El Cuerpo Mental Inferior, o tercer cuerpo, expresa la mente a nivel de la sustancia física. Junto a los Cuerpos Emocional y Físico constituyen la personalidad o ser humano. Este cuerpo utiliza todos los chakras pero se expresará a través de la energía generada en el plexo solar. Para crear una realidad concreta, reagrupa dentro del cerebro físico las energías absorbidas de la inteligencia superior de la Divinidad filtradas a nivel del tercer ojo.
Mientras que la energía motriz se genera en el plexo solar, el cerebro en sí, sirve como frontera física al Cuerpo Mental Inferior. El cerebro recibe estímulos del medio ambiente y responde enviando estímulos al Cuerpo Emocional y al Cuerpo Físico iniciándose la acción. El circuito de recuerdos en el cerebro interpretará los estímulos de acuerdo a precedentes históricos. Todo el organismo opera automáticamente para protegerse, hasta que la conciencia del individuo se alinee con los principios elevados que operan dentro de las Leyes de la Luz.
Para simplificar, hablaremos del Cuerpo Mental Inferior como si fuese una entidad aislada. Este toma las ideas divinas generadas por el Ser Dios que luego, traducidas por el Ser Superior las implementa en el mundo físico mediante una proyección racional o lógica. Debemos entender que la lógica es otro efecto de la vida tridimensional y de la mente que opera a través de detalles y secuencias. La Mente Superior no trabaja por lógico o separadamente, intuye el todo; es visionaria y ve más allá del tiempo y del espacio.
El cuerpo Mental Inferior trabaja en secuencias lógicas y se enorgullece de su funcionamiento eficiente. Este orgullo lo lleva a una cierta arrogancia y un sentimiento de autosuficiencia que son ilusorios. Como si el administrador de una corporación se sintiera el presidente de Directorio. Esto sucede todo el tiempo, literal y simbólicamente. De esta manera el Cuerpo Mental Inferior se pone en posición de controlador.
Al tener una visión miope y tridimensional, divide sus percepciones para formar conceptos, en categorías y pares olvidándose de la unidad existente detrás de estos opuestos aparentes. La dualidad es producto de lo físico operando a través de la polaridad o tensión para mantener su forma. La dualidad es reflejo de la polaridad. Es la manera en que la mente aplica los principios de la materia al pensamiento. Así surgen la dualidad y la moralidad. El Cuerpo Mental Inferior empieza a construir sistemas sobre estas dualidades: los conceptos del bien o del mal, de lo correcto o lo incorrecto, escogiendo un solo lado de este par de opuestos; distorsionando la Verdad con ilusiones, convirtiéndose en unidireccional y estrecho.
Habiendo construido sistemas sobre falsas bases, el Cuerpo Mental Inferior procede a defender sus dogmas, muy similar a cuando un mentiroso debe continuar mintiendo para defender su posición. Y al igual que el mentiroso llega a olvidar que está mintiendo puesto que este proceso se ha convertido en su segunda naturaleza. De esta manera se vuelve más activo en autoprotegerse que en expresar la Divinidad.
El Cuerpo Mental Inferior es tan diestro en manejar información que al igual que un oficinista que archiva todo en orden para facilitar la búsqueda de datos, él mismo se segmenta o crea comportamientos dentro de sí.
El archivo escondido del Cuerpo Mental Inferior está compuesto por aquellos pensamientos y recuerdos que no tienen utilidad actual sino que más bien sirven para amenazar o sabotear planes inmediatos. Es así como se crean lo aspectos subconscientes y superconscientes de la mente.
Estas porciones escondidas del Cuerpo Mental Inferior no sólo existen fuera de la mente sino que están completamente desconectadas de todo el organismo, en especial del Cuerpo Emocional. Esto es muy necesario, ya que conectados al sentimiento estos pensamientos podrían ser muy peligrosos, hasta letales. Aquellos pensamientos considerados "malos" se apretujan en el subconsciente; los "buenos" (que no se origina en el Cuerpo Mental Superior, sino que provienen de la cultura) son relegado al superconsciente.
