sábado, 3 de abril de 2010

Cuadernillo N° 6 - LA CONQUISTA DE LA LIBERTAD MAESTRO HILARION

INTRODUCCION

Les traigo ahora un tema que, aunque mucho de él se habla, pocos procuran enterarse de lo que él representa: La Libertad.

Para los encarnados comunes, la libertad significa medios y modos de no ser subalternos a nadie y a ningún concepto social que les impida el derecho de proceder como bien lo entienden, sin la necesidad de rendir cuenta de sus actos a quien quiera que sea.

Para otros, la libertad está en el libre derecho de vivir su preciosa vida al gusto de sus propios designios, no preocupándose con lo que por su comportamiento, pueda afectar o herir a su semejante.

Para otros tantos, la libertad tan soñada es construida en planos de poder, de gloria, de riquezas inconmensurables, medios por los cuales podrían usufructuar la vida con el máximo de satisfacción, de fama, tapando todo y cualquier comentario desairoso por el poder del dinero.

Otros sueñan la libertad cimentada en las intrigas y artimañas con las cuales pisan y destruyen las mínimas ambiciones de aquellos que les hacen competencia o que perturban a sus maquiavélicos y fantásticos planes de acción en causa propia.

Así, la libertad de palabra, de pensamiento y de acción queda restringida, enteramente, a las contingencias y oportunidades de la vida terrena, de lo físico que es mortal y, como tal, no tiene su continuación después de la llamada "muerte".

Todos luchan para volverse libres, basándose en el tiempo imprevisible de una vida terrena, sin darse cuenta de que "lo que es de la tierra en la tierra quedará" y, asimismo, lo que ocurrirá del otro lado del velo.

Intentaré llevar hasta vosotros en lenguaje simple y comprensible a todos, el verdadero concepto de "libertad" que urge ser concientizado por el ser humano procurando, con esto, remediar errores que perduran por los siglos de los siglos en detrimento de la verdadera libertad... la libertad de ser un hijo de Dios.

LIBERTAD MATERIAL

En la incesante búsqueda por la libertad, el ser humano se llena de toda una cantidad de razones que justifiquen a sus ansias, menospreciando las mínimas reglas de conducta, por cuanto él actúa solamente en lo físico, viendo lo material.

La Tierra se encuentra en un estado calamitoso, demandando urgencia en el mejor aprovechamiento de la Vida humana que es hoy, restringido al criterio erróneo de los hombres de que ser libre es tener lo máximo que él pueda conquistar, para usufructuar los placeres y la vida, sin límites y sin obstáculos. No le importa que, para satisfacción propia y en el ansia de ser libre, se transforme en un "esclavo".

La conquista de la libertad físico-material genera un caudal inmenso de infracciones bien graves para quien la realiza y para con sus semejantes. Muchos hombres que se encaminaron por el rumbo del poder se volvieron verdaderos "déspotas", pisoteando a los más humildes, robando, matando, engañando, hiriendo y despreciando.

La conquista de la gloria fue para otros el resultado de adulaciones sin fin, intrigas, maledicencia como también envilecimiento de conducta.

El poder de la riqueza genera la codicia cada vez mayor y muchos hombres para llegar a su fin usan de engaños, estafas, engañan a los menos advertidos, hacen negociados siempre para su propio bien, no importando que tan despreciables prácticas alcancen a los humildes, los menos favorecidos, que sólo desean vivir en paz con relativo confort y con lo necesario para su sustentación.

La libertad, es un bien más profundo, cuando la vemos por los dictámenes Divinos. Ser libre sin Dios es cautiverio de los más pesados. Esa falsa libertad oprime a sus depositarios de pesadas liberaciones kármicas; por lo tanto, entreguen la conducción de sus vidas a su Divino Ser, la Centella Divina que existe en sus corazones. Reformulen sus conceptos y comportamiento mientras que aun puedan. Luchen por sus vidas con denuedo, coraje, más sobre todo con el respeto debido al Padre Divino y a su semejante.

Tomen conciencia de que la libertad físico-material no es la verdadera libertad preconizada por Nuestro Padre, sobre la cual hablaré más adelante.

LA VOZ DE DIOS

La Libertad de ser el heredero del Padre redunda en gran esfuerzo y mucho empeño en la conducta del hombre, demandando fuerza de voluntad, aspiración y persistencia para conquistarla.

Al principio se encuentra el muro de la indecisión, del sacrificio en el cambio radical de conceptos por muchos y muchos años y, también por las facilidades exigidas por el Yo material y sus cuerpos inferiores y también los llamados externos.

Así, se vuelve necesario que el hijo que pretende conquistar la verdadera libertad, la libertad con Dios, despliegue grandes esfuerzos y poder de renuncias para comenzar a subir la ladera que lo elevará, cuando tenga persistencia, a la cima de la escala evolutiva del ser humano.

Antes de enfrentar la empresa a la que se propone se tiene que entrar en estado de absoluta ausencia de ansiedad y deseos materiales, viviendo la vida con normalidad de comportamiento y procurando, en su corazón, encontrar la respuesta a sus propuestas. Dios, que está en todo y también en el corazón de todos sus hijos, hablará en voz audible y por cierto guiará al hijo que realmente a El desee aproximarse.

Aunque lo sepan, quiero recordarles que Dios es quien anima y da la vida a todo. En el hombre su Chispa Divina se encuentra en su corazón, teniendo su entrada en el momento que da su primera inspiración al nacer. Esta chispa invisible es la voz de Dios en todos, ricos, pobres, miserables, feos, bonitos, en fin, en todo ser humano y es para muchos llamada "la voz de la consciencia". La consciencia es justa y verdadera, más por las actitudes y pensamientos generados por los cuerpos inferiores que los humanos poseen ella es tapada por la inclinación para el mal, originado por la parte esencial que está contenida en la materia.

Para que se consiga la libertad real urge que se procure oír la voz de la consciencia en todos los momentos, sobre todo cuando haya duda en cuanto al buen o mal resultado que se obtendría de una acción, sentimiento o pensamiento. No dejen que la propensión para el mal los lleve a no oir la percepción, pues sería un error por el cual tendrían que pagar tarde o temprano.

CONCEPTOS

Por más que el ser humano hable, proclame, enseñe y discuta sobre la libertad plena y absoluta, más y más se hunde en delitos, conceptos erróneos y desvirtuados, perjudicándose a todos los que tuvieron la oportunidad de convivir con tales errores.

La libertad que se pregona por todos los rincones no representa nada más que una mistificación del verdadero sentido para Nuestro Padre Divino de lo que El realmente representa.

La conquista de la verdadera libertad requiere gran fuerza de voluntad, persistencia, renuncias, remodelaciones de conducta, de pensamientos y sentimientos. Es menester que aquel que desee conquistar la libertad, con Dios, reformule teorías o procedimientos seguidos por casi la totalidad de los seres humanos. De esto sobrevendrá la renuncia de comportamientos milenarios donde la riqueza, la gloria, el poder y la ambición representan el ápice de la libertad cuando, en la verdad, si mal usados, generan más errores que deberán ser redimidos en posteriores reencarnaciones. Sólo tiene valor delante del Padre Divino aquel que con la riqueza que le fue dada temporariamente, la usa dentro de los límites adecuados., procurando ayudar a los menos favorecidos en vez de explotarlos. Si todos los ricos procurasen, dentro de las posibilidades de lo que les sobra, ayudar a los menos favorecidos abriéndoles fuentes de trabajo, generando empleos, no habrá en la Tierra tanta mendicidad, hambre, desamparo, desgraciados e infelices que se vuelven criminales y asaltantes organizados.

