Todo lo que existe surge de un concepto que actúa como germen de lo existente, y a ese concepto lo llamamos EL PUNTO.
Ese concepto, o pensamiento, en la mente de Dios, dio origen a todas las cosas a través de la emanación de la energía, como una unidad.
Pero la energía, para poder manifestarse, necesita hacerlo por medio de dos polaridades diferentes, que son, al mismo tiempo opuestas y complementarias.
Explicaremos este concepto más ampliamente, porque es de una importancia capital y, en sí mismo, nos revelará muchas cosas de carácter práctico que nos serán muy útiles.
Nada puede manifestarse si no existe su opuesto que es, al mismo tiempo, su polaridad complementaria.
La luz no se podría manifestar si no existiera la sombra, ya que nadie podría saber lo que es una cosa al no poder compararla con su opuesto.
No obstante, analicemos por un momento el concepto de luz y sombra o, si lo prefieren, de luz y oscuridad. De hecho, la sombra o la oscuridad no es otra cosa que la ausencia de la luz; en sí misma es un vacío que ha de llenarse por la luz. En algunas ocasiones, la oscuridad y la sombra son producidas por la misma proyección de la luz, cuando ella encuentra un obstáculo en su paso. Si la luz lucha contra la oscuridad, lo está haciendo contra nada, puesto que la oscuridad existe porque existe la luz. La luz sólo debe cooperar con la naturaleza. Debe fluir libremente y, a su paso, las tinieblas se disipan.
Este mismo principio debe aplicarse a todos los conceptos de la naturaleza, ya que todo obedece a la misma ley. Todo surge de la unidad, que se manifiesta a través de dos polaridades que son opuestas no antagónicas, sino complementarias la una de la otra.
No es de la lucha de los opuestos de donde surgen los resultados, sino de la cooperación de los mismos. En el Universo, la energía fluye naturalmente. La oposición a ese flujo, a través de la lucha, tiene como resultado el dolor, la intranquilidad y el fracaso.
Cuando el ser humano comprenda que aquello que ve como opuesto a sí mismo es algo que necesita para poder complementarse y ser un ser total, entonces alcanzará paz y poder, ya que cooperará con las fuerzas constructivas de la naturaleza.
La energía universal nunca está quieta, siempre está en movimiento y cambio. Es eterna, pero constantemente toma formas nuevas que seguirán cambiando para manifestarse en forma permanente.
De un momento a otro todo cambia. Los átomos que componen la materia, debido a su continuo movimiento, hacen que ésta cambie continuamente; nosotros cambiamos de un momento a otro, porque todo nuestro Ser está en movimiento, se mueve la sangre en nuestro cuerpo, se mueven los impulsos nerviosos por los nervios, y se mueven continuamente nuestros pensamientos.
No somos lo que éramos hace tan solo un segundo, porque la ley del cambio perpetuo, a través del movimiento, nos hace continuamente diferentes.
La única ley de la naturaleza que no cambia es la Ley del Cambio, producido por el movimiento, que no puede cesar porque todo es vibración, y si la vibración, que es la esencia de la energía, cesara, todo cesaría.
Aplicación Práctica
Le indicábamos que nada es permanente en la existencia, porque todo se está moviendo perpetuamente, de la energía en su forma más pura, hasta la vida misma.
Podemos aplicar este importante principio a la vida diaria de las siguientes maneras:
A - Todo estudiante deberá tener una mente amplia y abierta, sin anclarse nunca en el pasado, ni pretender que todo continúe siempre como está ahora. EL PASADO, PASADO ESTÁ. El pasado nos proporciona experiencia y un punto de apoyo para PROYECTARNOS AL FUTURO, VIVIENDO LA VIDA PRESENTE; nunca deberá ser un lastre para nosotros, ni en sus inciertos, ni en sus errores. Nosotros somos continuamente SERES NUEVOS, pues el movimiento de la vida nos transforma, y seremos tan DIGNOS como seamos capaces de apreciarnos.
B - Cuando algo desaparece de nuestras vidas, debemos dejarlo ir, porque ya cumplió su misión. Pretender mantenerlo es un grave error, ya que no nos oponemos a la ley del cambio, y el resultado es lucha interna y externa, generadora de sufrimiento.