De esto se desprende que no sólo es posible, sino común, vivir en un mundo plagado de mensajes dobles y hasta triples. Las palabras dirán una cosa, los sentimientos expresarán otra, mientras que la mente estará preparando otra "realidad".
En los subplanos inferiores del Cuerpo Mental Inferior encontraremos pensamientos de dominación, posesión, crueldad y sadismo. En los subplanos superiores encontramos pensamientos de belleza, arte, música y ciencia.
Los tres aspectos de la mente: el consciente, el subconsciente y el superconsciente son parte de las funciones del Cuerpo Mental Inferior que están relacionadas con lo lineal, con la vida tridimensional y en una escala mínima o casi nula con las ideas de Dios. Aún los archivos arquetípicos del inconsciente se relacionan con pensamientos y emociones colectivas intensificadas por el hombre a través de los siglos. Estos vienen a ser los dominios de nuestra psicología actual.
En este punto nos damos cuenta de lo absurdo de las teorías sicológicas actuales, sobre todo cuando su alcance está limitado a la lógica tridimensional, sea ésta racional o irracional. El estudio de la psicología se concentra por entero en el estudio del Cuerpo Mental Inferior como origen, en lugar de tomarlo como herramienta de la Divinidad. Es como tratar con un impostor. Nunca comprenderemos la verdadera dimensión de la mente hasta que devolvamos el poder a la fuente, hasta que comprendamos nuestra divinidad. Y todo esto debemos hacerlo con profunda humildad.
Para reinstalar el poder de nuestros aspectos más plenos y elevados, necesitamos ver el Cuerpo Mental Inferior como lo que es: una herramienta de la Divinidad creada para disertar, categorizar, evaluar e implementar ideas. Esto lo puede hacer magníficamente bien. Es un sirviente maravilloso pero un jefe arrogante que tiende a juzgar y a explotar.
El poder del Cuerpo Mental Inferior es enorme porque su labor es la de construir formas de pensamientos. Tiene la habilidad de movilizar energías físicas, de traducir ideas, de calibrar energías.
Está ligado directamente al Cuerpo Emocional y junto a él, toma los materiales necesarios para manifestarlos en el plano físico. El Cuerpo Mental Superior no tiene acceso directo al ser personal excepto a través de las percepciones y facultades del Cuerpo Mental Inferior. Este es el portero y portavoz de la masa mental y haremos muy bien en ser su amigo.
Sugerimos que se pregunte: Deténgase un momento y examine sus actitudes y creencias. En especial, sea honesto con sus prejuicios e inclinaciones. Haga un contraste entre lo que piensa y lo que siente en áreas que considere débiles o a las que se entregue sin desmedro. ¿Está enviando mensajes dobles? Una manera muy fácil de saber si lo está haciendo o no, es ver cómo el mundo alrededor suyo responde a sus necesidades. ¿Está manifestando lo que desea? Examine la realidad de su mundo inmediato. ¿Encaja con sus ideas? ¿Cuántas veces actúa de acuerdo a lo que conoce en lugar de actuar como realmente piensa que debería hacerlo?
¿Cuán realista es acerca de usted y de su mundo? ¿Sabe con certeza lo que puede o no puede hacer? ¿Se sobreestima o se subestima? ¿Está encontrado con sus emociones? En otras palabras, ¿cuán conectado está con sus pensamientos y con su cuerpo físico? ¿Vive en lamente? ¿Piensa lo que siente y siente lo que piensa? ¿Actúa de acuerdo a esos pensamientos y sentimientos?
Además de tener los tres cuerpos o aspectos inferiores conectados y balanceados, se necesita integrar la energía en cada nivel y establecer su integridad a través del comportamiento y la actividad celular. La verdadera integridad se demuestra no sólo mediante pensamientos, por muy hermosos y elevados que éstos sean, sino en las acciones y el sincronismo de sentimientos con las cosas vivientes. Es en este punto cuando se empieza a utilizar las facultades de la Mente Superior.
