miércoles, 14 de abril de 2010

Cuadernillo N° 27 – Parte 1 - LA SALUD Y TRATAMIENTOS

· Los cuatro elementos de la naturaleza y sus efectos energéticos:

§ El agua: Limpieza del cuerpo

§ La sangre

§ El aire: El proceso del nacimiento

§ El fuego

LOS CUATRO ELEMENTOS DE LA NATURALEZA Y SUS EFECTOS ENERGETICOS

Es necesario tomar conciencia de cómo funcionan las leyes de naturaleza metafísica y energética espiritual, para que puedan aplicarlos en la salud.

No obstante, el conocimiento de los tratamientos terapéuticos metafísicos es tan importante que, sin duda alguna, obtendrás resultados que a los que ignoran las leyes cósmicas les parecerán verdaderos milagros en la curación.

Antes de seguir adelante con los métodos terapéuticos que puedes aplicar con mucha eficacia, es necesario hacer algunas consideraciones que son MUY IMPORTANTES, ya que el tenerlas en cuenta ayuda en la recuperación de nuestras dificultades de salud:

1) Debemos recordar que la enfermedad es un estado de desarmonía que se produce en la persona y, aunque los efectos de la misma se localicen en un punto determinado, o afecten en algún órgano en concreto, afectan a todo el organismo.

2) Debido al estado de desarmonía - nuestras defensas físicas, energéticas, mentales y metafísicas, se debilitan dando paso a elementos extraños que, como los microbios, virus, bacterias, etc., afectan la salud de nuestro cuerpo, por lo que, además de combatir a esos gérmenes con el tratamiento médico adecuado, es necesario el restablecimiento de la armonía con los métodos que aquí iremos indicando.

3) Si una persona está violando alguna ley de la Naturaleza, alguna Ley Cósmica, o está produciendo pensamientos inarmónicos, se producirá una enfermedad y, aunque por medio del tratamiento adecuado el cuerpo pueda curarse, la enfermedad, en esa misma forma o en forma y sitio diferente, se volverá a reproducir SI NO VOLVEMOS AL ESTADO DE ARMONIA, TRANSMUTAMOS NUESTROS PENSAMIENTOS EN FORMAS DE PENSAR POSITIVA, Y NOS PONEMOS EN CONCORDANCIA CON LAS LEYES COSMICAS.

4) Algunas enfermedades son el resultado sano y natural del proceso de transformación de nuestro cuerpo y cesan como tales cuando el cambio corporal natural se ha producido. Ese caso se da especialmente en los niños que están en proceso de crecimiento que cuando "dan un estirón" caen enfermos momentáneamente y cuando la enfermedad ha terminado vemos que han crecido algunos centímetros. Por ello es conveniente darle una oportunidad a la Naturaleza para que ésta cree los mecanismos de seguridad que necesita.

Recordemos siempre que los medicamentos no son los que curan. Los medicamentos restablecen momentáneamente el equilibrio corporal, ayudan a vencer los gérmenes que nos puedan estar infectando, nos proporcionan los elementos que necesita nuestro cuerpo, etc. pero si el organismo no reacciona, si las defensas naturales de nuestro cuerpo no se ponen en marcha, si la naturaleza no recobra su equilibrio, no nos podemos curar.

Los medicamentos son AYUDAS QUE LE DAMOS A NUESTRO ORGANISMO para que la Naturaleza pueda reaccionar positivamente y volvamos al estado de armonía y perfecta salud.

Por esa razón, es necesario que cuando estemos enfermos dediquemos un tiempo adecuado al descanso, al sueño reparador, y tengamos una alimentación sana y adecuada. Así mismo es importantísimo que tengamos períodos de meditación y entonamiento para que nuestra mente se armonice con las fuerzas creativas y constructivas del Cósmico.

5) El dolor es una señal de aviso que nos indica que algo está funcionando mal. Es necesario que se trate la causa que provoca la enfermedad y no únicamente sus síntomas.

Si bien es cierto que cuando una persona tiene dolor, por causa de una enfermedad, el quitarle o suavizarle el dolor le calma y ayuda en su recuperación, pero suprimir SOLAMENTE el dolor sin tratar las causas de la enfermedad es sumamente peligroso, ya que, al no sentir dolor, si no nos preocupamos, la enfermedad puede seguir avanzando sin control.

En estas enseñanzas se te indicará a eliminar el dolor por medios psíquicos, pero debemos recordar que después de haberlo suprimido, debemos recibir un tratamiento completo para la enfermedad, y tratar con un médico especialista bien calificado para que nos ayude en la recuperación corporal, añadiendo a ese tratamiento los principios cósmicos y metafísicos, para que la recuperación sea más rápida y más completa.