Una de las peores pruebas kármicas es la riqueza, pues requiere mucho equilibrio, solidaridad y justicia para que se poseedor pueda convivir con la abundancia mientras muchos hermanos suyos viven y mueren en la miseria.

De ahí veremos que la ambición, la codicia, la avaricia y la ausencia de solidaridad y de caridad toman al hombre prisionero de si mismo en la Tierra y en el Más Allá.

Procuren evitar, hasta en pensamiento, que entren en sus vidas cualquier vestigio de codicia y ambición procurando vivir como hermanos que, realmente, lo sois unos con los otros.

EL LIBRE ALBEDRIO

Por mucho que se hable o se escuche sobre asuntos que tiendan a dirigir al ser humano, muy poco provecho puede sobrevenir a las almas recalcitrantes en sus errores, rebeldía e incomprensión.

Es necesario hacer que el hombre procure evolucionar, que salga de su capullo tejido de artimañas que emplea para perjudicar y destruir a sus hermanos, a las criaturas llamadas irracionales y a la naturaleza.

Cuando nuestro Padre otorgó a sus hijos humanos el "libre albedrío", establecido estaba que esa libertad no podía alcanzar, de modo alguno, trayendo desesperación, sufrimiento, perjuicio o daños, a los humanos ni a las demás Creaciones Divinas. Es más, que cualquier trasgresión en este sentido sería pasible de culpa, error que tendría que ser redimido en reencarnaciones posteriores. Por el olvido de errores cometidos en vidas pasadas, el ser humano viene teniendo innumerables posibilidades para liberarse de sus faltas más, dejándose llevar por las facilidades encontradas en el camino, muchos, sino casi todos, vuelven a caer en la tela que para sí mismos tejieron y los errores continúan. Como todo lo que Dios hace es perfecto el olvido de las faltas pasadas es una bendición, pues El quiere que Sus hijos realicen el bien sin mirar a quien y por el propio bien, volviéndose puros a Su Imagen y Semejanza.

La hora hoy en día es de revalidación de conceptos y procedimientos. ¡Viene de tantos errores! La Tierra necesita de sus hijos en la era de La Libertad, que ya se preanuncia. Todos deben tener en mente que la "era de la libertad" no es la era de desmanes, crímenes, torturas, persecuciones, libertinajes y mentiras. Esta era es de la libertad, libertad calcada de la voluntad del Padre, cimentada por las almas más puras y que de algún modo, tienen aceptada la libertad con Dios.

Mientras el don de la vida aún pulsa en sus cuerpos, procuren en la meditación encontrar la certeza de la centella de Dios que habita en su ser, pidiéndole auxilio para el reconocimiento de sus errores y culpas y la manera como podrán compensarlas con el bien y el amor. En todas sus búsquedas no traten de culpar sus propios errores por la conducta de sus semejantes. Usted es libre más no se olvide de que "quien mal hace, para sí lo hace".

Para ser conquistada la libertad verdadera únanse a Nuestro Padre y sigan las pisadas de Cristo Jesús y de muchos otros instructores que por la Tierra pasaron dando con su ejemplo y enseñanzas la llave para la conquista de la libertad con Dios.

EL SEXO

Ya les mostré algunos caminos que impiden la conquista de la libertad plena y absoluta. Además de esos, hay también muchos otros que desvirtúan las directrices trazadas por Nuestro Padre. Sino, veamos: la maledicencia, la falta de caridad, la envidia, la mentira, la traición, la vanidad desmedida, la presunción, la calumnia y, con mucho mayor peso, el descontrol sexual.

Dios concedió a todos los seres vivos el poder de multiplicación de la especie a que pertenecen: vegetal, animal, hombre. La diferencia entre el animal y el hombre está en que, en el animal, la reproducción es movida solamente por el instinto, mientas que, para el hombre, además del instinto Dios dio el raciocinio y la razón. Infelizmente, el ser humano, con el pasar de las eras, viene abusando del poder creativo que posee, usándolo más para la satisfacción carnal, física, que para lo que fuera predestinado. El sexo, hoy en día, se volvió en un medio de placer, de sensaciones y asimismo de envilecimiento de las criaturas humanas. No es más un acto de amor, más si, de experiencias que proporcionan placer diversificado. Para una gran parte de los seres humanos la animalidad instintiva está mucho más activa que la de los animales propiamente dichos. No tiene sentido y tampoco meta que justifique tanta incoherencia y falta de respeto humano.

Es con inmensa tristeza que venimos observando el declive y menosprecio de esta facultad Divina en el hombre, que cada día es menos respetada, entendida y ejecutada. ¿Qué es lo que ocurrió con el ser humano? ¿Adónde el amor por meta y no la degradación? ¿Estará el hombre volviéndose inferior a los propios animales?

El hombre es un ser, por excelencia, dotado de raciocinio y de la razón, a imagen y semejanza de Dios, el Creador. ¿Será que todos los humanos, sin parcialidad, reconocen este hecho?

Mientras estén usufructuando la vida aquí en la Tierra procuran profundizar en su interior para encontrar la respuesta que los dirigirá hacia mejores conceptos, normas y actitudes. El tiempo urge para que medidas drásticas y eliminación de errores de comportamiento sean concientizados y realizados. Ayúdense para que puedan hacer por merecer la recompensa que es dada a los que viven según los dictámenes del Padre Divino.

FINAL DEL CICLO

Todos aquellos que reparen a su alrededor y en todos los más lejanos rincones de la Tierra constatarán que acontecimientos, los más dolorosos y sufridos, se suceden causando destrucción y muerte. Muchos se preguntan el "por qué" de tan infaustos hechos y no tienen como solución el cuestionamiento. Otros, con mayor vivencia, presienten el origen, las causas determinantes, no obstante nada o casi nada hacen para aminorar las consecuencias que de esto, todo tendrá.

Estamos en un final de ciclo cósmico de este maravilloso planeta que, a duras penas, hospeda un exagerado número de habitantes cada vez más recalcitrantes en el error y que, además de hacer de sus vidas un caudal de crímenes, agreden, destruyen, contaminan y diezman las dádivas que la Madre Tierra les proporciona para que se sientan más felices y contentos y el amor puro conmoviese lo íntimo de cada uno. Más, no. ¿De qué valen la belleza de los bosques, el agua cristalina, el aire puro, la generosa tierra para la cosecha, en fin, todo el encanto que la naturaleza les ofrece?

La época que se atraviesa en este planeta es de reformulación de acciones destructivas en conservadoras para que haya menos sufrimiento en un futuro que no está muy remoto.

Para ayudarlos es que procuro abrir una brecha en sus conceptos erróneos de bien vivir, trayéndoles algunos mensajes para dirigirlos a la conquista de la libertad. Me refiero a la libertad física porque ésta, en realidad, no existe, nunca existió ni existirá, pues todo ser humano depende uno de otro, de una u otra forma, para su sustentación, como también depende de los vegetales, minerales y hasta de los animales.

La libertad a que me refiero es la libertad plena, absoluta de cada ser humano en particular, tomándola a verdadera imagen y semejanza de Su Creador, reeducándose interiormente para la propia redención, vivenciando las virtudes Divinas y dirigiendo sus vidas para el camino de la Realidad Divina del hombre.

En los mensajes anteriores, cité algunas de las mayores fallas en el comportamiento humano que generan grandes rescates (ahora casi imposibles por la premura de la situación de final del siglo y comienzo de una nueva era: la de la libertad). Continuaré, en el transcurrir de los próximos mensajes, a indicar los errores y la manera de transmutarlos para que la verdadera libertad inunde este Planeta tan hospitalario mas, también, muy desgastado por las maldades de sus hijos.