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NUESTRO PROPÓSITO ORIGINAL
Examinamos brevemente cómo llegamos a ser quienes somos. Cómo llegamos a ponernos este "abrigo de tantos colores", estas siete capas. Si puede imaginarse a Dios como un mar de fuego, considérese una pequeña chispa que se separa de este fuego. Asuma en este punto que quiere experimentar por sí mismo y, a lo mejor, hasta crear universos. Como chispa, tome vida en el momento que lo desee.
Esta chispa tiene su propia coherencia pero al girar a gran velocidad en este viaje a través del espacio cada vez se le adhieren sustancias y niveles de más baja vibración. En cada nivel, la sustancia colectada crea cuerpos o vehículos de expresión. Las vibraciones se condensan más en cada etapa y después de un tiempo la esencia de la chispa como luz se olvida. Cuando la chispa experimenta lo más denso y grosero de esta nueva vibración, empieza a expresar aspectos de densidad que causan dolor, como posesión, celos (características y cualidades de la materia y no de la luz)
Cada vez que el dolor se agranda vuelve a surgir el anhelo de esa pequeña y callada vocecita, o memoria de luz dentro de nosotros, aunque parezca surgir de la ensoñación o de la ilusión. Cuando la pequeña chispa vuelve a su naturaleza de luz, ésta se expande más y más y el proceso de ascenso comienza. Y he aquí que la ascensión era el propósito original: crear universos expandiendo la luz y adquirir maestría a través de la propia experiencia.
Cuando esta pequeña chispa aprenda a transmutar la densidad, aprenderá a controlar la energía, a co-crear con lo que en realidad es ella misma (en una frecuencia más elevada del Ser). Esto se hace en cada nivel de consciencia, en cada uno de los vehículos o cuerpos.
¿Qué significa esto para nosotros en esta existencia tridimensional? En cada átomo de sustancia física existe un punto de luz reminiscente de la chispa original. Estos puntos son en realidad parte de nuestro yo cósmico, de nuestro cuerpo de luz. Al estar más alertas y conscientes nos volvemos más ligeros en todo el sentido de la palabra. A algunos santos se los ha visto luminoso; un resplandor les emana de la carne. Este proceso es automático. La alquimia interior logra acelerarlo expandiendo conscientemente los puntos de luz desde el centro mismo de los átomos de nuestro cuerpo celular.
En un ángulo simultáneo de desarrollo buscamos entender nuestra hechura sicológica como un proceso de actividad energética. La psicología de los Siete Rayos da esa perspectiva. Desgraciadamente no existe gente suficiente que entienda esta psicología y que a la vez sea clarividente, o lo suficientemente puro para traducir esta información en un lenguaje cotidiano. Al comprender nuestra propia hechura de los siete rayos, podremos comprender a los otros. Empezamos a entender los filtros específicos a través de los cuales operamos.
Nuestro verdadero propósito al encarnar es traer esa luz y elevar o bendecir la materia en cada nivel de conciencia. Logramos esto experimentando todo lo que hay que experimentar e integrando la energía de cada acto, de cada emoción, de cada pensamiento a nuestra totalidad.
Esta luz está incorporada dentro de nosotros a la existencia tridimensional, al centro de cada una de las células de nuestro cuerpo físico. Cuando el proceso de iluminación se lleva a cabo afecta a todos los cuerpos que envuelven al cuerpo primario de luz.
Cuando somos materia, cada uno de estos personajes y la constitución sicológica de nuestras personalidades están determinadas por los siete rayos. Éstos determinan nuestras aptitudes, aspiraciones y aún nuestro modus operandi, creando el medio ambiente para la canción individual que vinimos a cantar, la danza que vinimos a danzar. En otras palabras, la expresión de la verdadera calidad de vida en su potencia descontaminada.
La tarea en la vida es en realidad descontaminarse o purificarse en todos los niveles para emerger como un elixir puro e individualizado (alquímico)
La combinación de los rayos fueron escogidos por el propio Ser Superior en colaboración con consejeros avanzados de dimensiones superiores de luz para el propósito específico de completar la experiencia.