6) La Ley del Triángulo establece que para que haya una manifestación perfecta deben unirse dos polaridades opuestas y complementarias. Cuando una persona está enferma, además de recibir el tratamiento en forma de medicamentos, energía, etc., es necesario que se equilibre su parte mental, emocional y espiritual. De esta manera el tratamiento físico, unido al tratamiento psíquico, permite una recuperación completa.

EL AGUA

El agua es un elemento fundamental en la composición del cuerpo humano, aproximadamente las 3/4 partes del mismo está compuesto de agua. No sólo las diferentes células de nuestro organismo tienen agua en su composición, sino que hay entre ellas, en mayor o menor proporción, agua.

En cierto modo podríamos decir que todas las células de nuestro cuerpo, desde las que forman los huesos, siguiendo por las que forman los músculos o cualquier otro tejido corporal, "están en el agua".

La alimentación del cuerpo se puede producir porque el torrente sanguíneo, que es de naturaleza líquida, transporta los diferentes elementos que necesita nuestro cuerpo a todo el organismo.

El sistema nervioso puede mantener su delicado equilibrio a través de la debida humedad en los tejidos que forman los nervios, sin la cual no podría producirse la transmisión de los impulsos eléctricos que viajan por los mismos.

La falta de humedad adecuada en el sistema nervioso, o una humedad excesiva en el mismo, hará que los impulsos nerviosos no se transmitieran adecuadamente, con el consiguiente funcionamiento inadecuado de los diferentes órganos de nuestro cuerpo, y con alteraciones mentales.

La deshidratación de nuestro organismo, o la pérdida de líquidos, produce un estado de naturaleza inarmónico en el equilibrio corporal que podría llevar al fallecimiento de las personas cuyo índice de humedad corporal decayese por debajo de los límites tolerados.

Así mismo, el agua tiene un papel fundamental en la purificación y limpieza de nuestro organismo, sin la cual los elementos tóxicos producidos por nuestro cuerpo, las impurezas de la sangre y los gérmenes se producen infecciones, producirían condiciones inarmónicas que generarían la muerte de cualquier persona.

Todas estas consideraciones nos hacen tomar consciencia de que es preciso tomar, diariamente, la cantidad de agua que sea necesaria para el mantenimiento de la humedad en nuestro organismo. Esa cantidad dependerá de varios factores como el tamaño de la persona, la temperatura, la actividad de la misma, etc. pero, como mínimo, seria conveniente tomar unos ocho vasos de agua al día.

Naturalmente que se pueden ingerir otro tipo de bebidas como pueden ser zumos, refrescos, etc., pero siempre con la debida moderación, y sólo como un complemento del elemento base para la hidratación de nuestro cuerpo: el agua.

LIMPIEZA DEL CUERPO

No hace falta escribir aquí sobre la limpieza externa que le debemos a nuestro cuerpo, ya que es bien conocida por cada estudiante, pero además sí deberíamos preocuparnos mucho más de la LIMPIEZA INTERNA DE NUESTRO CUERPO.

En ese sentido el elemento agua, que tiene tan amplios poderes purificadores, juega un papel importantísimo.

La sangre no solamente lleva el alimento a todas las células del cuerpo, sino que, también, recoge las impurezas y toxinas generadas por nuestro organismo, que deben ser eliminadas para poder conservar bien la salud del cuerpo.

Si esos desechos y toxinas no fuesen eliminados de nuestro organismo, éste terminaría por intoxicarse produciéndonos un grave quebranto en nuestra salud. Para el proceso de depuración de las toxinas que se encuentran en la sangre, hay dos órganos maravillosos: los riñones, cuya misión es la de filtrar la sangre y la eliminación de las toxinas y de las impurezas filtradas, por medio de la orina.

El agua, en este caso, reviste una importancia capital ya que limpia los riñones y arrastra las impurezas que son expulsadas al exterior en el acto de la micción.

Así mismo el agua ayuda, por medio de la transpiración, a la eliminación de las impurezas a través de la piel.

En hojas aparte se darán dos ejercicios que sirven para llegar a sentir el funcionamiento de nuestros riñones.

Estos ejercicios son sumamente beneficiosos para las personas que tiene algún tipo de afección renal, o alguna infección de las vías urinarias. Así mismo, estos ejercicios están especialmente indicados para la depuración de la sangre y para combatir otras infecciones que pudiesen encontrarse en otras partes del cuerpo.

Es conveniente practicarlos de vez en cuando, lo cual previene infecciones, o que se practique cuando se den cuenta que la orina está muy concentrada, pues se logra una limpieza muy importante de los riñones.

Igualmente, gran parte de la eliminación de toxinas y elementos indeseables en nuestro cuerpo, se consigue a través de la transpiración. Esta se realiza por la piel, cuando las glándulas sudoríparas producen y expulsan al exterior, el líquido conocido como sudor, cuya composición es muy parecida a la de la orina.

