(Lamentablmente torcida dado que no tengo propio Scanner)
EL MUNDO MARAVILLOSO DE LAS PIEDRAS
Desde épocas inmemoriales, en los pueblos primitivos y en las antiguas civilizaciones, las piedras preciosas fueron consideradas objetos de valor. Se les daba un uso religioso y se les atribuía un complejo simbolismo, que las relacionaba con las divinidades, los planetas, los días de la semana, los números, etc.
Los pueblos prehistóricos ya conocían y utilizaban las gemas, como lo prueba el hecho de haberse encontrado, en muchas de las tumbas, collares y cuentas de cuarzo, cornalina, granate, amatista, lapislázuli, turquesa, azabache y ámbar, junto con oro, plata y cobre. Estos hallazgos abarcan desde la época del hombre de Cromagnon (24.000 años a.C.), pasando por los natufios – pueblos asiáticos que dieron origen a los celtas – y siguiendo con las culturas mesolíticos y de la Edad de Bronce, las civilizaciones cretense, sumeria y egipcia, hasta llegar a la antigua Grecia.
Del uso que los antiguos hebreos hacían de las gemas queda constancia en la Biblia. En el capítulo 28 del Éxodo se lee que Aarón, hermano de Moisés y sumo sacerdote del pueblo judío, vestía una túnica ornada con dos ónices, que llevaban grabados los nombres de las doce tribus de Israel, y un pectoral de oro con doce piedras incrustadas, distribuidas en cuatro filas horizontales de tres gemas cada una, que representaban las doce tribus.
Las piedras eran: cornalina, topacio, esmeralda, rubí, zafiro, diamante, jacinto, ágata, amatista, crisolita, sardónice y jaspe. Además, Aarón llevaba una bolsa con piedras que le servían “para conocer la voluntad de Dios”.
Por otra parte, en el Ramayana (célebre poema indio atribuido a Valmiki), se cuenta que la prometida de Vishnu llevaba, el día de su boda, joyas con forma de mariposas en sus cabellos, y que sus vestiduras y el resto de su cuerpo refulgían por efecto de los collares, brazaletes, diademas, anillos y otros adornos y joyas hechos con piedras y metales preciosos. El simbolismo religioso de cada joya ornamental se describe en un antiguo tratado indio (Guía de la Vida), que incluye rituales para cada día y las joyas correspondientes con su significado.
En el antiguo Egipto, los reyes y las reinas destinaban las piedras preciosas para adornar sillas, divanes, tronos, carros, tocados, anillos, brazaletes y ceñidores; la turquesa y el lapislázuli (piedra de la sabiduría) tenían preeminencia.
También en las grandes civilizaciones de América (azteca, maya e inca) las piedras preciosas fueron muy utilizadas y con fines análogos. Curiosamente, cuando en los pueblos primitivos se las llevaba sobre el cuello, eran usadas con mayor frecuencia por los hombres que por las mujeres, posiblemente porque cumplían más una función ritual y de protección que de adorno.
El más antiguo talismán usado por los monarcas mongoles desde épocas precristianas es el “naoratma”, una pieza de oro que llevaba incrustada nueve piedras distintas sin tallar, cuya función es proteger contra influencias astrales nocivas.
En civilizaciones míticas como la de la Atlántida, los usos de los cristales iban más allá de lo conocido en la antigüedad y se acercaban a las aplicaciones que actualmente les dan la ciencia y las disciplinas paracientíficas. Se dice que los atlantes empleaban el cuarzo como acumuladores energéticos para desarrollar la telepatía y comunicarse con los dioses, así como para construir varas de poder y de curación (que eran varas de cobre revestidas de piel de nonato y provistas de una punta de cristal).
PIEDRAS Y SUS PROPIEDADES
Averiguar mediante la radiestesia si tal o cual piedra puede resultar beneficiosa. Detalle de las cualidades de algunas piedras:
ÁGATA: Pertenece a la familia del cuarzo (anhídrido silícico, que forma cristales hexagonales, o masas compactas, de diversos colores y grados de transparencia, de fractura concoidea – cóncava, cuchillas – de granito y otras rocas). Se encuentra en gran cantidad en Uruguay y Argentina, pero hay buenos yacimientos también en Alemania y Escocia.
El nombre de “ágata” deriva del río Agate que corre en Sicilia; es una isla de la península – el río actualmente se llama Drillo – de cuyas aguas se obtuvieron las primeras piedras de este nombre áGATA.