C - Toda nueva experiencia debe verse como una maravillosa oportunidad de avance y mejora, ya que la naturaleza es eminentemente constructiva. Antes que oponernos a las nuevas vivencias, fruto del proceso de movimiento vital, debemos ver más allá y, escudriñando su propósito, cooperar con las Leyes Cósmicas, que siempre nos proporcionarán lo mejor, si estamos en armonía.
D - Debemos revisar todo aquello que genere lucha y sufrimiento, ya que no es esa la manifestación natural. Es nuestro enfoque incorrecto de la realidad lo que hace que una situación nos ocasione desasosiego y perjuicio. Armonizarse con las leyes cósmicas constructivas, supondrá un reajuste que, paulatinamente, nos traerá la paz y el éxito.
E - Es fundamental desterrar de nuestra mente los conceptos de negatividad o maldad. Hay que quitar de nuestro corazón cualquier sentimiento de odio. Todos esos conceptos son sólo reales, porque nosotros los hacemos reales con nuestro pensamiento.
LO QUE LLAMAMOS MALDAD NO ES OTRA COSA QUE LA AUSENCIA DE BONDAD, EL RECUERDO PERMANENTE DE QUE LO QUE NECESITAMOS Y DESEAMOS ES LA BONDAD.
LO QUE LLAMAMOS ODIO NO ES OTRA COSA QUE LA AUSENCIA DE AMOR, Y EL RECUERDO PERMANENTE DE QUE DESEAMOS AMAR, QUE ES EL ESTADO NATURAL Y DESEABLE DEL SER HUMANO.
Una observación atenta de los procesos naturales, y nuestra acomodación y cooperación con los mismos, nos proporciona una vida más plena y más feliz.
* * * * *
EL AURA HUMANA – 1ª Parte
Antes de comenzar estos estudios sobre el aura, entiéndase que la manifestación combinada de cuerpo, alma y mente crea, alrededor de la columna vertebral y de la médula oblongada, emanaciones que algunos denominan aura humana y otros campos magnéticos del cuerpo humano. Todos deben comprender que cada individuo en el que arde la llama de la vida revela lo que es precisamente en el campo energético de su ser y en las emanaciones magnéticas que rodean su forma física, como si lo pregonara a los cuatro vientos: todo lo que realmente es, todo lo que ha hecho e incluso el prodigio de lo que será.
La lectura profunda del aura humana no es una ciencia común y corriente. Los que quieren intentarla deberían entender que, con un simple cambio en el pensamiento, la fuente del aura humana - que surge de su propio orificio - puede cambiar de color, emanación y afinidad mecánica, es decir toda su identidad. Sin embargo, al mismo tiempo puede retener debajo de su superficie la capacidad de envenenar la atmósfera del individuo o su emanación áurica, debido a que éste no es capaz de purificarse de corazón.
Es sumamente importante que el estudiante entienda que existe un proceso por el cual toda percepción de sus cinco sentidos se transmite automáticamente a niveles subconscientes dentro de su ser, donde en jeroglíficos internos se graban los suceso presenciados por él o las materias que ha estudiado; así, toda la transmisión de la información del mundo exterior al interior se encuentra en los registros akáshicos de su propio ser.
Ahora bien, cuando el hombre estudia la ciencia del perfeccionamiento del aura, debería entender asimismo que al calificar indebidamente pensamientos y sentimientos se crean muchos rasgos indeseables. Lo más peligroso de todo es calificar indebidamente las energías del cuerpo emocional del hombre, del mundo de los sentimientos porque al hacer esto se toca el corazón y, con ello, todo el registro de la vida del individuo se desvía a menudo hacia un miasma de duda y cuestionamiento.
Yo no digo que el estudiante sincero no tenga el derecho de cuestionar o incluso de dudar; pero sí afirmo que, una vez que la verdad le ha sido revelada claramente, y si la puerta de su corazón está abierta, ya nunca dudará ni pondrá en tela de juicio la verdad el Dios viviente. Puede ser que no salve el obstáculo, pero se dará cuenta claramente de que en verdad es posible, que él será capaz, si, que es realmente capaz de conocer de Dios más de lo que su presente percepción le permite.