REQUISITOS

La conquista de la libertad plena y absoluta con Dios, requiere del ser humano varios requisitos y en el principio del camino demanda voluntad firme y la persistencia que forman la base para su concretización. También, una vez que se disponga a esta tarea en dirección a la luz, el pretendiente tendrá que, antes de cualquier paso, despojarse de sus ideas preconcebidas de vanidad, presunción y prisa.

Los principales requisitos y etapas son: Paciencia, Tolerancia, Alegría, Discernimiento o Conocimiento, Mansedumbre, Amor y Sabiduría. Cada etapa a ser vencida requiere del pretendiente gran esfuerzo para neutralizar su campo emocional e impulsos, concentración absoluta y vigilancia continua de sus impulsos involuntarios, oriundos de años y años de falta de control y vigilancia. No le deben bastar que las etapas sean vencidas esporádicamente, sino que haya un entrenamiento severo y rígido de autocontrol consciente en todos los momentos aunque la turbulencia los incite para ímpetus negativos de explosiones de desagrado, de modo de evitar que la rabia o el descontrol lo lleven a decir cosas que redundarían en discusiones sin fin y agresiones de parte a parte.

Para que esto no ocurra, aquel que desea unirse a su Dios debe imprescindiblemente entregarse a su Dios Interior y a El, con fe y amor y con confianza pida que lo ayude y lo encamine, eliminando de su ser físico las imperfecciones y barreras existentes.

No se deje llevar por la prisa, desconfianza, orgullo y vanidad. La humildad y la confianza son imprescindibles para la victoria en la lucha que tendrá que enfrentar contra los llamados del ser físico en la tentativa de sobreponerse al maravilloso Ser Divino que usted, mi amigo, posee en su interior, como asimismo todos los seres humanos. Nunca se olvide de que usted y toda la humanidad fueron creados a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto son emanaciones Divinas que a Dios deben volver tan puras y divinas como cuando se originaron.

Mis amigos, luchen por la conquista de su libertad para Dios, la libertad integral, eliminando de su vida todos los errores pasados, compensándolos con el Bien y procuren, con urgencia, ejercer el dominio de sus cuerpos inferiores dirigiéndolos para que la Luz brote de manera inextinguible ahora y para siempre. El momento cíclico que el Planeta Tierra atraviesa exige el inmediato esfuerzo en el perfeccionamiento de los seres que lo habitan pues el tiempo de los ajustes ya está en vigor y las oportunidades de nuevas reencarnaciones son escasas y limitadas para los millones recalcitrantes en los errores contra sí mismos y contra sus hermanos.

PACIENCIA Y TOLERANCIA

Espero, ardientemente, que hayan comprendido y asimilado lo que expliqué sobre los requisitos exigidos para conseguir la libertad plena. Intentaré, ahora, en lenguaje claro y accesible, hablarles de cada uno en particular, de modo de facilitarles la procura para su concretización.

Paciencia: Sé que es difícil, pero no imposible, el control de sí mismo para ejercitar la paciencia. Ser paciente es soportar los males y los inconvenientes sin quejarse y con resignación, sin irritaciones, excitación o accesos de cólera o mal humor contra el prójimo, sin desorientarse, sufrir con resignación.

La paciencia debe ser ejercida en el transcurso de todas las horas del día para que no haya explosiones de desagrado o enfado dando al practicante de esa virtud la posibilidad de ver, oír y presenciar acontecimientos sin participar en ellos o compartir, entrando en estado de apatía y desinterés por lo que ve, oye u observa sin endosar, aprobar o desaprobar.

Para ejercitar la paciencia tenga siempre, en mente, que en el mundo de las formas, en el mundo físico, nada existe que sea eterno o duradero y que la vida física es un pestañear de ojos comparada con la eternidad. Mientras el Bien de la Vida, otorgado por Dios aun se encuentra, temporariamente en su cuerpo físico, busque con tenacidad su plena realización en la Luz.

Tolerancia: La tolerancia es hija de la Paciencia. Es una cualidad o atributo que, con el pasar del tiempo, se torna inherente al ser que se propone llegar a ella, sea de tipo personal o general.

Con el ejercicio continuo y la voluntad de perfeccionarse se vuelve capaz de enfrentar todos los hechos adversos con tranquilidad, sin ningún vislumbre de desagrado, enfado o ímpetus de agresividad. Así, toleran al mentiroso o falso, al engañador, sin endosar sus actos y palabras, no dejando que ninguna cosa altere o encolerice a quien se dispone seguir la meta de la Luz.

ALEGRIA

Vencidas las dos primeras etapas, Paciencia y Tolerancia, el ser se siente invadido por la Alegría pura de los que anhelan llegar al tope de la escala evolutiva, aun en cuerpos físicos.

No se trata de la alegría ruidosa del exterior por hechos o adquisiciones oriundas de bienes físicos o generados por la emotividad. Es la Alegría Interior, silente y actuante, que impele al ser para nuevas conquistas en el campo del autoconocimiento, del dominio de sus pensamientos y sentimientos que lo llevan a una gran felicidad íntima, con la perspectiva de poder llegar a ser un colaborador del Padre Omnipotente en la gran obra de redención de muchos seres humanos.

Es la Alegría consciente de que, por lo poco que ya conquistó, podrá ayudar con ejemplos y palabras a sus semejantes que aun se encuentran sumergidos en las tinieblas, ejerciendo el sagrado deber de "servir", aunque sea en pequeña escala.

CONOCIMIENTO

Jesús, el Gran Maestro, dice: "Conocerás la Verdad y ella os liberará".

El conocimiento lleva al ser a distinguir el bien del mal en sí mismo, en su semejante y en todo lo que ocurre y, con este discernimiento, con humildad, sin alarde e imposiciones, tiene condición de ayudar a los que quieran o se muestren interesados en la adquisición de la Paz Interior, con el cambio de viejos conceptos y opiniones.

El conocimiento trae la Luz del origen Divino de todo lo que existe, existió o existirá en el Universo. Siendo el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios, tiene él la obligación de volverse uno con el Padre, vigilar y proteger todas las Creaciones Divinas, procurando hacer a su semejante solamente aquello que para sí mismo desea.

Que el Conocimiento adquirido te proporcione mucha paz, serenidad y progreso en la Senda de la Luz para que, con su ayuda, la ignorancia, el fanatismo, la intolerancia, el odio o la venganza sean desterradas de la vida humana y que las directrices correctas trazadas por Nuestro Padre sean seguidas por todos Sus hijos.

MANSEDUMBRE

Con la concretización, en sí mismo, de los cuatro primeros requisitos o virtudes (Paciencia, Tolerancia, Alegría y Conocimiento) al ser que desea, realmente, conquistar la libertad plena y absoluta siguen los dictámenes del Padre, despojado de ideas preconcebidas de vanidad y presunción, iniciará, ahora, la práctica y esfuerzo en la realización de una virtud primordial por la cual podrá juzgar lo aprendido y esfuerzo inicial: La Mansedumbre.

La Mansedumbre es una etapa difícil que exige mucho control emocional de modo de no dejarse contaminar por las múltiples y diferentes reacciones que puedan advenir de alguna situación conflictuante con el objeto anhelado.

Ser manso es no dejarse contaminar, interiormente, por la agitación reinante externamente, procurando en su Yo Interior la fuerza, el equilibrio, para resguardarse de las vibraciones groseras y bajas por la elevación del pensamiento hasta el Padre, pidiéndole la complacencia, el perdón y la Paz.

Procuren en la mansedumbre la firmeza de su fe, sabiendo que la turbulencia dejará de existir una vez que llegue el silencio expresado por la mansedumbre y la certeza íntima de que nada de real existe, en el mundo de las formas, que pueda alcanzar a aquel que en Dios se apoya.