Tiene propiedades medicinales y desde el tiempo de los romanos ha sido utilizado como talismán. Reducida a polvo y mezclada con agua consideraban curativas contra el veneno de las serpientes. Antiguamente se creía que, si esta colgada del brazo del campesino que ara la tierra o de los cuernos de los bueyes, influyen positivamente en la cosecha y mantiene alejadas las tormentas.
Actúa positivamente sobre los intestinos y las vísceras en general, también sobre los trastornos psicosomáticos, ligados al mal funcionamiento del sistema neurovegetativo.
En casos que se desee hacer una dieta para adelgazar, esta piedra aporta nuevas energías y contribuye al balance físico.
AMATISTA: Esta piedra es un simple cristal de cuarzo, y su color proviene del óxido de manganeso o peróxido de hierro; a éste se debe el color purpúreo de la piedra, que recuerda los racimos de la uva madura.
La Amatista es la piedra que llevan engarzada en sus anillos los obispos de la Iglesia Católica y por ello también se la denomina “la piedra de los obispos”.
Según la leyenda “Amatista” era una ninfa amada por Baco (Dios del Vino), éste luego prefirió a Diana y transmutó a la ninfa en piedra – amatista – en el momento de abandonarla. Desde entonces, dice la leyenda, posee poderes que preserva a quien la lleva, de estado de ebriedad y de los efectos perjudiciales del alcohol. Por esta historia, en tiempos antiguos, se usaba beber el vino en cálices adornados con amatista.
Los rayos violeta que emanan de la Amatista, influyen en el sistema nervioso y mejoran la vitalidad; poseen también propiedades calmantes y ayudan, a los portadores de la piedra, a gobernar sus pasiones; es recomendable para meditar mejor, como así también para reducir la intensidad de las migrañas.
Muy bueno para los pies y epidermis. Reuma. Infecciones de carácter epidérmico y las intoxicaciones, tanto por remedios como por los alimentos en descomposición.
CUARZO: Esta piedra simboliza (con su color claro y frío, que recuerda el aspecto del hielo), la lógica y la determinación. Se dice que los Atlantes empleaban el Cuarzo como acumuladores energéticos para desarrollar la telepatía y comunicarse con los dioses, así como para construir “varas de poder y de curación”, que eran de cobre revestidas de piel nonato y provistas de una punta de cristal.
Desde épocas milenarias, el GRANATE y el CRISTAL DE CUARZO se utilizaron para curar diferentes dolencias, restañar heridas, facilitar los partos, prevenir la ebriedad y, en general, devolver al ser humano a ese estado de equilibrio llamado “salud”. También se les reconocía el “poder de matar al enemigo”, (dicen que el Rey Arturo tenía la empuñadura de cristal).
El cristal de cuarzo (dióxido de silicio) es un receptor, acumulador, transformador y transmisor de energía. Esto ya lo conocían en el siglo III antes de Cristo, a raíz de investigaciones hechas por un naturalista griego llamado Teofrasto.
Muy bueno para fracturas y torceduras, trastornos de la piel, artritis, reuma, eczemas, cálculos hepáticos (litiasis en general: hepáticos o renal).
Los cristales son curativos y algunos aseguran que llevar anillo con esta piedra ayuda a desarrollar la inteligencia y aclarar los pensamientos.
DIAMANTE: Es la piedra más dura que se conoce. Dicen que cuando la llevaba puesto el Sumo Sacerdote de la Religión Hebrea, el diamante tenía el “poder” de revelar si un acusado era culpable, en ese caso la piedra perdía su brillo; si era inocente, resplandecía en todo su fulgor.
Se creía que tenía el poder de ahuyentar a los fantasmas y de vencer a los enemigos. Ayudar a los poseídos por el demonio y a los dementes, alejar a las bestias feroces y otorgar a su portador la fuerza y el coraje necesarios para superar cualquier dificultad. Se considera un talismán para los caracteres débiles que, confiándose en su fuerza, se sienten reconfortados.
Antiguamente se recomendaba llevar en la parte izquierda del cuerpo para que surta efecto, porque ese lado corresponde a la salida del Sol y al nacimiento de la Vida.
Es beneficioso para los riñones, la vejiga, el sistema nervioso y trastornos metabólicos, como así también para fortalecer los lazos amorosos.
IMPORTANTE: Durante los días de dieta es conveniente evitar usar diamante.