Así mismo, la transpiración sirve como un elemento regulador de nuestra temperatura ya que la evaporación del sudor produce una bajada en la temperatura corporal externa. A tal fin, se adjunta el ejercicio N° 3.

Finalmente, el ejercicio N° 4 está relacionado con la alquimia del agua, y además de ser un excelente depurativo, nos ayuda a conseguir una buena receptividad de los procesos mentales.

El agua ha sido siempre un elemento muy apreciado por los alquimistas de todos los tiempos, a la cual denominaron también el DISOLVENTE UNIVERSAL.

La composición química del agua, de la cual existen algunas variantes, es VERDADERAMENTE una composición a partes iguales de oxígeno y de hidrógeno, aunque las reacciones químicas más fáciles de ejecutar, pero necesariamente las únicas, sean las que reconoce la química académica.

LA SANGRE

Estudiaremos un elemento fundamental para la expresión de la vida en el ser humano, y que juega un papel de primerísimo orden en el contexto de la salud del individuo.

Nos referimos a la sangre, la cual, por su importancia, debe ocupar un capítulo propio en estos estudios.

La sangre es un elemento verdaderamente misterioso y en ella se desarrolla el drama de la vida; así mismo de la pureza de la sangre, como también de un riego sanguíneo adecuado, depende, en primerísimo lugar, el que una persona se encuentre sana o enferma.

En todas las tradiciones de la humanidad la sangre ha representado ciertos aspectos vitales, así como también de tipo esotérico, que conviene, para que sea bien comprendida su importancia, tomar consciencia de que la sabiduría, desde el principio de los tiempos, ha estado siempre presente entre nosotros, aunque, algunas veces, esa sabiduría ha tomado la forma del simbolismo, o de verdades reveladas por algún Maestro, que, posteriormente, han sido adoptadas como dogmas por algunas escuelas o por algunas religiones.

Esa dogmatización ha dado lugar a intolerancia, malas interpretaciones, o un ocultamiento de la verdad cuando, bien por ignorancia, o por mala fe, no se han explicado adecuadamente o se han tergiversado.

Hay que declarar que la ciencia no está en contraposición con la tradición, es cuando una de ellas (ciencia o tradición) se expresan de forma dogmática, cuando surge el choque entre ambas y se entroniza la intolerancia.

Es nuestra misión la de reconciliar ambos puntos de una misma cosa ya que, en última instancia, la ciencia confirma la tradición y la tradición espiritualiza la ciencia.

Dentro de estas tradiciones se puede encontrar la ley hebrea, que luego ha sido adoptada por algunas sectas cristianas, que aparece en el Levítico, y que nos dice que no se debe comer ningún alimento que tenga sangre, porque en ella va la vida.

Eso ha dado paso a que los judíos ortodoxos, o algunos sectarios dentro del cristianismo, no coman nada que tenga sangre, o que incluso se nieguen a que les sea efectuada una transfusión sanguínea.

Situémonos por un momento en la época de Moisés, con las condiciones higiénicas que imperaban en aquellos tiempos, y veremos que tomar algo que tuviese sangre era peligroso en el sentido de que el animal que iba a ser comido podía estar enfermo y que la sangre, que sin duda tendría algún tipo de infección, podría infectar y enfermar a quien la ingiriera en forma de cualquier alimento.

En aquella época no había veterinarios que pudiesen analizar al animal que iba a ser comido por lo que, por medio de esta y otras normas, había que proteger a la población ignorante que nada sabía de gérmenes, virus, etc. y que la mejor manera de que obedeciesen estas normas de profilaxis era el de decirles que Dios lo ordenaba.

Afortunadamente los tiempos han cambiado mucho y cualquiera sabe que puede tomar algún alimento con sangre, como morcillas, etc. sin riesgo para la salud. Así mismo las transfusiones sanguíneas no son peligrosas ni inadecuadas cuando, de acuerdo con la medicina moderna, se vigila el tipo sanguíneo de la sangre que se vaya a transmitir es correcto, o que no tiene ningún tipo de infección.

Hay otras tradiciones muy interesantes, aunque mal comprendidas, como la de la llamada "Ultima Cena" en la cual se dice que Jesús instituyó el sacramento de la comunión cuando bendiciendo el pan y el vino se los dio a comer a sus Apóstoles.

En el caso del vino dice la frase misteriosa: "Tomad y bebed pues esta es mi sangre".

Todo esoterista sabe que el vino ha sido considerado, desde la más remota antigüedad, como el símbolo de la FUERZA VITAL, que se distribuye a nuestro organismo por medio de la sangre. Esa ceremonia, y esa frase indicarían una forma de transmisión espiritual pero, en ningún caso, querría decir que se estuviese bebiendo sangre verdadera.

Hay otras tradiciones populares y frases poéticas, como: "La voz de la sangre", o "derramar sangre", etc. que, de alguna manera, nos dan idea de la importancia que la sangre ha tenido y tiene en todas las tradiciones, así como su importancia "oculta y misteriosa".