Ahora quiero tener la certeza de que todos entienden que el mal uso del mundo de los sentimientos - ira, mojigatería, miedo, odio, envidia, censura y resentimiento - influye en cierto modo en el poder de amplificación. Las emociones humanas a menudo amplifican falsamente los pensamientos y sentimientos viciados a tal punto que estos sentimientos erróneos asumen una posición predominante. Aunque ello tiene lugar sin el consentimiento del ser real del hombre, no obstante, la oscuridad cubre la Tierra. Más Cristo dijo: YO SOY la luz del mundo.
Para continuar con los estudios sobre el aura, examinaremos ahora las influencias del mundo sobre la mónada humana. El hombre es una criatura de diseño sencillo; sin embargo, se torna complejo al exteriorizar ese diseño. Cuando los hombres se ponen a pensar por primera vez sobre su naturaleza, apenas se dan cuenta de las ramificaciones de la conciencia de cada individuo. Las influencias y los pensamientos del mundo y los sentimientos de la humanidad se transmiten fácilmente, de forma consciente o inconsciente, de persona a persona; y, al transmitir los pensamientos y los sentimientos, ni el que los emite ni el que los recibe tiene la menor garantía de que la estructura de su propósito permanecerá intacta.
Si la luz que el hombre lleva y transmite es indeseable, los que son fáciles víctimas de sus pensamientos y sentimientos, o los que tienen una afinidad natural con él, pueden reflejar en sus propios mundos los efectos de esos pensamientos y sentimientos. Así, hoy en día, muchos son víctimas de los pensamientos de otros - incluso de pensamientos provenientes de otras eras, los cuales prevalecen porque los hombres han puesto su atención y sus energías en ellos.
Ya es hora de que los hombres comiencen a examinarse como individuos con un potencial creativo que pueden usar para influir en las auras de los demás, pero que, a su vez, los hace susceptibles a la influencia de éstos, ya sea buena o mala. Los pensamientos de amor, alegría y paz - pensamientos divinos, creados en los corazones de los santos y de las huestes angelicales - nunca deberían evitarse, sino más bien incrementarse con el campo magnético del aura. Los hombres pueden aprender los unos de los otros y sus emanaciones aúricas pueden obtener beneficio del contacto con aquellos cuyas auras están llenas de virtudes.
Dado que para el aura es tan fácil absorber el vicio como la virtud, el individuo tiene que entender cómo puede este proceso de transmisión de pensamientos y sentimientos ayudarle o estorbarle en su ocupación diaria. Como la gente no se da cuenta en absoluto de los efectos de la conciencia de las masas ni de la presión mental de vecinos y amigos, nosotros seguimos haciendo hincapié en la importancia de usar la llama violeta trasmutadora y el tubo de luz, para impedir eficazmente que en el aura penetren características indeseables y evitar sus efectos sobre la mente y el ser.
Ahora bien, sin lugar a dudas, ciertos problemas se manifiestan actualmente en el mundo tan sólo como resultado del contacto que el individuo tiene con el campo áurico o energético de la humanidad encarnada. Por lo tanto, se deben mostrar claramente métodos de protección, que han de comprenderse según el nivel de cada cual. Aparte de esto, los métodos para proyectar la conciencia o el campo energético fuera del cuerpo físico y hacia otros, ya sean familiares cercanos o del círculo de amigos, deben ser bien comprendidos y luego dominados efectivamente como recurso para enviar rayos de luz de esperanza como servicio cósmico a aquellos que, necesitando ayuda, no tienen la menor idea de que existe tal posibilidad.
Si bien se somete a la gente al poder, benigno o maligno, de las diferentes manifestaciones y campos energéticos áuricos, ella no entiende cómo ocurre esto; y frecuentemente ni siquiera nota que ocurra. No es que piense que se trata de una maravilla científica ni de un raro fenómeno; simplemente no sabe de su existencia. Pero nosotros sí sabemos.
En cuanto a los efectos que los pensamientos y sentimientos tienen en el aura humana, mencionaremos brevemente el tema de la coloración. A medida que la intensidad de las luces blancas y violeta va aumentando en el aura - sobre todo los tonos pálidos y etéreos - se nota la amplificación de la percepción del hombre y un aumento de su espiritualidad. Cuando la luz amarilla pálida, casi dorada, va inundando la mente, las proyecciones mismas de la inteligencia cósmica se manifiestan como rayos de luz conectados entre sí que permiten que la mente del hombre entre en contacto con la mente universal de Dios.