No se desgasten en contiendas inútiles, vacías y sin sentido. En cualquier situación conflictiva, en momentos de turbulencia, recójanse en su interior y neutralicen cualquier ímpetu de indignación o de rabia entregándose al Padre Divino. El silencio, sin pensamientos, os llevará a conclusiones y experiencias inusitadas. Hagan la experiencia y verán que valió por el resultado obtenido.

Recuerden siempre lo que dijo el Maestro Jesús: "Los mansos heredarán el Reino de Dios".

AMOR

De la mansedumbre, del esfuerzo para sentirse parte integrante del Todo, nace en lo íntimo del ser que se propone evolucionar en la Luz el Amor Impersonal, sublime y divino, que no precisa de palabras para expresarse. Es, en esencia, aunque en el silencio y sin ostentaciones, el sustentáculo del bien, de la ternura, de la protección y del respeto por todo lo que existe y que fue creado por el infinito Amor de Dios. Es El, el precioso eslabón de unión entre el Padre y todos sus hijos.

Para que se amen unos a los otros tanto como El os ama, Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza, un Dios en potencia. Más, por incontables milenios, viene el ser humano ignorando y desvirtuando de su origen divino y abusando del "libre albedrío" que le fue concedido, encaminándose por los tortuosos caminos de los delitos, errores, vicios, atrocidades y egoísmo en perjuicio a sus hermanos.

Los errores e infracciones se aglomeran de tal forma que todo el Planeta Tierra se encuentra en un verdadero caos, exigiendo incansable e inconmensurable esfuerzo, asistencia y trabajo de las huestes cósmicas para la purificación y salvación del Planeta y de sus habitantes menos comprometidos por sus errores.

Con un procedimiento basado en el odio, la intriga, envidia, calumnia, muertes, torturas, ambición y desamor, además de muchos otros de carácter destructor, ¿cómo logrará el hombre ser digno de ser llamado "hijo de Dios"?

Dios, es sólo Amor y con ese Amor Inconmensurable, El espera, da oportunidades, protege y bendice y también no abandona uno solo de sus hijos, ofreciéndoles oportunidades de redención a través de innumerables reencarnaciones. En su bondad infinita, Dios sólo espera y ansia para que todos sus hijos se amen unos a los otros y que hagan a sus semejantes lo que gustarían que les fuese hecho. Donde existe el Amor no hay lugar para sentimientos negativos y tampoco actos destructivos.

Con el nacer del Amor el hombre será incapaz de, igualmente por pensamiento, perjudicar a quien quiera que sea y tampoco herir, destruir o matar las Creaciones Divinas.

Amen y respeten todo lo que Dios creó, protegiendo con su amor a su semejante, los animales, vegetales y hasta igualmente los minerales, procurando sentir, en todo, el pensamiento concretizado en la forma de nuestro Padre Todopoderoso: Dios.

Recuerden siempre que el Amor redime y eleva a aquellos que lo tienen en su corazón de modo impersonal y ardiente.

SABIDURIA

La Sabiduría es el total conocimiento de las verdades Divinas que deben tener como norte los hijos de Dios.

El amor, como resorte propulsor, surgido de la práctica y asimilación de los requisitos que lo preceden, lleva al Hombre a la Sabiduría plena, posibilitándolo a entender, comprender y discernir los llamados "misterios" que existen como leyendas o cuentos de hadas.

En la quietud del silencio total de pensamientos y emociones, la Sabiduría desnuda la penumbra de la mente y el ser tiene, sin saber como, todo el conocimiento que necesita para continuar su ardua misión de instruir y enseñar a aquellos que lo procuran, buscando una luz, una directriz para sus ansias más íntimas, problemas y cuestionamientos.

La Sabiduría a la que me refiero no es aquella obtenida a través de los libros terrenos e informaciones vagas e impresiones, de asidua presencia en centros culturales de gran renombre y tampoco de la vivencia entre pueblos cultos o igualmente de las agrupaciones religiosas. Toda esa abundancia de literatura, lecturas, conferencias, etc., queda como paralizada y circunscripta al mundo en que se vive y que enriquece el intelecto.

La verdadera Sabiduría, obtenida por las etapas vencidas para el perfeccionamiento del ser es la voz de Dios dirigiendo al hijo en el camino de la Verdad para que él sea el portavoz e intérprete fiel de la sabiduría Infinita de Dios.

Para ser un sabio no hay necesidad de gran cultura terrena, de leerse libros antiguos inmensos, millares y millares de libros escritos por la imaginación del hombre. La Sabiduría no depende de nada del exterior pues ella está en el interior del ser humano en estado latente, sea él rico o pobre, en la Centella Divina que lo anima y que también le da vida.

Cuanta Sabiduría podemos obtener hasta de los niños que aun no fueron contaminados con la maldad y malicia que los rodean, cuanta sabiduría se puede encontrar en hombres simples de campo, operarios, mendigos y hasta en los analfabetos.

La sabiduría está dentro de todos los hombres, basta que la dejen manifestar con el aquietamiento de los sentidos y el amor abrazados en auxilio de un hermano, eliminando dudas, consolando o aconsejando, llevando la palabra justa en la hora justa. En fin, servir con amor, elevando la Luz donde exista la tiniebla.

Gustaría inmensamente que todos los que lean este mensaje puedan alcanzar la Sabiduría de Dios, cimentada en el Amor Impersonal y en la certeza de que Dios, el Padre, está en el corazón de todos sus hijos.

LA META ALCANZADA

Después de la larga jornada recorrida en el perfeccionamiento del Ser Interior, la Sabiduría de Dios coronó la tarea con la victoria de la libertad plena. Para la conquista de tan grandioso bien, fueron necesarios grandes esfuerzos, dominio de ímpetus, desapegos terrenos, luchas y cuestionamientos íntimos, también la veracidad y la existencia real, en sí mismo, de todas las virtudes que deberían llegar a la superficie como resultado de su trabajo silente y continuo.

Los que persisten en alcanzar la meta deseada, la libertad calcada en los moldes Divinos, verán sus esfuerzos coronados por el éxito y de ahí, por su procedimiento adecuado, muchos podrán ayudar a sus hermanos para que también encuentren el camino de la luz.

Urge que todos se concienticen que nada valen, delante del Padre Divino, las glorias y honores terrenos que, por regla general, finalizan siempre y sin excepción igualmente antes de la muerte física del cuerpo. Esas conquistas se asemejan a burbujas de jabón que se deshacen al menor soplo de viento, mientras que la gloria Divina es un bien eterno que, una vez conquistado, posibilitará al ser su entrada y permanencia entre aquellos que, ya habiendo conquistado su libertad caminan en la Senda de la Luz y de la Verdad, colaborando con su ayuda y auxilio en la asistencia a los hermanos encarnados que, no obstante ansiando, no saben como pueden obtener su liberación.

Existe, también, otro factor preponderante en la conquista de la libertad plena que es la disminución de los rescates de culpas e infracciones, milenarias, que también constan en los registros kármicos. El ser que deseó, practicó y adquirió las virtudes necesarias a su liberación, tomando las inherentes a su naturaleza, está apto para liberar gran parte de sus deudas kármicas por la práctica de sólo pensar, desear y hacer solamente el bien a todo y a todos, en la expansión de Amor que, unido a Dios, la unió a todos sus semejantes y demás creaciones divinas.

No podría dejar de acrecentar que la conquista de la Libertad Plena sólo puede ser conseguida cuando el ser aun se encuentra bajo la oeste de materia, del cuerpo físico, pues su conquista representa la supremacía de Dios, lo Inmortal sobre lo mortal, lo Divino sobre lo material, lo físico y por la ley del Creador, todos los hombres y mujeres deberán retornar al Padre tan puros como cuando fueron creados.