La sangre es un elemento líquido que circula por las arterias y por las venas, en cuya estructura entran varios componentes celulares y químicos, y está compuesta fundamentalmente, por los glóbulos rojos, blancos, plaquetas y plasma sanguíneo.

No comentaremos acá los detalles físicos de la sangre, que puede ser estudiado en forma separada, sino que nos ocuparemos de las funciones energéticas, como por ejemplo que los glóbulos rojos son los que llevan a todo nuestro cuerpo la FUERZA VITAL, esa energía magnética que procede del sol y que se toma por medio de la respiración.

En ese sentido, con referencia a la FUERZA VITAL, podríamos decir que en la SANGRE VA LA VIDA. Podemos visualizar a los glóbulos rojos como una impresionante flotilla de transporte que, por la corriente sanguínea, transporta los alimentos, el oxigeno, y la fuerza vital, que necesitan nuestras células y que recoge los desechos y anhídrido carbónico que serán eliminados por medio de la orina, la transpiración y la respiración.

Los glóbulos rojos se producen en la médula espinal.

El Ejercicio N° 5 está especialmente indicado para las personas que padecen algún tipo de trastornos en los glóbulos rojos, como puede ser anemia, u otro tipo de dificultades.

La sangre juega un papel primordial en la defensa del organismo, ya que los glóbulos blancos ejercen la función de vigilantes y defensores del organismo de aquellos elementos extraños, o de aquellos gérmenes, que pudiesen perjudicar a nuestro cuerpo.

Otro de los elementos celulares que se encuentran en la sangre son las plaquetas, que se producen en los huesos; su misión es la de actuar como elementos de contención, cerrando las heridas, en el caso de que se produzca alguna rotura en el aparato circulatorio que produzca una pérdida de sangre.

Las plaquetas son las que producen el taponamiento en las zonas en las que haya rotura en las arterias, venas o vasos capilares, para que, una vez que se haya producido la coagulación de la sangre en el punto donde se haya producido dicha rotura, no haya más pérdida de sangre.

En lo que concierne a los tratamientos de carácter metafísico que enseñamos, es importante constatar que la sangre cumple las siguientes funciones:

1) Función respiratoria, ya que la sangre recoge, por medio de los glóbulos rojos, el oxígeno que han respirado nuestros pulmones y que es conducido y depositado por los mismos en todas las células de nuestro cuerpo.

Así mismo los glóbulos rojos recogen el anhídrido carbónico que ha sido producido en las células, en el proceso de combustión, o de metabolismo, y los conducen a los pulmones donde se eliminan por medio de la respiración.

2) Función nutritiva, ya que la sangre, por medio de los glóbulos rojos recoge en los intestinos el alimento que hemos ingerido y que hemos ido transformando en el proceso de la digestión, y lo lleva al organismo.

3) Regulación térmica del cuerpo, ya que el agua que lleva la sangre, cuando es evaporada por medio del sudor, produce un descenso de la temperatura en la piel que ayuda a la eliminación del calor producido por el proceso de combustión del organismo, o que se pueda producir en el proceso de lucha entre los leucocitos y gérmenes extraños; a dicho calor lo conocemos como la fiebre.

4) Función excretora, eliminando los elementos de desecho que son llevados hasta los riñones, los cuales filtran la sangre y eliminan las impurezas por medio de la orina, o por medio de la eliminación de toxinas en el proceso de sudoración.

5) Inmunizante, ya que los leucocitos de la sangre no solamente combaten los cuerpos extraños que en forma de bacterias, microbios, virus, etc. puedan ser peligrosos para la salud, sino que producen las mutaciones adecuadas que permiten la aparición de los anticuerpos que habrán de inmunizarnos ante cualquier agresión por parte de dichos gérmenes.

6) Equilibrio acuoso del cuerpo, ya que lleva a todo el organismo el agua que necesita para su adecuada humidificación.

7) Reguladora de la presión arterial, gracias a la cual la sangre es impulsada con la fuerza adecuada para que pueda llegar a todas las partes de nuestro cuerpo.

8) Correlación humoral, por medio de la cual se distribuyen las hormonas y los humores que sean necesarios para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo y de nuestras funciones vitales.

9) Función Vital, ya que los glóbulos rojos llevan, lo mismo que el oxígeno, la fuerza vital que tomamos por medio de la respiración y cuya misión es la de dotar a nuestras células con la vida inteligente que necesitarán durante su proceso vital.

La fluidez de la sangre es muy importante por cuanto ésta es el medio o, si se prefiere, la vía de comunicación que utilizan los elementos celulares de la sangre para llevar alimento a nuestro organismo, oxigenarlo, llevar fuerza vital, eliminación de impurezas o campo de batalla contra los elementos extraños.