Cuando el aura se amplifica la vélelas del color rosa pastel - fuego vibrante de la copa de amor universal -, el hombre es capaz de derramar sobre el mundo los pensamientos puros de amor divino. Como ya muchos saben, el color violeta - que tiene la más alta vibración en el espectro - es transmutativo y vigoroso. La luz verde - eternamente nueva y abundante - carga el aura del hombre con el poder de la curación y provisión universales. Sellarlo todo en la voluntad de Dios es beber del cáliz de dicha voluntad sagrada. En el azul eléctrico de los Maestros Ascendidos el aura refleja pureza y poder.
El tono del aura divina es una prolongación de Dios, tal como la forma de pensar y sentir es una prolongación de la conciencia humana. Cuando la conciencia mortal y su abuso de la luz interfieren en el aura en su estado natural y puro, se crean las coloraciones negativas que son tanto vistas como sentidas por los hombres más sensibles. Los colores puros del aura se enturbian cada vez que las emanaciones de los pensamientos y sentimientos imperfectos se mezclan con los colores puros emitidos a través del prisma de Cristo. Este cambio notable en el color y en la vibración es obvio para el ojo entrenado.
Recordad siempre, que los que caen en el pantano saldrán tal vez cubiertos de lodo, porque las arenas movedizas de la vida, por su naturaleza misma, siempre tratar de hundir al hombre. No obstante, éste puede liberarse - y se libera - de tales condiciones, venciendo con la misma victoria gloriosa que hace que el loto surja de entre los pantanos de la vida. Quiero que se entienda, pues, que con el simple acto de invocar la luz de la conciencia crística el hombre puede superar el desagradable color verde amarillento de la envidia y del resentimiento, el amarillo lodoso del intelectualismo egoísta, los rojos carmesí de la pasión, e incluso el violeta casi negro de la justificación engreída.
Para ver a los demás claramente, recordad que el hombre primero tiene que percibir en sí mismo el hermoso cristal de la pureza cósmica. Luego, sacando la viga de su propio ojo, puede ver claramente para quitar la paja del ojo de su hermano. Al purificar vuestra percepción, podréis disfrutar de todo el proceso de la contemplación del Cristo en vosotros mismos y en los demás, a medida que, uno tras otro, los pequeños disturbios del aura se van aclarando gracias a la manifestación natural de la belleza candorosa de la inocencia cósmica.
El hombre piensa que es materia sólida. Vive dentro de una envoltura de carne y hueso impregnada por su conciencia. La conciencia debe considerarse como el enlace del hombre con su Origen, y la flexibilidad de aquella como la mayor de las ventajas del hombre; empero, cuando es usada incorrectamente, se convierte en su máxima debilidad. Hoy en día, la conciencia humana se deja influir tan fácilmente por actos triviales y bárbaros, que el magnifico designo cósmico preparado por el Cielo al crear al hombre raras veces se reconoce, ni siquiera escasamente.
El hombre se enreda con facilidad en manifestaciones triviales del reino de lo terrenal; y sus enseñanzas, por la naturaleza, le hacen creer que los objetivos divinos y los actos de los Maestros Ascendidos no serán de su agrado. Entonar cánticos y mantras sagrados y ocupar la mente en conversaciones espirituales y plegarias al Todopoderoso son cosas que en nuestros días las personas sofisticadas consideran actividades afeminadas que les traen nada bueno y que están reservadas solamente a los mentecatos.
Debo objetar estas nociones "in toto" y decir que la mayor fortaleza, el más noble ideal y el valor más verdadero los posee el aspirante que, a la larga, alcanza primero su condición de adepto cando cumple con su plan divino y, luego, su maestría final en la ascensión.
Ya es tiempo de que los hombres conciban el efecto que su conciencia y sus pensamientos tienen en el aura humana. Y hasta diré que incluso sus opiniones influyen fuertemente en ellos, para bien o para mal. Me interesa hacer hincapié en que de la grandiosa aura del ser crístico, bullente de luz, irradia una cualidad que es ya divina desde su emanación y que aporta curación, nobleza, honor y fortaleza cósmica a todos los que entran en contacto con ella. El aura de la que estoy hablando no es y nunca puede ser producto del medio ambiente del hombre o de sus actividades sociales. Es producida por la acción divina, por la sintonía con la conciencia cósmica de Dios a través del empeño en los objetivos universales y, especialmente, por el contacto con nuestra Hermandad.
