muy problemáticos y desaparecen con la mismo rapidez con la que surgieron, sin dejar más rastro que en el alma.

Mantengo que igual que el ser inferior puede elevarse en momentos de tentación, también el Ser Superior puede descender en los momentos de crisis espiritual. El objetivo del místico es vivir exclusivamente en el Ser Superior. El objetivo del ocultista es conseguir que ese Ser Superior se manifieste en la conciencia cerebral. “En mi carne veréis a Dios”. Del mismo modo que el ser inferior puede elevarse y traicionarnos obligándonos a hacer algo horrible, el Ser Superior puede venir al rescate “terrible como un ejército de estandartes”:

Creo que en los tiempos de crisis espiritual el hombre que tiene fe en la Ley de Dios se elevará e invocará su protección y un aparente milagro se realizará en su beneficio. Pero puede no haber ruptura de la ley natural; por tanto ese milagro debe ser simplemente un ejemplo del funcionamiento de una ley con la que todavía no estamos familiarizados, del mismo modo que un eclipse le parece milagroso a un salvaje, pero para el astrónomo es un fenómeno tan natural que puede predecirlo con precisión.

¿Qué es lo que induce este cambio de control en nuestra vida? Estamos familiarizados con el hecho que el motor de un coche tiene cuatro marchas y una marcha atrás. ¿No será que nuestras mentes tienen también marchas y que es ese el cambio lo que induce el psiquismo? ¿No hay momentos en que tenemos la marcha atrás y cargan el mono y el tigre que hay dentro de nosotros?

Más allá del plano físico está el plano astral, y detrás del astral está el mental, y tras el mental el espiritual, y cada plano actúa como plano de causación para aquél que hay debajo, y cada una es a su vez controlado por el plano más sutil que hay encima. Cuando “cambiamos de marcha”, la conciencia pasa de un plano más denso a otro más sutil y empezamos a movernos entre las causas más y más remotas de cuyos acontecimientos el plano físico es un resultado final; podemos manipular esas causas y los resultados se ven inmediatamente afectados.

Cuando cambiamos de lo físico a lo astral, nos encontramos en el plano de la conciencia psíquica y de la magia menor. Suponiendo que esté teniendo lugar un combate psíquico entre dos ocultistas, si uno de ellos es de tal grado que puede volver a cambiar de marcha, de modo que la conciencia se eleve del plano astral al mental, se hallará en la esfera de la magia mayor y tendrá el control completo de la situación. El otro no puede hacer nada contra él.

¿Pero qué sucede en el caso del alma rara y mística que puede volver a cambiar de conciencia e introducir la marcha de un poder espiritual puro? Será netamente superior al adepto. Hay muchas almas que tienen esta conciencia espiritual mística aún sin poseer conocimiento oculto. Entre los modos de pensamiento superior e inferior existe una gran sima que puede saltar precariamente. Si en un momento de crisis puede elevarse en la fe y entrar en esta conciencia mística manteniéndose tranquilo, tendrá una superioridad sobre cualquier ocultista que sólo se basa en la técnica del ocultismo.

Sin embargo, el ocultista no ignora la fuerza crística; la reconoce entre la jerarquía de las fuerzas supremas del Universo, aunque no esté preparado para asignarle la posición exclusiva que ocupa en el corazón de la mística cristiana. En la tradición occidental está simbolizada por el Tifareth, el Séfira central de los diez Sefiroths sagrados del árbol cabalístico de la vida.

La fuerza crística es el factor equilibrador, compensador, curativo, redentor y purificador del Universo. Debe invocarse en toda operación de autodefensa psíquica en la esté implicado cualquier elemento humano, encarnado o desencarnado. Cuando hay que tratar elementos no humanos, como elementales, formas de pensamiento o el Clifoth, lo que hay que invocar es el poder de Dios Padre Creador del Universo. Se afirma su supremacía sobre todos los reinos de la Naturaleza visibles e invisibles. El Espíritu Santo divino es la fuerza que se emplea en las iniciaciones, y no debe invocarse en tiempos de dificultad psíquica, pues su influencia tenderá a intensificar lo condición y hará el velo aún más delgado.

En las páginas anteriores he tratado de realizar una tarea difícil, casi imposible de hacer satisfactoriamente, pero traté de hacerlas comprensible para aquellos con un conocimiento más superficial del tema del tratamiento de los trastornos psíquicos, no siendo esto un manual satisfactorio, pero sí señalando la dirección en la que pueden realizarse ventajosamente las investigaciones.

Violet Firth - (Dion Fortune)

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