Algunas personas, por efecto de una alimentación inadecuada, demasiado rica en grasas, o por otras causas, no tienen la sangre lo suficientemente fluida para que ésta cumpla su cometido adecuadamente, y para ello va en hoja aparte el Ejercicio N° 6.

El Ejercicio N° 7 es muy adecuado para las personas que tienen problemas con la presión arterial, tanto en el caso de tensión alta como tensión baja.

EL AIRE

Ha llegado el momento de estudiar una de las manifestaciones más misteriosas y poderosas de los cuatro elementos de la naturaleza, que tiene una importancia capital tanto en la creación, como en el mantenimiento de la vida y que, en el caso concreto que nos ocupa: la salud, juega un papel de primerísima importancia.

Nos referimos al elemento aire, comprendiendo como tal no sólo a los elementos químicos que lo componen, sino también a la energía que lo toma como vehículo y que absorbemos con al respiración.

Desde el momento en que el recién nacido absorbe la primera bocanada de aire, por medio de la respiración, entra en su organismo la fuerza vital que necesita para manifestarse, de forma individual, como un ser independiente con vida propia.

Por el contrario, en el momento en que se exhala la última respiración, la persona pierde su fuerza vital y se produce el fallecimiento. Aún hoy es frecuente que se diga, cuando una persona ha fallecido, que "expiró", o que "exhaló el último aliento".

Al aire, o, más concretamente, a la energía de la fuerza vital, se le conoce también en la tradición occidental como el "hálito de vida".

La FUERZA VITAL es una energía intermedia entre el Alma y la materia. En cierto modo podríamos decir que la Fuerza Vital es el cuerpo que utiliza el Alma para contactar con el cuerpo material.

Prácticamente todas las tradiciones, tanto la oriental como la occidental, coinciden en que la energía de la fuerza vital es la que nos lleva la vida, absorbiendo ésta con la respiración, pa­sando a la sangre y vitalizando con su energía todas y cada una de las células de nuestro organismo, formando así un cuerpo energético, al cual se denomina CUERPO ASTRAL, que es el doble energético del cuerpo físico, siendo este Cuerpo Astral el que genera una condición energética que es conocida con el nombre del AURA.

Tal como ya se explicó, la Fuerza Vital, que procede del Sol y que toma como vehículo el aire, llega hasta nuestro organismo, y se distribuye en el mismo, en el proceso de la respiración.

El oxígeno que respiramos se produce fundamentalmente por el proceso conocido como fotosíntesis. En ese proceso las plantas transforman, por EFECTO DE LA ENERGIA SOLAR, el anhídrido carbónico en oxígeno.

Al ser producido como resultado de la acción de la energía solar sobre las plantas, el oxígeno tiene unas cualidades vibratorias afines a la energía emanada del Sol.

Cuando el oxígeno pasa a la atmósfera se impregna con la fuerza vital que procede del Sol y le sirve como vehículo en nuestro planeta.

Cuando respiramos el oxígeno, cargado con la fuerza vital, pasa como elemento del aire a la tráquea, de allí a los bronquios y se acumula en los pulmones.

Los bronquios se dividen y subdividen en diferentes ramas o bronquiolos, que terminan en los llamados alveolos pulmonares.

En contacto con los alvéolos, y rodeándolos por completo, se encuentran los vasos capilares; a través de los mismos, el anhídrido carbónico transportado por la sangre venosa, pasa a los pulmones para ser eliminado en la exhalación, y la sangre recoge el oxígeno, que va impregnado de FUERZA VITAL, fijándose éste en la hemoglobina de los glóbulos rojos, los cuales se distribuyen por todo el organismo vitalizando así todas las células de nuestro cuerpo con oxígeno y con fuerza vital.

De esta manera se produce una secuencia vibratoria lógica que permite que haya una unión continuada entre los diferentes niveles vibratorios que componen al ser humano, desde el más bajo, el del cuerpo, hasta el más alto, el del alma.

La secuencia es la siguiente: El cuerpo capta el oxígeno que necesita para funcionar, el oxígeno capta la fuerza vital, y la fuerza vital sirve de vehículo al alma.

El cuerpo, al captar el oxígeno, capta también y los fija a él, la fuerza vital y con la fuerza vital fija al alma.

De esta manera por la UNION CONTINUADA del cuerpo con el oxígeno, de éste con al fuerza vital y de ésta con el alma, según las cualidades vibratorias de menor a mayor, SE PRODUCE EL MISTERIO DE LA VIDA.

Las cualidades vibratorias de los elementos químicos que componen el cuerpo, las de la fuerza vital y las del alma, producen unas condiciones propias de cada una, con sus reacciones específicas, que en ocasiones, por algunas tradiciones, han sido denominados los DIFERENTES CUERPOS DEL SER HUMANO. El físico, el etérico, el causal, etc.

El Ejercicio N° 8 servirá como un comienzo para todo período de meditación.