El aura del hombre es, en efecto, literalmente, una emisora de las energías de Dios y sus Rayos Cósmicos. Las energías de luz y los pensamientos mismos de Dios y de los Maestros Ascendidos se combinan con los buenos pensamientos que surgen del plano mismo de la vida del individuo y luego se proyectan o se emiten al mundo de las formas, en todas direcciones. Quienes son sensibles y pueden sintonizarse con estas ondas tal vez perciban su naturaleza y origen; mientras que los que no comprenden la ley cósmica quizás sean beneficiarios de estas maravillosas energías sin conocer jamás su fuente. Esto no importa mucho. Lo que nos interesa es superar el predominio de la oscuridad humana, propalada hoy por todo el mundo, literalmente derramando raudales de luz a través del aura de muchas almas que consagran su vida a ser avanzadas de la regeneración cósmica del planeta.
Cristo dijo "YO SOY la luz del mundo: el que me siga no caminará en la oscuridad". Cuando hablamos de la luz del mundo, nos referimos a la luz del aura, esto es, a un a manifestación tangible. Me es difícil contenerme cuando escucho los pensamientos de los individuos que leen con negligencia mis palabras y luego dicen: "¡Qué conceptos más nebulosos nos presenta!". Al contrario de lo que opinan, mis conceptos son incisivos y están dados con un propósito muy determinado y directamente en armonía con la ley única de Dios. Digo esto porque estoy hablando de manifestaciones permanentes de gracia universal; y, además, trato de imprimir en vuestra mente el hecho grandioso de que la ley de Dios - la ley de Su Amor - está estrechamente relacionada con el aura humana. ¿Qué es el aura humana si no una prolongación en el mundo de la forma, en la red universal, de la suma total de lo que el individuo es realmente?
Y, entonces, si un hombre demuestra un comportamiento caprichoso y actúa sin discriminación, acatando su propia voluntad o la de otros - que puede ser buena, mala o indiferente - ¿puede compararse con aquel que está literalmente enganchado a la dinamo divina y cuya aura, que pueden ver los que realmente ven, empieza a vibrar a la par con el propósito universal? No sólo sé que estos estados de conciencia no son comparables, sino también que un día, cuando cambie la conciencia de la humanidad, el primero dejará de existir del todo. Porque Dios triunfará, lo sé con certeza. Y aquellos que siguen el camino de la oscuridad - serán al fin extinguidos totalmente por el fuego mismo de la creación.
¿De dónde viene la energía? ¿Qué es lo que hace latir vuestro corazón? Obviamente, no vuestro propio deseo, porque si no, no cesaría tan abruptamente. En cambio, es la voluntad de Dios, el deseo de Dios lo que hace latir vuestro corazón. Las vidas de los hombres no serían miserables si ellos le permitieran determinar también su conciencia y sus pensamientos.
Ahora que hemos creado cierto grado de entendimiento en muchos de nuestros estudiantes acerca de los factores que influyen en el aura humana, comenzaremos a mostrar más detalladamente los procesos relacionados con la difusión de las cualidades del Cristo, para que desde vuestro ser pueda fluir grandes beneficios hacia el mundo, en estos tiempos de agitación, y crear una nueva conciencia, resplandeciente como el sol, que cumpla el destino de los hijos del hombre bajo la dirección de los Maestros Cósmicos de esta era.
El Fortalecimiento del Aura
Uno de los primeros ejercicios que quiero dar para fortalecer el aura consiste en una acción triple. El estudiante comienza visualizando la llamar trina que se expande desde su corazón; luego se sella y sella su conciencia en un globo de fuego blanco y, una vez que está listo, procede a recitar las siguientes palabras con suma humildad y devoción:
YO SOY luz, candente luz
Radiante luz, luz intensa,
Dios consume mi tiniebla,
Transmutándola en luz
Hoy día YO SOY un foco del Sol Central.
A través de mí fluye un río cristalino,
Una fuente viviente de luz
Que nunca puede ser calificada
Por pensamientos y sentimientos humanos.
YO SOY una avanzada de lo Divino.
Las tinieblas que me han usado son consumidas
Por el poderoso río de luz que YO SOY.
YO SOY, YO SOY, YO SOY luz;
Yo vivo, yo vivo, yo vivo en la luz.