La psicología de los siete rayos puede ayudarnos mucho más que la Astrología en descubrir la propia hechura y, de esta manera, cortar tantos y tan dolorosos años de ensayo y error. Uno empieza a entender que no puede hacer lo que hace el otro y que sí puede hacer algo que éste no puede. Ello elimina la competencia y las comparaciones, causa principal de conflictos y discordia en las relaciones y de miedo y culpa en los niveles inferiores. Conocer nuestras fuerzas y limitaciones nos proporciona un profundo relajamiento, una paz que lleva a la maestría.
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EL PODER DEL PENSAMIENTO
El pensamiento es visión con significado. El poder del pensamiento es tan importante como el poder del sentimiento en todo aspecto de la creación y los dos trabajan en conjunto. Cada vez que se tiene un sentimiento sobre algo surge una contraparte visual, un recuerdo, un deseo que lo enciende. Un pensamiento o idea surge cuando existe un cuadro, o una serie de cuadros, que transmiten un significado. Este significado tocará una cuerda que provocará en el individuo una respuesta o reacción (dependiendo del grado de conocimiento existente) incitándolo a actuar.
El pensamiento es tangible. Los clarividentes y síquicos, así como los parasicológicos que constantemente investigan las percepciones extra-sensoriales y la telepatía saben esto.
Los gobiernos que utilizan propagandas síquicas y guerrillas psicotrónicas también lo saben. Y por supuesto, los medios de comunicación lo saben muy bien cuando crean imágenes y "jingles" que perduran en las mentes, y los sentimientos del público. En realidad, todo el mundo, sin darse cuenta, utiliza los pensamientos como cosas tangibles.
La verdad es que los pensamientos no sólo son una realidad tangible sino que además, por desconocimiento, son causa y parte en la creación de señales confusas y negativas en nuestro proyecto contemporáneo.
Existe un enorme atolladero de pensamientos contaminando nuestra atmósfera, provenientes de personas que creen que por no haberlos expresado verbalmente estos pensamientos no existen. Nosotros guardamos secretos no sólo de nuestros seres queridos sino de nosotros mismos. En los niveles elevados de conciencia no existen los secretos. Y no hay necesidad de secretos porque ahí donde prevalece la Luz está el Amor, la honestidad, la integridad y la pureza. Los secretos son un fenómeno directamente relacionado con la vida tridimensional, donde la capa de densidad permite una uniformidad de apariencia y donde el ruido de frecuencia más pesada obstruye y distrae la visión del que busca la Verdad.
Los pensamientos tienen formas definidas, ocupan un espacio y tienen la cualidad del sentimiento al cual están asociados. Ellos continuarán envolviendo el aura del individuo hasta que se disuelvan a través de algún tipo de resolución. Un pensamiento se mantiene tanto como lo estimule un sentimiento. Esto se disuelve cuando es puesto en ejecución o cuando se dispersa por falta de energía o atención. Existen muchas formas de pensamientos alrededor de las personas, unos más fuertes que otros, algunos tan antiguos como todas sus vidas.
El campo de energía que rodea al individuo alojará no sólo los vórtices creados por el movimiento de los sentimientos sino una profusión de pensamientos creados a través de las diversas encarnaciones. Cualquiera que tenga un entrenamiento apropiado puede leer esas imágenes y sentimientos y conocer no sólo la historia personal de un individuo, también sus intenciones actuales y sus tendencias futuras. Es muy conocido entre los síquicos y metafísicos el poder que sumos sacerdotes y síquicos tenían en las antiguas cortes (los Faraones de Egipto o los Zares de Rusia) debido a la habilidad de leer en las personas y circunstancias.
Así como el Cuerpo Emocional es un campo de energía vibrando en una frecuencia definida y con una sustancia de Luz que se enciende y gira de una cierta manera, así el Cuerpo Mental tiene su propio campo, su propia frecuencia y su propio modus operandi. Tal como existen emociones dentro del Cuerpo Emocional cuya capacidad se expresa mediante el pensamiento, de la misma manera existen formas de pensamiento dentro del Cuerpo Mental cuya facultad se expresa mediante el pensamiento. El Cuerpo Mental, más que una colección de formas de pensamientos, es la sustancia que almacena los pensamientos.