La importancia del elemento aire para la expresión de la vida, así como para una salud adecuada, hace que pongamos especial énfasis en los procesos de la respiración, así como en la mecánica de la misma.

El ser humano tiene, fundamentalmente, dos tipos de respiración: la cutánea y la pulmonar.

La respiración cutánea es la que se efectúa a través de la piel por medio de la cual tomamos oxígeno y fuerza vital. Este tipo de respiración es muy importante, aunque el término medio de las personas, tal vez por ignorancia, ya que se habla muy poco de este tipo de respiración, e incluso hay muchísimas personas que por falta de cultura no saben que también respiramos por la piel, hace que se ponga poco cuidado en la correcta forma de respirar cutáneamente.

La respiración cutánea (a través de la piel), lleva oxígeno y fuerza vital, sobre todo, a las dos capas de la piel (dermis y epidermis) y a los músculos, así como una regular vitalización, a través del agua corporal y de los fluidos, a las células del cuerpo.

Es tan importante la respiración cutánea que si una persona fuese revestida con una capa de pintura por todo su cuerpo, y ésta no se quitase, la persona fallecería por asfixia cutánea, es decir: por no poder respirar por la piel.

Para poder respirar adecuadamente por la piel es necesario que la persona tenga el cuerpo limpio y expuesto al aire. Esta es una de las razones principales por las que se aconseja la pulcritud y el aseo. Además de la buena presencia personal, que es importante para sentirse bien con uno mismo, esa pulcritud ayuda a la adecuada respiración cutánea. Por lo tanto, es muy beneficioso que tengamos la costumbre, siempre que nos sea posible, de llevar ropas hol7gadas, limpias y cómodas.

Es muy cierto que la vida en sociedad impone ciertas normas que se relacionan con lo que se llama: la moda, el buen gusto, el pudor, etc., pero nada nos impide que en la intimidad de nuestros hogares podamos ir vestidos muy cómodos, e incluso con poca ropa (naturalmente si no hace mucho frío en nuestras casas).

Es muy conveniente tomar el aire en las playas y en los campos, dejando que nuestro cuerpo tenga, al menos, una parte importante de su superficie expuesta al aire libre.

El Ejercicio N° 9 está especialmente indicado en la prevención de resfriados y es conveniente hacerlo, sobre todo en el invierno, una vez a la semana.

La otra forma de respiración, que es fundamental y, por supuesto, la más conocida, es la respiración pulmonar. Por medio de esta respiración llevamos el aire a nuestros pulmones donde el oxígeno pasa, junto con la fuerza vital, a la sangre y por medio de ella se distribuye por todas las células de nuestro organismo.

El proceso de ensanche y contracción de los pulmones, para tomar o exhalar el aire, se produce por la contracción y relajación del músculo llamado diafragma, el cual presiona sobre los pulmones. Debido al efecto que tiene sobre la respiración pulmonar el diafragma, los antiguos griegos, afirmaban que este músculo era el asiento del alma.

La respiración pulmonar correcta sería la que permitiese el llenado y vaciado completo de aire en los pulmones, pero debido

a nuestro modo incorrecto de vivir, lo normal es que en la respiración habitual solamente tomemos un tercio de la capacidad pulmonar de aire.

Normalmente solo renovamos el aire en el tercio medio de los pulmones, mientras que la parte superior e inferior de los mismos, la renovación es sólo parcial, por lo que se acumulan en dichos tercios (inferior y superior), una gran cantidad de gases y vapor de agua que son nocivos para la salud.

El Ejercicio N° 10 indicará la correcta respiración pulmonar.

Ahora que estamos estudiando los cuatro elementos de la naturaleza en relación con nuestra salud, es conveniente que recordemos un aspecto importante, para que podamos comprender bien cómo se produce la unión del alma con el cuerpo, y cómo se armoniza todo, incluidos los cuatro elementos de la naturaleza, para que nuestro organismo pueda funcionar adecuadamente, de acuerdo con el proceso general de la manifestación de la Ley Cósmica.

Los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego, corresponden a la condición vibratoria particular de la ENERGIA UNICA.

Según sea la tasa vibratoria, mayor o menor, de esa energía, su manifestación será más o menos densa. A menor vibración corresponderá a una manifestación más material, a mayor vibración una más espiritual.

El elemento tierra, tal y como lo conocemos, corresponde a la ex presión más material de la energía única, mientras que el elemento fuego corresponde a la espiritual.

Si unimos el elemento fuego directamente con el elemento tierra se produce una condición seca que no permite la expresión de vida, debido a la gran diferencia vibratoria entre ambos.

Entre la vibración del elemento fuego y la del elemento tierra se producen dos condiciones, o elementos intermedios, que son de naturaleza intermedia entre ambos y que constituyen el elemento aire, de naturaleza espiritual, pero más cercano a lo material, y el elemento agua, de naturaleza material, pero más cercano a lo espiritual.