YO SOY la máxima dimensión de la luz
YO SOY la más pura intención de la luz.
YO SOY luz, luz, luz,
Inundando el mundo dondequiera que voy,
Bendiciendo, fortaleciendo, comunicando
El propósito del reino de los cielos.
Conforme visualicéis el resplandor de fuego blanco cósmico a vuestro alrededor, o os preocupéis por los pensamientos erróneos que puedan haber invadido vuestra conciencia a través de los años. No os permitáis concentraros en ninguna característica ni condición negativa. No permitáis que vuestra atención se detenga en las imperfecciones que supuestamente tenéis. Fijaos, mas bien, en lo que la luz puede hacer por vosotros. Ved como hasta vuestra forma física puede cambiar; cómo pueden fortalecerse los lazos de vuestra salud, en cuerpo, mente y espíritu. Intentad hacer este ejercicio, por muy simple que os parezca, y sabed que muchos de los seres ascendidos lo harán junto con vosotros.
La Expansión del Aura
Alrededor de la columna vertebral se concentran pequeñas cantidades de energía magnética que he decidido denominar partículas del destino humano. Tal como el hombre piensa, así es. Tal como siente, así es. Tal como es el hombre, así marcha su relación con Dios, con el propósito y con todo el campo de la vida. La trama de la existencia del hombre se compone de minucias. La trama de la existencia del hombre se compone de pensamiento; y el pensamiento en verdad está compuesto de la misma sustancia que la fe que otrora se depositara en los santos.
Ahora que vemos la necesidad de acabar con el sentimiento de lucha, queremos que los estudiantes desarrollen en su conciencia las oleadas vivas de realidad que condicionan los músculos del verdadero ser espiritual y le permiten enseñorearse de la Tierra. Tal como Cristo caminó sobre las aguas, así la humanidad debe aprender el camino del que posee la luz. Se ha dicho que el camino del infractor es difícil, pero aquellos que poseen el potencial divino y lo ejercen a la manera divina están en contacto con la nube de testigos que, desde los planos espirituales, imparten a la Tierra las energías del propósito divino.
El sendero que conduce a las estrellas se encuentra en el hilo de luz anclado en el corazón, desde el cual se expande naturalmente el patrón áurico individual. El hombre se ha preocupado con tanta frecuencia por los conceptos y las variadas manifestaciones del aura humana - cómo protegerla, dirigirla, aumentarla, verla, interpretarla - que rara veces ha tomado en consideración estas sencillas palabras, pronunciadas por Jesús hace mucho tiempo: "Que vuestra luz brille así delante de los hombres…" esta luz de la que hablaba es la luz que se puede atraer a través del aura humana; porque es la emanación humana la que el Cielo quiere hacer divina.
Como estamos convencidos de que los hombres lo harían mejor si supieran mejor, hemos escrito esta serie de la misma manera en que hace mucho tiempo consagramos nuestro servicio a la iluminación de la raza humana. Es nuestro deseo enseñar a los hombres que no es necesario que el aura humana sea nunca un mar lodoso, sino que puede siempre ser un mirar eterno en las corrientes de la perfección inmortal de donde surge el ser de cada hombre. Uno de los hechos que los hombres deberían entender es que, además de que su conciencia se contamina con pensamientos y sentimientos impuros y con las emanaciones de la mente colectiva que parecen posesionarse de los fuegos del ser y encerrarlos dentro de matrices imperfectas, está su deseo de perpetuarse a sí mismos. De ahí que muchas veces las criaturillas despreciables y tenebrosas de los pensamientos y sentimientos humanos que revistan de una capa pegajosa de cualidades y condiciones calculadas para preservar los apegos del yo inferior; ello las hace más aceptables a la conciencia inclinada a la auto-preservación. Esto se hace para oscurecer la luz de la verdad e impugnarla por ser tan sencilla y perfecta.
No os dejéis engañar. La luz está ahí para ser contemplada. La luz está ahí para que os convirtáis en ella. ¡Reclamadla! ¡Identificaos con ella! Y, sin hacer caso de que los hombres se burlen de su sencillez o no, no desistáis en vuestros esfuerzos candorosos para alcanzar la madurez en Dios.
¡Que Dios esté con cada uno de vosotros!