LA DIVINA PRESENCIA

En las páginas anteriores indiqué las directivas necesarias para que el ser humano consiga la libertad plena y absoluta. Hoy, intentaré abordar una cuestión que, tal vez no sea del conocimien­to de muchos seres que ansían el acceso a los conocimientos o enseñanzas Divinas, teniendo en vista el perfeccionamiento humano.

Cuando les dije que Dios, el Padre, está en el corazón de todos sus hijos, me quise referir a la Emanación Divina que, con la primera inhalación del recién nacido penetra y se fija en el corazón del hombre o mujer. Esta Emanación Divina invisible a los ojos humanos toma la forma de una llama tripartita y contiene en sí la potencialidad del Padre, esto es, Poder, Sabiduría y Amor, la Trinidad Divina: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. De ahí, la aseveración de que Dios hizo al hombre a Su Imagen y Semejanza.

"Divina Presencia", "Yo Soy", "Dios Interior", "Voz de la Conciencia", "Voz de Dios", son algunas denominaciones dadas a la Centella Divina, mas no importa el nombre que se le dé, porque en verdad, es Dios actuante en el corazón del ser humano, que le concede el don de la vida física. Una vez que esa Centella se retira del interior de la materia bruta que lo envuelve, el cuerpo físico se descompone y vuelve a ser polvo.

Es muy importante en la era en que la humanidad atraviesa que todos se concienticen de esta gran verdad y glorifiquen al Padre Divino, entregándose enteramente a los designios dictados por su Dios Interior. Cuando se hace con humildad, fe y confianza la entrega total de la vida a la dirección y protección de esa Presencia Invisible, más actuante, Su Voz sin sonido se torna audible o perceptiva dirigiendo actitudes, procedimientos y todo lo que sea más necesario teniendo en vista solamente el Bien.

Antes de cualquier decisión que tuvieran que tomar, o en momentos difíciles y agitados, cualquier consejo, duda, entren en el silencio, en la quietud de los pensamientos y sentimientos y pidan la orientación de la Divina Presencia que habita en sus corazones. Sin que haya ruido, usted tendrá la orientación cierta para el mejor camino a tomar. Estén siempre alertas y avivados de que la Voz de Dios sólo dirige todo y a todos para el Bien y el Amor y jamás en detrimento o perjuicio de quien quiera que sea y de toda la creación.

Con este procedimiento, ustedes verán que muchos errores no serán más cometidos, culpas pasadas y presentes irán siendo liberadas y entonces, la Paz, la Confianza, la Fe y el Amor llenarán de alegría a sus corazones.

LLAMA VIOLETA DEL AMOR Y DE LA LIBERTAD

Les traigo hoy, una palabra de ánimo con un conocimiento de gran valor para qu3e todos puedan remediar sus deudas kármicas pasadas y presentes.

Dios, en su Infinita Misericordia, para liberar a sus Hijos de las faltas milenarias que acumularon contra la Vida, en general incluyendo ellos mismos, por los desvíos de procedimientos, el desamor, los vicios, los crímenes y muchos otros errores, aun no redimidos, autorizó el empleo de la maravillosa Llama Violeta, oriunda del Gran Sol Central, que tiene la propiedad de consumir y purificar las impurezas adquiridas y acumuladas en el ser humano por los errores e infracciones contra la Ley Divina.

El Ascendido Maestro Saint Germain, responsable por la evolución de la Tierra para el próximo ciclo de 2.000 años, teniendo por lema "Amor y Servir", se ofreció para esta tarea tan ardua en tentativa de salvar, si es posible, todos los seres humanos, limpiándolos de sus manchas. Este magnánimo Ser, con una legión de auxiliares, Ángeles, Arcángeles, Maestros, Elohims y otros calificados seres, ya, hace años, se encuentra en este trabajo de purificación, inclusive de toda la vida en la Tierra que se encuentra enteramente contaminada por las vibraciones negativas de los seres que la habitan, poniendo en riesgo la estabilidad y equilibrio del Planeta.

Si se pudiese juzgar, de modo terrenal, el esfuerzo, sacrificio, abnegación y amor, no habría palabras que pudiesen, de manera correcta y adecuada, expresar la grandiosidad del trabajo y la inconmensurable dedicación del Maestro Saint Germain y de todos sus auxiliares.

El conocimiento que El presenta es simple y muy fácil de ser seguido y practicado. Basta que se lo propongan los hijos de la Tierra. Con el ejercicio continuo y específico para cada caso, cualquier persona puede quedar limpia de sus manchas y, también, ayudar en la purificación de toda la Tierra y su humanidad.

No se olviden de que todo es vibración y, como tal, hasta los propios Elementos (aire, Tierra, Agua y Fuego), se resienten de la vibración pasada emanada de la humanidad, originada por millares de infracciones que se repiten hasta nuestros días.

En su propio bien y de todo el Planeta, procuren modificar sus conductas diarias y habitúense al empleo de la Llama Violeta. Dejen que el sentimiento de amor y confraternización los una a sus semejantes y a toda vida generando La Paz, la Armonía y el Amor.

ACTUACION DE LA LLAMA VIOLETA

Les di a conocer, en líneas generales, un poco sobre la Llama Violeta o el Fuego de la Transmutación, Purificación y Libertad. Procuraré hoy, acrecentar algunos informes sobre su actua­ción en el Ser Humano para limpiarlo de las impurezas originadas de las infracciones cometidas en el presente y en el pasado.

La Llama Violeta es inteligente y actuante. Una vez que se realice con fe y convicción, un decreto para que sea envuelto con ese Fuego Divino. Ella penetra en el que la requiere y, recorriendo todos sus cuerpos inferiores, retira de los electrones que componen los átomos todas las impurezas que allí fueron depositadas Tales impurezas son el resultado de incontables infracciones, faltas y errores que se han cometido en todas las reencarnaciones que el suplicante tuvo y que aun no fueron redimidas. Ella entra por todos los espacios de los electrones, expulsa las impurezas y los transmuta en Fuego Blanco que retorne para el Reservatorio Divino; con la salida de las impurezas, los electrones giran libres en los átomos y dependiendo de la constancia en el uso de la Llama Violeta, el suplicante quedará enteramente libre de sus deudas kármicas.

Como son innumerables las infracciones que casi todos los humanos practicaron y practican, no será apenas con un decreto que la limpieza total se hará. Por lo tanto, cuanto más decretos hiciesen menos quedará para liberar. Es esencial que el Amor Incondicional los dirija en sus súplicas en favor, también, de sus hermanos terrenos, los Seres Elementales, animales y vegetales y, también, por la purificación de todo el planeta que se encuentra en un verdadero caos.

El decreto al que me refiero es un pedido hecho con sinceridad y fe, dirigido para el objetivo que se tiene en mente. Para aquellos que aun no conocen esta Poderosa Llama y la manera de por ella pedir, daré un ejemplo. En voz audible y concentrados en sus objetivos, con amor, digan: "Divina Presencia, "Yo soy", Bien Amado Maestro Saint Germain Flamead, Flamead, Flamead la Llama Violeta del amor y de la Libertad sobre mi y sobre toda la humanidad para que todas nuestras imperfecciones y errores sean transmutados en Pureza y Perfección. Yo te agradezco".

Se puede hacer para todo lo que se encuentre en desequilibrio, en desarmonía, por los animales, etc.

Cuanto más soliciten y empleen la Llama Violeta más puros quedarán y, por lo tanto, con mayores posibilidades de retorno más rápido al Padre que os Creó.