ESMERALDA: Durante toda la antigüedad se le atribuyeron propiedades desintoxicantes y curativas de las inflamaciones intestinales. Según la tradición, la esmeralda promueve, en quien la lleva consigo, las actividades del hígado y de los órganos de la bilis, y, en especial, impide enfermarse de desintería (Es una enfermedad infecciosa consistente en la inflamación y ulceración del intestino grueso).
Además, esta piedra, de un maravilloso color verde, protege especialmente los ojos de su dueño. Otra de sus propiedades es la de infundir coraje a quien la lleva, frente a las adversidades de la vida. Es aconsejable para estimular la creatividad y las ideas nuevas; “se dice” que puede romperse cuando quien la usa no tiene sus ideas muy claros.
Influye positivamente sobre los senos, el estómago y el vientre, como así también sobre las glándulas endocrinas (de secreción interna). Ayuda a prevenir las enfermedades neurológicas.
GRANATE: Su color oscuro e íntimo, refleja una imagen de tristeza y dureza. La base del Granate, es de un rojo casi castaño. Dicen que es la asociación del tiempo que sobrevive a la muerte; es la alternativa de la vida y de la muerte. La vida, entendida como supervivencia, sólo es posible si existe la muerte.
Tiene mucha afinidad con Saturno, por lo tanto, es muy beneficioso para las articulaciones, huesos, dolencias en la edad senil o en la segunda parte de la vida.
Igual que el Rubí, esta piedra ayuda a vencer las dificultades que provocan los regímenes para adelgazar, pues balancea los desequilibrios de la tiroides.
Muy bueno para las ENFERMEDADES CRÓNICAS.
JASPE VERDE: Es una piedra muy conocida desde tiempos lejanos. A ella se le asignan poderes curativos en relación con la boca, el estómago y las heridas, pudiendo detener la sangre que emana de las mismas. El JASPE VERDE está también relacionado con los rayos de luz, porque cuando inciden sobre ella, ésta los refleja otorgando a la persona que los recibe bravura y coraje.
En la antigüedad, se consideraba que el nombre de Pedro derivaba de esta piedra preciosa sobre cuya fuerza y ardor se apoya la Iglesia de Cristo.
Muy bueno para el sistema nervioso, aparato digestivo, agotamiento nervioso, hemicráneas. Ayuda en los casos de problemas estomacales.
El jaspe es una piedra de colores variados en forma de vetas, es una especie de calcedonia – sílice de estructura fibrosa similar a la del Cuarzo, como las ágatas, el ónix, etc. – (Mármol veteado).
MAGNETITA: Durante la edad media se le atribuyeron “poderes” para alejar la melancolía, ser una buena base para preparar elixires de amor y para comprobar la castidad de una mujer.
Se creía que perdía sus poderes si se la frotaba con ajo y los recuperaba si se trataba con sangre de cabra. Más allá de estas creencias populares, podemos decir que si se los lleva con uno, ayuda a sentirse más seguro, ya que, así como la piedra misma, se puede conseguir atracción.
Influye sobre el aparato respiratorio, hombros, articulaciones de los brazos, codos y muñecas. Actúa positivamente en los tímpanos y oídos.
Es un óxido ferroso-férrico llamado también PIEDRA-IMÁN, por lo tanto posee propiedades magnéticas, como su nombre lo indica.
ÓNIX: Su origen se remonta a las murallas de la “Nueva Jerusalén”, retomada luego por los Templarios (del Templo de Salomón). Es una piedra preciosa actualmente clasificada en la familia de las Amatistas.
Existen cinco variantes, la más conocida es la denominada “Uña del dedo”. Es una pioedra casi blanca que recuerda la forma de la uña. Los otros colores son: blanco con vetas estriadas rojas, blanco con vetas negras, completamente negro y negro con vetas blancas. Esta última variedad es la más valiosa.
Las propiedades maravillosas del Ónix hacen que, aplicada la piedra sobre un ojo que duele por un factor que lo estorba, éste suba a la superficie y pueda expulsarse del ojo. Sirve también para calmar los humores alterados. Tiene propiedades curativas respecto al ojo.
Muy bueno para las extremidades inferiores en la zona de las rodillas, tobillos y pantorrillas. Circulación sanguínea, contusiones y calambres, dolor de garganta, como así también para el hipertiroidismo. Actúa muy especialmente en la coordinación física.
Es un ónice o calcedonia de estructura fibrosa, similar al cuarzo, ágatas. etc.