Quedo de vosotros
Kuthumi
EQUILIBRANDO LA TRIPLE NATURALEZA
Antes de practicar cualquier principio alquímico, esta Era necesita equilibrar la naturaleza emocional del individuo: cuando es demasiado activa, armonizarla; cuando está inactiva, despertarla e integrarla a lo mental y lo físico. Al igual que los sentimientos, los emociones son el fuego generador que enciende el honro tansmutador del ser y transforma no sólo el plomo en oro, el carbón en diamante, sino que finalmente se inflama en Luz.
El circuito emocional es un campo vibratorio que circunda y penetra el cuerpo físico extendiéndose más allá de las frecuencias mentales comunes. Las emociones en sí, cuando no están controladas, actúan agitadamente como vórtices o remolinos alrededor del aura, causando irritación a los cuerpos físico y mental. Se interrelacionan con sensaciones causando excitación o frustración, pasión o desesperación. Todo el objetivo de las antiguas prácticas religiosas o de la moderna psicología es sojuzgar estos giros mediante prácticas espirituales, mentales o psicoterapéuticas. Pero para que cualquiera de estos medios triunfe tendría que canalizar la energía contenida dentro de estos remolinos a través del corazón.
Todas las energías del hombre deben canalizarse hacia el corazón. Allí, una mentalidad lúcida se transmuta y rehabilita antes de devolverse al Todo convertida en profundo entendimiento, gratitud, buena voluntad y bendición general. En los aposentos del corazón realoja la fuerza alquimista con todas sus facultades, poderes y vibraciones.
Como ya hemos dicho, el aspecto psicológico del trabajo emociona nos muestra cómo somos manipulados y cómo nos dispersamos cuando el enfoque o poder viene del exterior. La realidad libre de proyecciones y deseos podemos verla cuando nuestra existencia individual e independiente sea suficientemente fuerte, estemos físicamente abiertos e integrados y mentalmente claros.
La triple naturaleza del aspecto físico (cuerpo, mente y sentimiento) necesita desarrollarse, balancearse e integrarse. Sin una fuerza física que circule libremente por el cuerpo, la claridad mental no podrá manifestarse en la materia, permanecerá ilusoria y momentánea. Por otro lado, una fuerza de vida física sin claridad mental está expuesta al exceso y la contaminación y adolecerá de verdadero poder o fuerza directriz. Es mucho más fácil alinearse con las frecuencias elevadas del ser una vez que se logra integrar y balancear armoniosamente los niveles físicos.
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MEDITACIÓN 4 – A
Leer Por día por lo menos una vez cada afirmación y trabajar con el mala los decretos que se deseen.
1) YO SOY LA INTELIGENCIA, LA ENERGÍA Y LA ACCIÓN QUE RESUELVEN LOS PROBLEMAS ANTICIPADAMENTE
Nuestra ignorancia nos crea los problemas y la mente tiene que estar ocupada siempre en resolverlos. Más cuando el discípulo se entrega confiadamente a la voluntad de su intimo YO SOY y si en este estado se presenta alguna dificultad, no tiene más que repetir esta afirmación y toda desarmonía y contratiempo se disolverán instantáneamente. Hay que arreglar siempre la conciencia para poder hablar a YO SOY LA PRESENCIA que maneja todas las condiciones en nuestra experiencia entera, para darnos el dominio de todas las cosas.
2) YO SOY LA SANTA FELICIDAD, YO SOY LA BELLA REALIDAD. YO SOY LA ALEGRÍA DE VIVIR.
Los agotados son seres que jamás han sabido ser felices y los enfermos demuestran que nunca han bebido de las fuentes de YO SOY.
Hasta para gozar de los placeres sensuales es preciso tener el sentido moral. Todos los que calumnian y se quejan de la vida son únicamente los que han abusado de ella.
"Quién se alía a la santidad le da a los que no la tienen" dice un Adepto. Esto nos enseña que para ser feliz, aún en este mundo, es necesario ser santo. Pero ¿cómo puede el hombre llegar a Santo? Pues sencillamente por el SABER: YO SOY LO QUE EL CREADOR ES. Por el OSAR: YO SOY Dios EN ACCIÓN EN CADA SER. Por el QUERER: YO SOY EL AMOR Y LA LEY DEL PERDÓN. Y por el CALLAR: YO SOY EL PODER INFINITO OCULTO EN CADA SER.