El poder detrás de todo pensamiento se origina en la mente. La mente es el vehículo del conocimiento que utilizando la inteligencia, conlleva, organiza, entiende, enfoca y proyecta formas y significados. El intelecto, aunque interesante y útil, no es más que una forma de inteligencia sumamente básica utilizada en los niveles de la tercera dimensión.
La inteligencia que se expresa en detalles está relacionada con las leyes físicas: tiene regularidad, se la puede definir, ponerle reglas, ser aprendida; no exige espontaneidad ni flexibilidad. La inteligencia en este nivel es lo que se denomina el cuerpo mental inferior. Cuando uno está encarnado y actúa en niveles más elevados de percepción y organización intuitivas, la mente operará mediante el Cuerpo Mental Inferior alineado a un cuerpo similar aunque de conciencia vibratoria más alta llamado el Cuerpo Mental superior. Esta es una conciencia más elevada que expresa inteligencia interdimensionalmente y en estados fuera del cuerpo.
Tanto a nivel del Cuerpo Mental Inferior como del mental superior, la energía mental se manifiesta de una manera lineal y directa. En los niveles inferiores se mostrará agresiva, en los superiores será creativa y regeneradora.
La mente construye moldes o copias mediante su facultad de visualización. Estas formas aparecen como actitudes que ponen en movimiento patrones emocionales y toman distintas connotaciones en los niveles inferiores o superiores. Por ejemplo, una creencia necesaria en los niveles inferiores para inspirar y encauzar correctamente la energía, emerge como fe y dogma vitales para tomar instintos desbocados, convirtiéndose en experiencia de sabiduría. La fe, vista en su propia luz, es una sabiduría interna irrefutable. Y la sabiduría sobrepasa al saber, su contraparte en niveles inferiores.
El Cuerpo Mental Inferior y el Cuerpo Mental Superior operan en dos circuitos diferentes. El Inferior utiliza el plexo solar como centro de poder y gobierna actividades relacionados con acciones cotidianas. En otras palabras, se ocupa de la realidad exterior, de los acontecimientos, hechos y cronología. Para nuestros propósitos, el Cuerpo Mental Superior utiliza el centro de la garganta y el tercer ojo como fuentes de poder y su energía primordial viene del corazón. Se ocupa de experiencias interiores y de unir aspectos de esa experiencia con el mundo exterior. Ambos vehículos utilizarán el centro de la garganta, mediante la palabra hablada, para precipitar la materialización de los pensamientos vivos.
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COMO LA CONCIENCIA DE USTEDES PUEDE ASISTIR A LOS DEMÁS
No hay límite en lo que un hombre o una mujer pueda hacer por cualquier número de corrientes de vida a través de un pensamiento y sentimiento fuerte firmemente sostenido dentro de la conciencia del BIEN.
No hay poder en todo el Universo que pueda oponerse a un PENSAMIENTO BUENO o que pueda manifestarse un pensamiento de maldad a menos que el individuo que sostiene lo constructivo escoja permitirle salir.
Ese es el por qué se ha dicho que "uno con Dios es la mayoría". Ese es el por qué un ser no ascendido podría impedir la disolución del planeta Tierra si su conciencia pudiese estar firme ante la mente de la masa, apariencias o cualquier número de presiones visibles o invisibles que intentarán cambiar el pensamiento y sentimiento de Perfección y Protección sostenido por aquel SER.
Todas las fuerzas del infierno combinadas, con todas sus energías, no pueden prevalecer contra el más pequeño de los pensamientos que esté de acuerdo con el Plan de Dios, a menos que la corriente de vida que sostenga el pensamiento renuncie a él, y así con la gran tenacidad de espíritu, sepan que ustedes tiene una armadura invulnerable y un tremendo poder par liberar, curar, y sostener la Paz, a menos que ustedes abandonen sus pensamientos por un pensamiento menos que perfecto en la mente o corazón de otro.
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