HIJO PRODIGO

Llegamos al final de los mensajes sobre la Conquista de la Libertad", hijos del deseo inmenso que me mueve de que todos mis hermanos terrenos encuentren el camino que los llevará a Nuestro Padre Divino.

Intentaré, de algún modo, concientizarlos de que el error y la maldad, vicios e infracciones, sólo producen el atraso del ser por las reencarnaciones que se han repetido en una sincronía de los mismos delitos, retardando el regreso del hijo pródigo al Hogar Paterno.

Les indicaré los caminos, que, cualquiera que sean, los llevarán a la meta final que ya debería existir en todo ser humano, esto es, a su plena Liberación para proseguir en la jornada de la Luz.

Debido a la premura del tiempo para los cambios que ocurrieron con la Nueva Era, el nuevo ciclo de 2000 años, urge que todos se preparen para la transición con el cambio de normas y conductas, teniendo en vista, tan sólo, el mayor mejoramiento interior y con él, la Paz de la Conciencia, la Armonía de la Comprensión y, sobre todo, el Amor compasivo para con todo y todos. Mucho será exigido de los humanos en lo que concierne a la Fe, al Equilibrio, la Paciencia y la Solidaridad. Prepárense desde ya, pues los días pasan y el tiempo de la gran cosecha pronto llegará.

Olvídense y abandonen las honras, las glorias, las vanidades y la sed de poder, sea por medios moderados o violentos, mientras aun están vivos y vuélvanse al mejoramiento interior en el deseo ardiente de modificarse viendo en sus semejantes un hermano y en toda la Naturaleza la manifestación del Padre Divino para garantizar y embellecer la sobrevivencia física de sus hijos.

Hagan un minucioso examen de sus vidas, cuál es el saldo final positivo a la colectividad, al hermano y a la Naturaleza. Cuáles son sus errores contra las leyes Divinas.

En tanto la savia de la Vida aun circula en sus vestimentas materiales, producen redimirse de sus infracciones aunque sean pequeñas. La voluntad firme de elevarse del lodazal de errores en que se sumergen mucho les ayudará para obligarlos al uso constante de la Llama Violeta de Purificación y Libertad.

Gustaría muchísimo que un día, en el futuro, yo pudiese abrazar a todos mis hermanos de la Tierra dándoles la bienvenida al Hogar Paterno, regocijándose por su empeño y tenacidad en procurar la Libertad con Dios.

EL BIEN Y EL MAL

En el torbellino de las mentes sin norte, de los sentimientos menos dignos y de los actos de profundo desprecio al Padre Supremo y a sus propios hermanos, la humanidad, cada vez más, se hunde en el lodazal de pasiones descontroladas en busca de una ficticia felicidad. ¡Pobres hermanos míos! La voluntad de gozar la vida por el bien y provechos temporales e ilusorios que se presentan fáciles de conseguir, desvirtúan toda una gama de valores inestimables que el ser humano trae en sí, porque cuanto más el hombre se hunde en los placeres físicos, más se distancia de la Verdad Suprema.

Ninguno viene hacia la Tierra para apenas beneficiarse de las cosas fútiles y efímeras. No. Todos los que aquí se encuentran necesitan volver a reencarnar para compensar errores cometidos en vidas pasadas, aunque no se recuerden de tal. Este olvido que el Padre les concedió fue para que no se sintieran de algún modo culpables y en su sabiduría infinita Dios les otorgó el Libre Albedrío para que pudiesen escoger el bien o el mal por el uso de la razón y del raciocinio.

Para mayor comprensión del bien y del mal, Dios se proyectó en todos sus hijos fijando a su Centella Divina en cada corazón y es esta Llama la voz silente que siempre alerta al ser humano para que haga o deje de hacer algo contrario a los dictámenes Di vinos, lo que redundaría en un aumento aun mayor de la deuda a ser redimida.

Esta Centella de voz silente es la voz de Dios en el hombre; es por ello el hombre la imagen y semejanza de Dios. Mas para que el hombre dignifique esta afirmación, se torna necesario que se abstenga de pensar, hacer, aconsejar o regocijarse con el mal. El Bien y el Mal son antagónicos, más el hijo de la Tierra tiene en sí la simiente del mal, alimentada por errores cometidos en incontables reencarnaciones y aunque hubiere querido empeñarse para redimirla, no todos (apenas pocos), han conseguido la victoria total.

Ahora, los tiempos han llegado y no podrá haber mayores demo ras. La era es de separar la cizaña del trigo y volver la Tierra al Paraíso para lo cual fue creada, el verdadero Edén para los puros de pensamiento, sentimientos y acciones.

Dé su contribución para que la Luz del Bien se haga en el corazón de todos los hombres.

SEMBRAR PARA COSECHAR

Para que la cosecha sea generosa se hace necesario que la se milla haya obedecido métodos adecuados en cuanto al poder nutritivo del suelo, la selección de las mismas y la adecuada plantación, la frecuencia del riego, los cuidados necesarios para que las plagas no alcancen las plantas y las maten o que las dejen sin defensa exigida para la sobrevivencia y fructificación. En este ejemplo tan simple, está toda la historia de la vida del ser humano.

La criatura es igual a una plantita sembrada en el vientre materno, que debe ser deseada y generada como fruto de Amor y nunca sólo por un rato de placer inconciente.

La vida humana es una dádiva Divina, tan preciosa que cualquier abstinencia de pensamiento desairoso influirá en la vida embrionaria del feto, modificando todo un sistema que debe ser de amor, paz, tranquilidad y felicidad y que consiste, a ejemplo de Dios, en generar un hijo. Al nacer, el pequeñito ser ya trae consigo la trayectoria que deberá trillar para el resarcimiento de sus vidas pasadas y es necesario que los padres, desde el comienzo comprendan que necesitan orientar al hijo para vivir las Verdades Divinas, alertándolo en cuanto a las vicisitudes del mal camino, los desvíos peligrosos ya que ese ser tiene latente la noción del bien y del mal. No es solamente con besos, obsequios, satisfacción de todos los deseos que se educa un niño para la vida.

Para el éxito de esa misión se exige mucho más consejos, reprimendas por faltas graves, conversaciones sobre los valores verdaderos, ejemplos y el propio espejo de la vida de los padres y de su comportamiento en toda y cualquier situación que se presente.

Mucho es exigido del horticultor que siembra una semilla para que la planta nazca fuerte y dé buenos frutos. Así también, el padre y la madre tienen mucho que dar de lo mejor que toman dentro de ellos mismos para alimentar la vida interior del pequeño ser que generaron, encaminándolo para el bien y la fraternidad. Ese pequeño ser llegará, con los años, a tornarse en un hombre o mujer y, si lleva en sus registros la simiente, el ejemplo de la vida honesta y digna vivida por sus padres, difícilmente caerá en los engaños preparados a los incautos.

La simiente germinó, la planta creció e irá a dar buenos frutos. A los padres de hoy cabe la responsabilidad de los padres de mañana. Enseñar y ejemplificar el bien, el amor, la fraternidad, la lealtad, la paz interior y física, la fe en el Padre Supremo a sus propios hijos de hoy y que, en un mañana no muy lejano, también irán a cultivar las simientes que plantaron inculcándoles todo lo que les fue enseñado cuando eran pequeños. Con esto estarán colaborando con los designios de Dios, el Padre Supremo, en la transformación de la Tierra en Paraíso y el regreso de sus hijos al hogar Paterno.

COMPRENSIÓN Y TOLERANCIA

Muchos hombres piensan que la comprensión es tolerancia o viceversa. No obstante existe una gran diferencia entre comprender y tolerar. La comprensión y la tolerancia son Virtudes Divinas de gran auxilio en el perfeccionamiento humano.