3) YO SOY EL MANANTIAL DE LA SALUD. YO SOY LA FUENTE DE LA JUVENTUD
Toda palabra de verdad es el comienzo de un acto de justicia. La palabra injusta es destrucción. Es necesario que mate o que muere, si no será el desorden permanente y una blasfemia contra la verdadera ley. La palabra ociosa de la que habló Jesús es aquella palabra de mofa, de necedad que haga reír a los demás y por la que debemos rendir cuentas. La palabra bella es siempre verdadera; un sentido y bello poema es siempre santo como todas las obras de arte cuando son bellas. No hay más palabras malas que las palabras mal usadas y mal habladas. Toda palabra bella es una palabra de verdad. Es una luz modelada en la palabra.
El gran medio mágico para conservar la salud y la juventud es detener la vejez del alma. El alma envejece cuando se cree abandonada a su suerte, lejos de Dios y de la bondad de los hombres. Esa afirmación otorga al discípulo la alegría, la felicidad y afirma su fe en la bondad sobre la Tierra, en la amistad, en el amor y en la Presencia YO SOY que guía sus pasos a todas las delicias del alma. Creer en el bien es poseer el bien. Es necesario volver a ser niño que cree en la ternura y el amor de la Providencia para poder entrar en el reino predicado por Jesús. Sed niños por el corazón, sosteniendo YO SOY LA PRESENCIA y tendréis la juventud en el cuerpo y la salud inquebrantable.
4) YO SOY LA PRESENCIA QUE ACTÚA POR LA CONCIENCIA
No hay más que un solo poder que actúa. El discípulo debe aspirar a dejarle obrar en él con completa libertad. Hay que vivir conscientemente con Él. Esto lo llevará a un progreso continuo y seguro.
5) YO SOY LA PRESENCIA QUE CONTROLA EL PENSAMIENTO Y EL SENTIMIENTO DE CADA SER
La cólera, los celos, el odio y demás sentimientos destructivos esclavizan al hombre y lo arrastran a la degradación; los sentimientos excitados aceptan toda influencia extraña. El plexo solar es la puerta por donde entras esas morbosidades cuando se les invita por medio de la ira y del pensamiento descontrolado.
Un destructor potentísimo del poder de YO SOY, es el juego de azar. Si el jugador viera cómo los ángeles del íntimo abandonan su aura para dar paso a los del enemigo interno, no volverían nunca en su vida a jugar, ni a asistir a los antros de juego de azar.
6) YO SOY LA ÚNICA VERDAD QUE PREVALECE EN EL DESTINO
No puede existir ni estrella, ni astro, ni aspecto adverso que pueda influir en el discípulo que afirma y declara conscientemente: YO SOY LA VERDAD; porque basta con esta afirmación para barrer con toda condición externa. (No podéis servir a dos señores); no podemos afirmar YO SOY LO QUE EL CREADOR ES, y luego creer que existe un aspecto en las estrellas que influye sobre nuestro destino.
Consultar a un adivino es tratar de engañar a la conciencia para dar paz al corazón. El adivino es un charlatán y por charlatán hace fortuna. El discípulo que firma: YO SOY DIOS EN ACCIÓN dentro y fuera no puede dividir su atención y fijarla sobre su poder externo. La sugestión y la autosugestión negativas son las que paralizan el efecto contractivo de la ley, para poner en movimiento el aspecto negativo. El discípulo debe alejar de sí la charlatanería de los adivinos y sentirse YO SOY DIOS EN ACCIÓN que anula toda superstición
7) YO SOY EL FUEGO DEL AMOR EN EL CENTRO CARDÍACO
Con esta afirmación el fuego divino del amor invade el plexo del corazón, lugar del sonido sin pulsación; es el asiento de la vida física individual. En él se cosecha el fruto del árbol de la vida. Con el desarrollo de este centro YO SOY manifiesta su poder. Físicamente estimula el proceso de la nutrición, la vitalidad y actividad mental por su influencia en el cerebro; tonifica el sistema glandular y activa las secreciones externas.
Espiritualmente otorga sabiduría y el iniciado llega a percibir e identificar las cosas por sus propias cualidades. Otorga la concentración, la estabilidad, la perseverancia, la paciencia, la fe y confianza y el equilibrio mental ante la dicha y la desgracia e impera sobre los elementos del aire.
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