RUBÍ: Además de ser una piedra considerada “rara”, al menos en la tonalidad más oscura de sus reflejos. Es un color cálido que recuerda el fuego, la vida, por su afinidad con el Sol. En lo que respecta a la piedra preciosa, se puede señalar que el Rubí tiene la propiedad de alejar la tristeza, el pecado y el vicio.
Es famosa por sus virtudes, según Collin de Plancy, “Los antiguos le atribuían la propiedad de resistir al veneno, preservar de la peste, desterrar la tristeza, reprimir la lujuria y quitar los malos pensamientos; si llegaba mudar de color tornándose más oscuro, presagiaba desgracias a su portador; volviendo a su color natural al momento que ésta había pasado”.
Sus propiedades implican la eficacia contra los venenos, los malos espíritus; mantiene a su portador saludable y de buen humor. Esta piedra es sumamente positiva y da energía adicional para poder adelgazar en los tratamientos, disminuyendo la ansiedad que se tiene hacia las comidas, ayudando a que la energía se autocontrole.
Muy beneficioso para el plexo solar y la circulación sanguínea, también para las arritmias y alta presión. Presta ayuda al corazón, porque estimula el fluido de energía que recorre todo el cuerpo. Aconsejable en los casos de hemorragia.
El Rubí es un tipo de cuarzo perteneciente a una variedad roja del coridón – alúmina nativa cristalizada, de la cual muchas piedras preciosas son variedades – Alúmina: es el óxido de aluminio puro o formando feldespatos o arcillas.
Feldespato: grupos de minerales compuesto de silicatos de eruptivas de aluminio y de uno o más metales alcalinas, que entra en la formación de rocas eruptivas.
TOPACIO: Esta piedra tiene un color cálido, por ello algunos lo definen como “quemado”. Es conocido desde antaño, atribuyéndosele poderes de curación en las enfermedades relacionadas con inflamaciones. Se obtiene beneficio de esta piedra si se lleva puesta, tanto para el organismo como para la serenidad espiritual. Muy buena para los trastornos en los órganos genitales y también en los problemas derivados de la retención intestinal.
Referente al bienestar espiritual, el Topacio otorga calidez necesaria para interpretar los hechos de la vida de manera más desapegada, renunciando a los sentimientos de venganza.
Investigar si es útil en los casos de hipertrofia de la próstata, en los trastornos ginecológicos (dismenorrea, polimenorrea, amenorrea, ovaritis, anexitis). También en casos de hemorroides y fístulas. Es positivo para prevenir la anemia.
Esta piedra, de color amarilla-naranja, muy dura, está compuesta de sílice, alumina y flúor
ZAFIRO AZUL: En orden de importancia, en la escala de valores de las piedras preciosas, viene después del Diamante. Se encuentra en el Extremo Oriente, y se extrae principalmente de los yacimientos que se hallan en Birmania. También existe una especie que se encuentra en Occidente, pero es mucho menos valiosa y de un color más claro.
Su color recuerda el fondo del mar y la quietud que allí impera, por ese motivo tiene propiedades de distensión y produce calma. El Zafiro tiene el “don” de hacer a quien lo usa, pacífico, amable, devoto y afecto a realizar buenas obras. “Dicen” que se rehúsa brillar frente a la impureza, y con la sola fuerza de sus rayos puede destruir todas las criaturas nocivas y venenosas.
Las propiedades curativas del Zafiro están particularmente dirigidas a los reumatismos, a las inflamaciones del estómago y de los intestinos. Benéfico en las disfunciones circulatorias, gota, ciática, flebitis, neumonía y otras enfermedades agudas del aparato respiratorio, como así también en caso de eczemas de origen tóxico.
Era considerado un antídoto para todos los venenos y así también con “poderes” curativos en caso de melancolía. Sus propiedades energéticas contribuyen a aumentar el nivel de potasio, magnesio y calcio.
Muy benéfico para la garganta, afonía, ronquera, cuerda vocales, oído, etc.
Zafiro: es un corindón cristalizado de color azul; también existen incoloros y transparentes. Corindón es una alúmina nativa cristalizada, de la cual muchas piedras preciosas son variedades. (Alúmina: es el óxido de aluminio que es hallado puro o formando feldespato y arcilla) Feldespato: mineral compuesto de silicatos de aluminio y de uno o más metales alcalinos.
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Gracias por la información.
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