Comprensión, para casi todo el mundo, es juzgar que un hecho, un comportamiento, una actitud que encontró resonancia en su interior y que está claro y definido, tiene el beneplácito de su comprensión. En verdad, la comprensión predicada por las Leyes Divinas, no confunde la razón como juez ciertamente, sin los dictámenes del amor. La comprensión es el fruto de un amor profundo que, menospreciando el lado negativo de la cuestión, del comportamiento y de los hechos, encuentra siempre el lado positivo, de ahí disculpando y entendiendo una acción considerada como incomprensible.

Nada existe que no se pueda comprender. Si todos los seres poseen en sí el Dios Interior y fueron hechos "a imagen y semejanza de Dios", basta que se consulte, por la meditación y aquietamiento de los sentidos, la voz sin ruido de Dios en todos nosotros. Si entran en el silencio de la meditación, encontrarán la comprensión total, porque Dios es Amor, Comprensión!

Comprensión no es tolerancia, felizmente la Comprensión lleva a la Tolerancia, una vez que se obtenga la orientación segura, la orientación Divina.

La Tolerancia es una virtud que tiene gran mérito por cuanto abarca otras más como la caridad, paciencia y humildad.

La Tolerancia de la que hablo es aquella que se debe dedicar a hechos, comportamientos y actos que, aparentemente en el primer momento, parecen procedimientos irracionales, monstruosos, errados e imperfectos, cuando no imperdonables. Antes de tomarse una posición condenatoria es preciso que se encuentre, por la meditación, los motivos reales que pudiesen haber originado ese procedimiento inexplicable. Tenga mucho cuidado y recuerde: "No juzguéis para no ser juzgados". El verdadero juez es Dios. Las raíces de los acontecimientos que rodean a la humanidad son profundos e innumerables. Todo lo que ocurre tiene su razón de ser, sea por la voluntad de Dios o por el peso de deudas de culpas pasadas. Si no se es capaz de saber cuál es la raíz de todo, lo acertado es que se acepte con amor, que se tolere lo que se juzga errado. En la decisión de entender comprender, se ejercita la humildad, pues se pone la cuestión en las manos del Todo Poderoso, sabiéndolo capaz de (todo) entender y saber todo.

Quien ama de verdad, con el amor Divino, comprende y tolera con humildad, dada su incapacidad de ser juez. Antes de emitir un consejo con mira a dar un medio mejor de vivir y actuar, analícese, colóquese en la misma situación que no acepta o condena. Verá como es difícil la tarea. De ahí, se llega a la conclusión de que el Amor es el mejor camino para vivir en Paz. Comprendiendo, tolerando con humildad, a semejanza de Francisco de Asís.

En el "Amaos los unos a los otros", está la esperanza de días más venturosos.

CONTROL DE SENTIMIENTOS Y EMOCIONES

En la fuerza incontrolable de los sentimientos y emociones negativos, el ser humano transforma todo un sistema de armonía que debe existir entre lo físico y lo inmortal, entre la materia y el Ser Divino que habita en cada corazón.

De ese descontrol nacen las infracciones a las Leyes Divinas, llevando al hombre a cometer desatinos, sin medir o pesar las consecuencias que puedan tener. Un momento de odio, envidia, ambición, cólera, egoísmo o maldad producen la irreflexión y ceguera, llevando al hombre, que fue hecho a semejanza del Creador, a tornarse una fiera salvaje, llegando al punto de matar para vengarse de quien, a veces, sin querer, hirió su sentimiento, mereciendo por ello su condenación en todo un caudal de maldad y desvarío. El odio ciega a quien lo alimenta; la envidia incomoda a aquel que se juzga merecedor de todos los regalos materiales; la ambición se une a la envidia y aquel que las cultiva se halla disminuido y ofendido por la paz, felicidad y prosperidad de sus semejantes. En su egoísmo férreo el infeliz se juzga merecedor de todos los beneficios, no obstante nada hace para merecerlos.

Las bendiciones de Dios envuelven a todos sus hijos más corresponde a cada uno de ellos (hacer) lograr recibir esta bendición por su comportamiento ante la vida y todo ser viviente. Es preciso que haya el debido respeto de ser para ser, cada cual procurando por sí mismo, mejorar sus conceptos de la vida, sus sentimientos, controlando sus emociones para que puedan recibir la bendición del Padre Divino que les traerá comprensión, la serenidad, la tolerancia, la paz y la felicidad de una conciencia limpia de la mancha del error y del crimen.

Todo ser humano debe respetarse a sí y a sus semejantes sin distinción de color, credo o religión y sólo desear y hacer a su hermano aquello que le gustaría le fuese hecho. Si todos actuasen así, el mundo, hoy, no estaría en las condiciones caóticas en que se encuentra, demandando medidas drásticas para que los designios del Padre se realicen, esto es, la Tierra gozando del bien, abundancia y entendimiento entre todos los seres vivos.

Recuerden siempre, de que el mal nada crea, más destruye a aquel que lo alimenta.

Cuídense para conseguir mejores días y esto sólo depende de la manera de actuar y vivir de cada ser por sí mismo.. No piensen en vengar el mal, pues aquel que alimenta tal sentimiento por sí mismo se destruye.

Estamos alertas y vigilantes, trabajando a favor de la Armonía entre todos los pueblos.

LA PALABRA

La palabra hablada o escrita tiene su fuerza y su poder. Es preciso que todos sean cautelosos, principalmente de la palabra hablada pues a. ella, además de su fuerza generada por el pensamiento, se agrega el valor del sonido. Son dos fuerzas enormes con cada palabra que se emite. Tengan mucho cuidado con lo que piensan, dicen para sí mismos o para cualquier otra persona. Procuren usar, lo más que puedan, palabras amenas, suaves, transmitidas con Amor para que ellas no formen ondas negativas que alcancen a quien las pronunció y a quien las escucha por la resonancia que poseen, por la longitud y cualidad de onda que alcanzan.

Eviten, tanto como sea posible, las alteraciones por divergencias de puntos de vista. Cuando sientan que las vibraciones emanadas ya están llegando al punto de las discusiones agresivas, cállense, entren en el silencio de la súplica por la paz y comprensión. Recuerden siempre de que "el silencio es oro" y para el espiritualista él representa mucho más que el metal noble, pues el confiere la facultad de orar y suplicar al Padre para que un entendimiento sea alcanzado y que la amenaza de la tormenta sea alejada.

En una divergencia de opiniones, cuando los ánimos se inflaman y no se tiene la necesaria vigilancia, una simple palabra puede terminar en crimen, en infracción grave ante las Leyes Divinas.

Vean, como poco se conoce, aquí en la Tierra, los preceptos que el Padre les dio para que viviesen en Paz y Armonía. Muchas veces, una simple palabra infringe las virtudes que el ser humano debería y debe cultivar, tales como: Tolerancia, Complacencia, Vigilancia, Paciencia, Humildad, Caridad, Paz, Armonía y Amor.

No se dejen llevar por la ira, por el odio o prepotencia en sus opiniones. Cada ser humano es diferente de los demás y muy difícilmente se encontraría uno similar pues cada cual tiene su propio modo de pensar y actuar, según la ley del libre Albedrío.

Mi consejo de hoy es para que cultiven en el corazón el Amor, la Armonía y la Paz, no dejándose cegar por las críticas u opiniones que les son contrarias. Respeten las opiniones de sus se­mejantes y hagan lo posible para callarse, evitando resultados menos robles.

CONSECUENCIAS

Todo lo que ocurre en este Planeta tiene su razón de ser. Los habitantes de hoy en día se asustan, aterrorizan y viven temerosos por lo que pueda ocurrir mañana o al momento siguiente.