La composición material del cuerpo constituye el vehículo de vida en el plano material y, como conjunto, pertenece al elemento tierra. El Alma es de naturaleza puramente espiritual, y, como tal, corresponde al elemento fuego.

El cuerpo necesita de un elemento intermedio que le sirva para sustentar la vida, y ese elemento es el agua. El Alma necesita un elemento intermedio que le permita contactar con la materia, y ese elemento es el aire.

EL PROCESO DEL NACIMIENTO

En el momento del nacimiento el cuerpo está ya preparado con TODOS LOS ORGANOS FORMADOS para que ejecuten la función que les corresponde, y su relación con cada uno de los cuatro elementos; y está en funcionamiento, listo para albergar el alma como una entidad independiente.

Al tomar la primera respiración, con el aire (vehículo espiritual intermedio) entra la fuerza vital y, en ella, el Alma. En ese momento la fuerza vital se expande por todo el organismo y su energía, al inundar todo el cuerpo material, forma el CUERPO ASTRAL.

El Cuerpo Astral se adhiere al material por medio de una conexión, a la cual se le llama el CORDON DE PLATA, que se produce con la glándula timo, la cual está regida por el elemento AGUA.

Una vez fijado el Alma (elemento fuego) al cuerpo, por efecto de la unión del Cuerpo Astral (elemento aire) a la glándula timo (elemento agua), toma control de todo el CUERPO (elemento tierra) dotando a cada una de las partes, órganos y células del mismo con VIDA y con INTELIGENCIA PROPIA para que pueda ejecutar el trabajo que le corresponde.

De esta manera cada una de las células de nuestro organismo,' cuya composición se ha efectuado de acuerdo con la inteligencia genética, y que está preparada para efectuar la misión para la que ha sido formada, recibe también la vida y la inteligencia propia de su misión y función asignada.

Una vez que se ha producido el nacimiento, ese proceso continúa durante toda la vida hasta que, en el momento del fallecimiento, cuando el cuerpo ya no está capacitado para seguir sustentando al Alma, se rompe el cordón de plata y el CUERPO PSIOUICO se libera de su atadura material, permitiendo el retorno del Alma al reino espiritual.

Este conocimiento es MUY IMPORTANTE y sirve, además de saber cómo se produce el proceso del MISTERIO DE LA VIDA, para comprender mejor el mecanismo de la distribución del elemento fuego y, con ello, su gran influencia benéfica en la salud.

EL FUEGO

Llegamos ahora a un punto muy importante con referencia a la salud, o sea el elemento fuego y como el mismo influye poderosamente en todos los procesos relacionados con nuestro cuerpo y con el funcionamiento adecuado del mismo, con su consiguiente importancia para el mantenimiento, o el restablecimiento, de una salud adecuada en el concepto corporal.

Precisamente, al ser el elemento que representa a lo espiritual, el elemento fuego es el menos conocido y, por supuesto, el menos aplicado, debido al desconocimiento que de él se tiene, por los diferentes métodos terapéuticos.

Recuerden SIEMPRE, la práctica de la medicina debe ser reservada para los médicos titulados, o las personas legalmente reconocidas como terapeutas, y nuestro conocimiento no nos autoriza, excepto en el caso citado previamente, a instalar un consultorio.

Estos conocimientos san para aplicarlos en sí mismos, en sus familiares cercanos, o en amigos muy íntimos que, siendo sensatos, acepte una ayuda adicional para su recuperación.

Como ya se ha mencionado el cuerpo, con todos sus órganos, sirve como vehículo del alma para que ésta pueda manifestarse en el plano material. Dentro del cuerpo, es el sistema nervioso el que proporciona la energía que permite el funcionamiento motor, de sensitividad, y de inteligencia a todo nuestro organismo.

Podríamos decir que el sistema nervioso es el vehículo de la energía que da a nuestro organismo las características de vida e inteligencia que le permiten funcionar. Bajo el punto de vista esotérico funciona así:

El cerebro es el órgano de interpretación de sensaciones y de ¡inteligencia y su funcionamiento es dual, por una parte recibe los impulsos, tanto de nuestro organismo como de nuestros procesos mentales internos, y los interpreta; por otra parte genera impulsos que hacen funcionar, armonizan y equilibran nuestro cuerpo y nuestro funcionamiento mental interno.

En ese sentido el cerebro es una UNIDAD receptora y generadora, aunque su funcionamiento es "dual", como ya indicamos. El cerebro se sirve así mismo de un sistema dual de recepción de impulsos y de envío de impulsos, siendo dicho sistema dual el sistema nervioso central, o espinal, y el sistema nervioso simpático, o del gran simpático.