Nada existe que no tenga una causa, un motivo, una explicación.

La Tierra fue creada con todo lo que existe para ser un paraíso para los hijos de Dios. Para que ello ocurra, millares de Seres trabajan y continúan trabajando con Amor para sustentar el equilibrio necesario, mientras el propio hombre se encarga de destruir y arrasar.

Muchas modificaciones ya se hicieron con el transcurrir de tantos milenios con el intento de ayudar al progreso de los hijos de la Tierra. Todo tiene su duración marcada y la hora de la renovación ha llegado. Entramos ahora en un nuevo ciclo de 2000 años, el marco exacto de las grandes metamorfosis para el progreso general.

El ser humano que habita aquí hoy ya vivió millares de veces, en reencarnaciones sucesivas, con el propósito de ayudar al progreso del Planeta con su mejoramiento interior, redimiendo sus deudas y auxiliando a su hermano, contribuyendo para que la Tierra adquiriese su propia luz a través de sus hijos. Infelizmente, la dádiva de una nueva oportunidad está vedada para los recalcitrantes. En este momento urge que vengan para la Tierra Seres que posean más Luz y Sabiduría, que sirvan de guía y ejemplo a los que aún puedan merecer, una vez más, la preciosa dádiva de la Vida.

Como nada se pierde, los recalcitrantes de que hablé tendrán nuevas oportunidades de vida en otros astros pues el Padre tiene muchas moradas y El no quiere perder una sola oveja de su rebaño.

Con la llegada de los pioneros de la nueva raza poco a poco la situación del Planeta se irá modificando para tener el destino para el cual fue creado, teniendo su Luz propia generada por la Luz Interior de sus hijos que permanecen fieles a los dictámenes del Creador.

Urge, pues, que todos los seres humanos transgresores de las Leyes Divinas, cambien sus conceptos erróneos del bien y del mal, procurando comprender y seguir el trabajo grandioso del Maestro Jesús, sus ejemplos vivos de todas las Virtudes, y sobre todo, del Amor.

Mucho he hablado ya sobre el Amor y, hoy, vuelvo a decir el Amor Impersonal es el resorte propulsor del progreso, de la armonía y de la paz. Quien ama a su prójimo jamás podrá perjudicarlo en lo que quiera que sea.

Practiquen y aprendan a amar con el amor-desapego, amor-caridad, amor-ternura, amor-desinterés, amor-servicio. Sólo así conseguirán proseguir en la gran trayectoria infinita de la Vida.

LA ESCALA DE LA SABIDURIA

Cuanto más alto se sube en una montaña, mayor es el horizonte que se divisa. Quien queda en la base del monte sólo tiene la visión de la periferia, mientras que, venciendo etapas difíciles, muchas veces cayendo en la subida y luego levantándose para alcanzar la cumbre, venciendo todos los obstáculos con la determinación de conquistar su meta, el intrépido escalador divisa toda la belleza del paisaje en un círculo inmenso del horizonte. Este fue el premio que obtiene por la tenacidad y persistencia en la realización de un ideal, no llevando en cuenta los obstáculos que tendría que vencer para alcanzar su fin.

Tal cual el obstinado escalador de montaña, todos los hombres y mujeres de la Tierra deberían, con todas sus fuerzas físicas, psíquicas y espirituales empeñarse para subir la montaña del conocimiento y de la Sabiduría Divina. Una vez iniciado el camino, no debería el ser que ello se propusiese sentirse desanimado al primer impedimento, a su propia mente objetiva, generando el análisis. ¿Cómo se puede analizar aquello que no se conoce profundamente? ¿Será que un simple y pequeño obstáculo tenga más valor que la Iluminación Interior que de ese esfuerzo ciertamente podría resultar?

Procuren encontrar en sí mismos la fuerza, la persistencia, la fe en la realización del desenvolvimiento espiritual que les traerá el conocimiento indiscutible del Dios Interior, el Padre Divino, que está en cada hijo que creó a su Imagen y Semejanza. Más, para que el hombre se divinice, no basta apenas "saber", es preciso "vivir" las virtudes divinas. La alabanza que debe sustentar, alimentar y distribuir se llama Amor - con la misma intensidad, misma expansión, enteramente impersonal, sin apegos, más abarcante, el ejemplo del Amor del Padre que nos creó. Del Amor Impersonal nacen todas las virtudes exigidas para que el ser humano renazca de sus propios errores y, en la práctica del bien, reciba los triunfos de la victoria de lo Divino sobre lo humano, de lo Inmortal sobre lo mortal.

Intenten, la escalada de la montaña del bien y del Amor, practicando la Fe, la Caridad, la Esperanza, la Tolerancia, la Paciencia, el Desapego Material y humano, la Comprensión, sólo deseando y haciendo a su hermano lo que desearían para sí mismos.

La caminata es larga y ardua, mas lo que se conquista es eterno.

CONSIDERACIONES FINALES

Ya les hablé sobre las Virtudes Divinas exigidas para el desenvolvimiento de todo ser humano de modo que la Luz se haga en todos los corazones y con Ella, la liberación de los ciclos reencarnatorios, casi siempre cargados con nuevos errores, nuevas deudas.

También ya les enseñé que, con el empleo de la Llama Violeta se consigue limpiar todos los átomos del cuerpo humano de manera que los electrones y neutrones puedan cumplir el trabajo que les es debido para la armonía de todo un sistema y, con esto, tendrán la salud, la paz y armonía y la felicidad de Vivir. Cuanto más usen la Llama Violeta más limpios quedarán de las máculas milenarias acumuladas en sus cuerpos inferiores, tornándose seres puros y con esto apresurando su entrada en los reinos más Elevados; teniendo Luz y transmitiendo Luz. No se olviden, además, de que todo tiene que ser hecho con base en el Amor, la Ley Mayor Universal que rige todo el Universo.

En palabras simples y sin procurar entrar en parábolas o filosofía de difícil comprensión a los menos favorecidos por el saber físico, Yo procuré en esta serie de mensajes sencillos, entrar en contacto con todos para que fuese más fácil el aprendizaje de los conceptos emitidos.

Siento que ya estamos recogiendo algún resultado sobre la imperfección por la escasa divulgación, y elevo al Padre Mi agradecimiento por la oportunidad concedida y dándole gracias por el pequeño y gran impulso que yo hubiese conseguido a través de conceptos de fácil asimilación.

Mis hermanos, Yo les agradezco y les bendigo por la atención que dieron a Mis Palabras y ardientemente espero que, de vez en cuando, las relean para que no caigan en el olvido. Que están siempre presentes en su día a día la necesidad de mejoramiento interior por el empleo de las Virtudes Divinas. Que sean Ellas la tónica constante en todas las situaciones y ocasiones pues, con el tiempo, Ellas formaron parte de su propio ser, de su proceder, pensar y sentir. Divúlguenlas, procurando reunir más ovejas para el rebaño de Cristo Jesús. Enseñen a sus hijos, amigos y parientes en que consiste la Voluntad de Dios y lo que se debe hacer para satisfacerla. Con esto ustedes estarán ayudando a traer la Luz para la Tierra, a si mismos y a muchos hermanos que continúan en las tinieblas de los errores e impulsos del hombre inferior que existe en todos, el lado animal.

Estará siempre listo a ayudarlos tan pronto me llamen, también en pensamiento.

Que las bendiciones del Todopoderoso caigan sobre todos Sus Hijos de la Tierra para que la Paz, la Armonía y el Amor, existan entre toda la humanidad que sufre.

Con mucho amor Yo los bendigo.

HILARION

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