El SISTEMA NERVIOSO ESPINAL es un cordón nervioso, que, partiendo del cerebro como médula espinal, la cual se encuentra dentro de la columna vertebral, tiene conexiones, por medio de diferentes cordones nerviosos, con todos los órganos del cuerpo y sirve como vía de enlace entre el cerebro y cualquier otra parte del cuerpo y viceversa.

Sus funciones son la de proporcionar la energía nerviosa adecuada a todos los órganos y partes de nuestro cuerpo para que puedan funcionar físicamente, y como centro de reflejos que transmite las corrientes sensitivas motoras. También podríamos definir este sistema como el que rige los impulsos nerviosos de las funciones FISICAS de nuestro organismo.

El SISTEMA NERVIOSO SIMPÁTICO, compuesto por dos cordones nerviosos (el simpático y el parasimpático), regula y armoniza las funciones involuntarias y automáticas de nuestro cuerpo. Está compuesto de dos cordones nerviosos compuestos de neuronas y ganglios, por lo que también se le llama el sistema nervioso ganglionar.

Al sistema nervioso simpático lo podríamos definir como el que rige los impulsos nerviosos que regulan el funcionamiento PSIO1JICO, o espiritual, de nuestro organismo.

Ambos sistemas nerviosos, aún teniendo funciones diferentes, se unen por medio de unas conexiones, o ramas, como consecuencia de lo cual se equilibran.

A ambos sistemas nerviosos, y a sus conexiones, se le ha simbolizado en el esoterismo, según las diferentes tradiciones, como los tres pilares de la sabiduría, el caduceo de Hermes, etc.

Veamos ahora lo que sucede con el sistema nervioso espinal, que surgiendo directamente del cerebro, como una prolongación del mismo, es el que ordena, a través de los impulsos nerviosos, todo el organismo.

He aquí los siguientes hechos físicos que tienen re-ladón con la composición oculta, o de naturaleza esotérica, en el sistema nervioso, o de inteligencia, de nuestro cuerpo.

La columna vertebral, en cuyo interior se encuentra la médula o cordón espinal, está compuesto por 32 vértebras, correspondiendo esos 32 niveles de percepción emisión del plano de la manifestación corporal, a los llamados 32 senderos de la sabiduría, que han sido simbolizados en diferentes tradiciones esotéricas, como la cábala, etc.

Si a esos 32 niveles les sumamos el punto rector, el ordenador de todas las cosas, el cerebro, obtendremos los 33 niveles de percepción, del más alto al más bajo, que también se encuentran simbolizados en todas las tradiciones: masónica, cabalística, rosacruz, etc.

De esta manera podemos empezar a colegir el gran orden, y la gran sabiduría de la Consciencia Divina, que ha ordenado todo en forma tan perfecta y ordenada, incluyendo el mismo cuerpo del Ser Humano.

Una de las tendencias actuales de la medicina académica, e incluso del público en general, es considerar que cuando se produce una enfermedad, ésta se encuentra localizada en un punto de nuestro cuerpo o en un órgano del mismo.

Ese punto de vista no coincide con el estudiante de la metafísica, puesto que, al contemplar al Ser Humano como un todo, y al conocer la íntima relación que existe entre todos sus componentes, no solamente entre las diferentes partes del cuerpo, sino también con su mente y con su alma, sabemos que cuando se produce un desequilibrio en la persona (que, como dijimos, afecta a todo el organismo, a su mente y a su parte espiritual), la enfermedad se manifiesta por el lado o en el órgano que se entre más débil en nuestro cuerpo.

Si por cualquier circunstancia la enfermedad fuese producida por una causa exterior, como pudiera ser un accidente, etc., al quedar una parte de nuestro cuerpo dañada, automáticamente, por su relación con el todo de la persona, todos los demás 5rganos, su mente, e incluso su conexión con la parte espiritual, se verían afectadas por lo que el desequilibrio, en última instancia, sería también total.

Puede ser que el desequilibrio que existe en la parte u órgano que no se encuentre directamente dañado por una enfermedad sea muy sutil, pero el hecho de que, en apariencia no hay ese desequilibrio, no quiere decir que no exista.

Hacemos estas consideraciones porque es necesario que mantengamos en nuestra mente que CUANDO HAY UNA ENFERMEDAD, NO SOLAMENTE BAJA LA VITALIDAD Y LA ENERGIA DE LA ZONA AFECTADA, SINO QUE TAMBIÉN BAJAEN TODO EL ORGANISMO.

Esto hace que sea necesario, cuando padecemos alguna enfermedad, que no solamente tengamos que tomar los elementos y medicinas que nos haya indicado el médico para nuestro tratamiento, sino que también tenemos que vitalizar la zona que se encuentra afectada, todo nuestro organismo, y a la vez equilibrar nuestros pensamientos y nuestro entonamiento espiritual.

Es esa parte, la de la vitalización energética, el equilibrio mental y el entonamiento espiritual lo que hace tan eficaces los tratamientos metafísicos.

Continuará.....

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